Cuidado facial

Retinol: la guía definitiva para empezar a usar el activo que transforma la piel en invierno

El retinol es mucho más que una moda: es un activo con respaldo científico que transforma la piel desde el interior

Toda la verdad sobre el retinol
Fotografía: Pexels

Durante el invierno, cuando la piel tiende a resecarse y perder luminosidad, el retinol se consolida como el ingrediente estrella de las rutinas de cuidado facial. Este derivado de la vitamina A es reconocido por su capacidad de renovar la piel, estimular la producción de colágeno y atenuar los signos de envejecimiento. Sin embargo, su eficacia depende de usarlo correctamente, especialmente durante las primeras semanas de adaptación.

¿Qué es el retinol y por qué transforma la piel?

El retinol forma parte de la familia de los retinoides, compuestos derivados de la vitamina A que actúan en las capas más profundas de la piel. Su función principal es acelerar la renovación celular, lo que ayuda a suavizar arrugas finas, mejorar la textura, reducir manchas y tratar el acné. Además, incrementa la síntesis de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener la firmeza y elasticidad cutánea.

Con el paso del tiempo, la renovación celular se vuelve más lenta, y es ahí donde el retinol se convierte en un aliado poderoso: reactiva los mecanismos naturales de regeneración de la piel, devolviéndole vitalidad, uniformidad y luminosidad.

¿Por qué empezar en invierno?

El invierno es la mejor época para incorporar este activo, ya que la piel está menos expuesta a los rayos UV y, por tanto, el riesgo de fotosensibilidad se reduce. Además, el clima frío y seco suele hacer que la piel necesite productos más nutritivos, lo que ayuda a compensar la ligera sequedad que puede generar el uso de retinoides al inicio.

La recomendación de los dermatólogos es empezar de forma progresiva, con concentraciones bajas —entre 0,1 % y 0,3 %— y aplicarlo solo dos veces por semana durante el primer mes. Una vez que la piel se adapta, se puede aumentar gradualmente la frecuencia hasta llegar a noches alternas o incluso a un uso diario. Te explicamos cuáles son los diferentes tipos de retinoides y cómo elegir el adecuado

No todos los retinoides actúan con la misma intensidad. Existen distintas versiones que varían en potencia, tolerancia y nivel de transformación que ofrecen:

Retinil palmitato

Es la forma más suave y estable de la vitamina A, ideal para quienes tienen la piel muy sensible o se inician en el uso de este activo. Su efecto es más lento, pero ofrece una introducción segura sin causar irritación ni descamación. Es perfecto para personas que buscan mejorar la luminosidad y la textura sin un cambio drástico.

Retinol

El más popular en el mercado cosmético. Tiene una potencia media y proporciona resultados visibles en arrugas finas, manchas y poros dilatados. Es adecuado para pieles normales, mixtas o con los primeros signos de envejecimiento. Su efectividad depende de la concentración: a partir del 0,3 % ya se notan mejoras significativas, aunque sin el nivel de irritación de los retinoides más potentes.

Retinaldehído (o retinal)

Un paso intermedio entre el retinol y el ácido retinoico. Se transforma más rápidamente en ácido retinoico dentro de la piel, por lo que ofrece resultados más rápidos que el retinol tradicional, pero con menor irritación que los tratamientos médicos. Es ideal para personas con arrugas marcadas, hiperpigmentación o piel madura que ya ha tolerado bien otros retinoides.

Ácido retinoico o tretinoína

Es la forma activa y más potente de la vitamina A, disponible solo bajo prescripción médica. Actúa directamente en la piel sin necesidad de conversión, por lo que los resultados son visibles en pocas semanas. Está indicada para el tratamiento de acné severo, fotoenvejecimiento y manchas resistentes. Sin embargo, puede causar irritación, descamación o enrojecimiento si no se usa bajo supervisión dermatológica.

Preguntas que podrías hacerte

¿Puedo usar retinol si tengo piel sensible?
Sí, pero es importante empezar con fórmulas suaves, como el retinil palmitato o el retinol encapsulado, y aplicarlo en días alternos. La técnica de “sándwich” (crema hidratante antes y después del retinol) ayuda a reducir la irritación.

¿Cuándo se ven los resultados?
La mayoría de las personas nota una piel más lisa y luminosa después de 6 a 12 semanas de uso constante. Los resultados más profundos, como la reducción de arrugas o manchas, pueden tardar de tres a seis meses.

¿Es necesario usar protector solar?
Siempre. El retinol aumenta la sensibilidad cutánea a la radiación UV, por lo que un protector solar de amplio espectro es indispensable, incluso en invierno o en días nublados.

El retinol es mucho más que una moda: es un activo con respaldo científico que transforma la piel desde el interior. Introducirlo durante el invierno, con paciencia y constancia, puede marcar un antes y un después en la calidad cutánea.

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