La tensión se ha disparado este miércoles en torno a la Flotilla de Gaza. Una misión internacional que intenta romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel sobre la Franja. La organización Global Sumud Flotilla (GSF) ha alertado de que “varios barcos no identificados” se han acercado a las embarcaciones que integran la misión mientras se adentraban en la denominada “zona de riesgo”. Un área donde anteriores flotillas fueron interceptadas.
La Flotilla de Gaza entra en la zona más peligrosa de su ruta
Según ha informado la propia GSF, las embarcaciones continúan avanzando hacia la Franja de Gaza pese a la creciente tensión en el mar Mediterráneo oriental. En un comunicado difundido en redes sociales, la organización aseguró que varios barcos no identificados se aproximaron a la Flotilla de Gaza, aunque se retiraron poco después sin llegar a intervenir directamente.
El episodio más tenso se produjo cuando, según testigos, un buque militar israelí realizó maniobras agresivas frente a las embarcaciones principales de la misión, llamadas Alma y Sirius. Uno de los participantes denunció que las acciones de la marina israelí “dañaron los sistemas de comunicación” y provocaron “una gran pérdida de dispositivos electrónicos”. No obstante, nadie resultó herido.
“Seguimos avanzando hacia Gaza”

Pese a las amenazas y los daños sufridos, los miembros de la Flotilla de Gaza insisten en mantener el rumbo hacia la Franja. “Seguimos avanzando hacia Gaza para romper el asedio y crear un corredor humanitario”, declaró un portavoz de la misión en redes sociales.
La Flotilla de Gaza está formada por activistas, médicos, periodistas y defensores de los derechos humanos de distintos países. Su objetivo es denunciar el bloqueo naval impuesto por Israel desde 2007. Con cada expedición, la organización intenta transportar ayuda simbólica y reclamar la apertura de un paso marítimo que permita aliviar la crisis humanitaria que afecta a más de dos millones de personas en el enclave palestino.
El contexto político: el plan de paz de Estados Unidos
La alerta en la Flotilla de Gaza llega apenas dos días después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aceptara el plan de paz propuesto por Estados Unidos para la Franja. La decisión ha reconfigurado el tablero político en Oriente Próximo y ha generado expectación internacional ante la respuesta que ofrecerá Hamás, a quien el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dado “tres o cuatro días” para pronunciarse.

“Los países árabes y musulmanes están a bordo, Israel está a bordo. Estamos esperando a Hamás, y Hamás lo hará o no, pero si no lo hace será un final muy triste”, declaró Trump. Un mensaje que ha sido interpretado como una advertencia directa.
Hamás estudia la propuesta
Según la cadena estadounidense CBS News, Hamás ya habría iniciado una ronda de consultas internas con sus estructuras políticas y militares. Tanto dentro como fuera de Palestina. ¿El propósito? Evaluar los términos del plan estadounidense. Esta situación de incertidumbre añade un componente de riesgo adicional a la Flotilla de Gaza, que se aproxima a la Franja en medio de una tensa calma diplomática.
Fuentes cercanas a la misión advierten de que las próximas horas serán decisivas. El temor a una nueva interceptación israelí es alto. Y los activistas han reforzado sus medidas de comunicación y seguridad ante la posibilidad de un abordaje. La Flotilla de Gaza, que ya ha vivido enfrentamientos en el pasado, ha reiterado su compromiso con la resistencia pacífica y su intención de evitar cualquier confrontación directa.