TATEL Madrid se ha convertido en uno de los grandes referentes gastronómicos y de ocio de la capital española. Situado en el emblemático Paseo de la Castellana 36, desde su apertura en 2014, ha redefinido el concepto de restaurante contemporáneo, ofreciendo una propuesta que fusiona el recetario español tradicional con una mirada moderna y cosmopolita. Su éxito en Madrid ha impulsado su expansión internacional, con sedes en destinos tan exclusivos como Ibiza, Dubái, Riad y Valencia.
El corazón de este punto de encuentro late al ritmo de la cocina española reinterpretada. Su carta, elaborada con productos de temporada, rinde homenaje a los sabores clásicos del país. Platos emblemáticos como la tortilla trufada o la milanesa conviven con propuestas de pescados frescos, arroces y carnes seleccionadas, siempre bajo un enfoque creativo que respeta la esencia mediterránea. A ello se suma una cuidada oferta de coctelería de autor y una bodega con referencias nacionales e internacionales, pensadas para acompañar cada plato con el maridaje perfecto.
Su ambiente es otro de sus grandes atractivos. Inspirado en los clubes clandestinos de los años 20 durante la Ley Seca, sus materiales nobles, su iluminación envolvente y su diseño contemporáneo crean un entorno ideal tanto para una cena íntima como para una velada más animada. Cada noche, la música en vivo se convierte en el hilo conductor de la experiencia.
Al frente de la cocina se encuentra el reconocido chef Juan Antonio Medina, Chef Ejecutivo de TATEL. Con una sólida trayectoria en la alta gastronomía española, Medina lidera un equipo de cocineros especializados en cocina mediterránea y técnicas contemporáneas. Su enfoque combina precisión técnica, respeto por el producto y creatividad, dando lugar a una cocina que emociona y sorprende a partes iguales. Charlamos con él.
TATEL celebra una década como referente gastronómico. ¿Cómo describiría usted la evolución de la propuesta culinaria en estos diez años desde la cocina?
La cocina de TATEL ha evolucionado manteniendo su alma mediterránea y adaptándose a los nuevos tiempos y tendencias gastronómicas actuales. Se aposto por una cocina más refinada, donde la técnica y la sostenibilidad van de la mano. Hemos pasado de reinterpretar los clásicos españoles con un toque contemporáneo a construir un lenguaje propio, que conectara tradición y producto.
¿Cuál ha sido el mayor reto personal como chef para mantener la esencia mediterránea en un proyecto que se expande internacionalmente?
Intentar preservar la autenticidad del sabor mediterráneo sin importar la localización de donde abriamos. Cada ciudad tiene su cultura y su despensa, pero el hilo conductor siempre es el respeto al producto y la honestidad en la cocina. Adaptarnos a los matices sin perder la esencia requiere mucho esfuerzo y coherencia: que un comensal en Madrid, Miami o Ibiza reconozca la identidad de TATEL en cada bocado.
Usted habla de pasión, esfuerzo y dedicación como pilares de la cocina de TATEL. ¿Cómo se traducen esos valores en el día a día de su equipo y en cada plato?
En nuestras cocinas, cada miembro del equipo vive el servicio con ilusión. Su esfuerzo se refleja en la exigencia constante por mejorar, desde la selección del producto hasta el emplatado final. Hoy en día los pequeños detalles marcan la diferencia, son la base que sostiene la experiencia TATEL.
Si tuviera que elegir un plato de la carta que mejor resuma su filosofía como cocinero en TATEL, ¿cuál sería y por qué?
En estos diez años hay muchos platos en la carta que representa la esencia del Mediterráneo: producto de máxima calidad, técnica precisa y sabor profundo. Es un plato sencillo en apariencia, pero exige equilibrio, respeto por el producto y mucha dedicación. Resume perfectamente nuestra filosofía: elevar la tradición sin perder su alma.
En un mercado madrileño tan competitivo, ¿qué cree que aporta su cocina para que TATEL siga siendo una propuesta única?
TATEL no es tan solo un restaurante, pretendemos que sea una experiencia. Nuestros equipos de cocina aportan cercanía a través de sabores reconocibles, con un toque contemporáneo. A todo ello se suma el equipo de sala, el ambiente y la energía que intentamos trasladar a todos nuestros clientes.
¿Dónde le gustaría ver a TATEL Madrid dentro de otros diez años y qué papel le gustaría jugar a usted en esa evolución?
Me gustaría que TATEL se vea consolidado como referente de Marca España, manteniendo su idea y valores gastronómicos, pero siendo siempre capaz de reinventarse. En los próximos diez años, espero seguir formando parte de este gran equipo, un equipo creativo y comprometido, y cuidando lo más importante: que el cliente sienta la misma pasión que nos trajo hasta aquí.