El 2026 confirma una idea muy clara: vuelve la naturalidad, sí, pero con más precisión, más intención y un acabado impecable. El pelo se lleva pulcro, brillante y bien construido, de esos looks que parecen sencillos pero se notan “hechos”. Según José Sánchez, director de Oramai, la hair boutique de referencia del barrio Salamanca, las peticiones que ya dominan el salón anticipan lo que marcará la próxima temporada. Toma nota de las tendencias del próximo año (¡palabra de experto!)
En cortes, la tendencia se aleja de lo demasiado desfilado o de las capas que diluyen la forma. En 2026 gana protagonismo todo lo que se ve definido, con líneas claras y un acabado que ordena el rostro.
Pixie (flequillo largo o su variante más corta) y bob a la altura de la mandíbula
El pixie seguirá muy presente, con dos lecturas que funcionan igual de bien: la versión con flequillo largo, más suave y versátil, y la variante más corta y gráfica, que tiene un punto más marcado. Es un corte que, bien trabajado, cambia un look completo sin necesidad de artificios. La clave está en la silueta.
Según Sánchez, si hay una tendencia que vuelve es el bob a la altura de la mandíbula. Recto, limpio y muy favorecedor, se posiciona como uno de los cortes estrella porque funciona como un marco perfecto (estiliza, moderniza y se adapta a casi cualquier tipo de rostro).
Melena totalmente recta vs capas muy extremas
¿Y las capas? El experto asegura que pierden peso en su versión “clásica”. Ahora se lleva o bien la melena totalmente recta, sin capas (más brillo, más densidad visual, más pulido), o bien capas muy extremas, estratégicas, que aportan un aire editorial. Esta tendencia favorece especialmente al cabello fino, porque suma estructura y crea sensación de cuerpo.
Tonos cálidos: el color se vuelve más real, más profundo y más favorecedor
En color, 2026 deja atrás los rubios excesivamente decolorados para apostar por tonos que se ven más naturales y equilibrados, con profundidad y brillo. La iluminación no desaparece, pero se vuelve más inteligente. Es decir, se trata de aportar luz sin perder riqueza en el tono.
Los rubios se mueven hacia gamas que van del trigo a los dorados oscuros, más elegantes y fáciles de llevar. La familia mocha (desde el mocha clásico hasta su versión tipo mousse) se consolida como paleta protagonista del otoño-invierno por su versatilidad y ese brillo “caro” que da buen aspecto incluso con poco maquillaje.
Y el cobrizo se reinventa en clave nórdica: más suave, más neutro y menos anaranjado. A la vez, continúa creciendo la apuesta por los grises y las transiciones de cana trabajadas con matices fríos, pensadas para quienes quieren abrazar su color natural sin renunciar a un acabado cuidado y actual.
Efecto clean
En estilismos, el 2026 estará atravesado por el efecto clean: recogidos impecables, moños limpios con acabado brillante y melenas sueltas perfectamente controladas. Es una estética que encaja con el momento: simplicidad, rutina bien hecha y un look que se ve profesional sin resultar rígido.
La conclusión es clara. Este nuevo año querrás un pelo más definido, más luminoso y más controlado, donde la técnica se nota en el resultado, no en el exceso. Natural, sí. Pero impecable.