No ocurrió en el mismo lugar ni de la misma forma. Pero entre el viernes y el domingo, tres mujeres fueron asesinadas en distintos puntos de España. Los hechos sucedieron en Barakaldo, Málaga y A Coruña, y en los tres casos la investigación apunta a homicidios cometidos por hombres. Tres muertes en apenas 72 horas que, leídas juntas, dibujan una realidad persistente: la violencia letal contra las mujeres no es un episodio aislado, sino una constante.
Barakaldo- Mujer de 50 años asesinada en su vivienda
En Barakaldo (Bizkaia), la Ertzaintza investiga la muerte de una mujer de alrededor de 50 años hallada sin vida en su vivienda. Fue un aviso el que activó el dispositivo policial. A su llegada, los agentes encontraron el cuerpo y detuvieron a un hombre por su presunta implicación en los hechos. La autopsia deberá determinar las causas exactas de la muerte, pero desde el primer momento se trató como una muerte violenta. El caso permanece bajo secreto parcial mientras avanzan las diligencias.
Málaga- Encuentran a una mujer en un descampado con signos de violencia
En Málaga, el cuerpo de otra mujer fue localizado en un descampado. Presentaba signos evidentes de violencia. La Policía Nacional abrió una investigación para esclarecer las circunstancias del crimen, que por el momento no ha sido vinculado a una relación de pareja ni descartado como un asesinato machista.
A Coruña – Una mujer asesinada por su compañero de piso
El tercer caso ocurrió en A Coruña y tuvo un desarrollo especialmente violento. Una mujer fue apuñalada en el cuello por su compañero de piso en una vivienda del Paseo de la Ronda. Los hechos ocurrieron a plena luz del día. Tras la agresión, el presunto autor habría prendido fuego a un colchón dentro del domicilio antes de huir. La víctima fue trasladada en estado crítico al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC), donde falleció horas después debido a la gravedad de las heridas. El agresor fue detenido y el caso se investiga como homicidio.
No existía entre ambos una relación sentimental conocida. Precisamente por eso, este crimen no entra en las estadísticas oficiales de violencia de género, aunque sí forma parte de otra realidad más amplia: los feminicidios, entendidos como asesinatos de mujeres cometidos por hombres, al margen de que exista o no una relación de pareja. Una categoría que muchas organizaciones feministas y expertas utilizan para visibilizar violencias que quedan fuera del marco legal pero no fuera del problema.
Tres feminicidios en 72 horas
Cada uno de estos casos ha sido tratado de forma individual en la crónica diaria. Pero el fin de semana deja una cifra difícil de ignorar: tres mujeres asesinadas en tres contextos distintos, sin conexión entre sí, más allá del hecho de haber sido víctimas de violencia extrema ejercida por hombres. En ninguno de los casos hubo una alerta previa que evitara el desenlace.
La reiteración de estos hechos vuelve a abrir un debate incómodo. No solo sobre las respuestas policiales o judiciales, sino sobre los márgenes que dejan fuera a determinadas víctimas. Las que no encajan en una tipología concreta. Las que conviven con su agresor sin ser pareja. Las que mueren sin que su caso sea inmediatamente reconocido como parte de una violencia estructural.
Mientras las investigaciones continúan, los nombres de las víctimas se suman a una lista que crece semana tras semana. Algunas entrarán en las estadísticas oficiales; otras quedarán registradas como homicidios comunes. Pero todas comparten el mismo desenlace: una mujer asesinada por un hombre.
Tres muertes en un solo fin de semana no son una excepción. Son un recordatorio de lo que estamos viviendo.
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