Septiembre se ha convertido en uno de los meses favoritos para quienes desean viajar sin las aglomeraciones del verano, con precios más ajustados y un clima todavía agradable. Las altas temperaturas dan paso a días más templados, las playas se despejan y muchos rincones de España muestran su mejor cara. Si tienes la suerte de tomarte vacaciones en este mes, estos cinco destinos nacionales merecen estar en tu lista.
1. San Sebastián: gastronomía y mar en estado puro

El inicio del otoño en el norte trae consigo un ambiente más relajado y una temperatura perfecta para pasear. San Sebastián, en el País Vasco, es un destino que combina la elegancia de su bahía con una oferta cultural y gastronómica reconocida mundialmente.
La Playa de la Concha luce más tranquila que en agosto, ideal para caminar por su paseo marítimo. Además, septiembre es el mes en el que se celebra el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, uno de los eventos culturales más importantes de Europa. Y por supuesto, los pintxos de la Parte Vieja se convierten en parada obligatoria para cualquier visitante.
2. Granada: historia y frescor nazarí

Con la bajada de temperaturas, Granada se muestra como un destino más amable para recorrer sus calles empedradas y descubrir la riqueza de su pasado andalusí. La Alhambra, con sus palacios y jardines, es el emblema de la ciudad, pero septiembre invita también a perderse por el Albaicín o a disfrutar de un atardecer desde el Mirador de San Nicolás.
La ventaja de viajar en este mes es poder vivir la ciudad sin el calor sofocante del verano y con una oferta cultural que se reactiva tras la temporada estival. Además, los bares siguen manteniendo la tradición de servir tapas generosas con cada consumición.
3. Menorca: playas paradisíacas sin masificación

El turismo de sol y playa no desaparece en septiembre, pero lo hace con un matiz especial. Menorca, una de las joyas de las Islas Baleares, ofrece calas de aguas turquesas y paisajes naturales prácticamente vírgenes, ahora mucho más tranquilos que en pleno agosto.
Calas como Macarella, Mitjana o Turqueta permiten disfrutar de jornadas de baño en un ambiente relajado. El Camí de Cavalls, el histórico sendero que rodea la isla, se convierte en una ruta ideal para los amantes del senderismo, ahora con temperaturas más suaves. Además, la isla mantiene su oferta cultural con mercados artesanales y gastronomía mediterránea.
4. Santiago de Compostela: espiritualidad y tradición

Septiembre es también el mes perfecto para quienes buscan un viaje con un componente espiritual o cultural más profundo. Santiago de Compostela, fin del Camino, recibe a peregrinos durante todo el año, pero en esta época la afluencia baja y permite disfrutar de la ciudad de forma más pausada.
Su imponente Catedral, el Casco Histórico declarado Patrimonio de la Humanidad y su ambiente universitario convierten a Santiago en un lugar lleno de vida y tradición. A esto se suma la gastronomía gallega, donde el pulpo a feira, las empanadas y los vinos de la zona completan la experiencia.
5. Sevilla: encanto otoñal en la capital andaluza

Aunque en julio y agosto el calor puede resultar extremo, Sevilla ofrece en septiembre un clima más llevadero, perfecto para recorrer sus calles y monumentos. La Giralda, la Catedral, el Real Alcázar y el Barrio de Santa Cruz son visitas obligadas para los amantes de la historia y la arquitectura.
Septiembre, además, marca el regreso de la vida cultural y festiva tras el parón veraniego. Los bares de tapas, las terrazas junto al río Guadalquivir y los espectáculos de flamenco hacen que la capital hispalense recupere su vitalidad.
Viajar en septiembre, una apuesta segura
Sea cual sea el destino elegido, viajar en septiembre por España tiene un valor añadido: menos aglomeraciones, más calma para disfrutar de cada lugar y una relación calidad-precio que mejora frente al verano. Desde el frescor del norte hasta la calidez del sur, pasando por las islas o los destinos patrimoniales, este mes se convierte en una oportunidad única para descubrir el país con otra mirada.
Si tienes vacaciones pendientes, septiembre puede ser el momento perfecto para desconectar y descubrir esos rincones que, fuera de temporada alta, muestran su esencia más auténtica.