El presidente argentino Javier Milei afronta una tormenta política a dos meses de las elecciones legislativas. Diversos casos de corrupción de Milei y de su entorno han irrumpido en la agenda pública, amenazando con debilitar su capital político en un momento en que el Congreso bloquea decretos y proyectos clave. La popularidad del mandatario cae y las investigaciones judiciales avanzan con fuerza.
El escándalo en la Agencia Nacional de Discapacidad
El más reciente de los casos de corrupción de Milei tiene como epicentro a la Agencia Nacional de Discapacidad. Allí, su hermana Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y figura central en el círculo del mandatario, aparece mencionada en grabaciones del exdirector Diego Spagnuolo.
Los audios, difundidos por medios argentinos, aluden a pedidos de sobornos y a una red de pagos ilegales vinculados a la compra de medicamentos.

Spagnuolo, que fue abogado de Milei, asegura que informó al presidente de la situación sin que este actuara para frenarla. Aunque en los audios insiste en que Milei no estaba implicado directamente, sus palabras ponen bajo la lupa a su hermana y a otros funcionarios cercanos.
El juez Sebastián Casanello ordenó 16 allanamientos que incluyeron la incautación de 266.000 dólares en sobres en la empresa Suizo Argentina SA, principal proveedora de medicamentos del organismo.
Karina Milei en el centro de la polémica
La participación de Karina Milei convierte este episodio en uno de los casos de corrupción de Milei más delicados hasta ahora.
La denuncia formalizada por el abogado Gregorio Dalbón, representante de Cristina Fernández en varias causas, señala al presidente, a su hermana y a Eduardo Menem por delitos de cohecho, administración fraudulenta y asociación ilícita.

El hecho de que este escándalo estalle justo cuando el Congreso anuló un veto presidencial a una ley sobre la emergencia en Discapacidad agrava la situación. En la práctica, el Parlamento ha evidenciado que el oficialismo carece de apoyos suficientes y que Milei se enfrenta a resistencias crecientes.
La sombra del criptocasino $Libra
El caso de la criptomoneda $Libra es otro de los casos de corrupción de Milei que no deja de generar ruido.
En febrero, el presidente difundió en redes sociales un mensaje en apoyo al lanzamiento de este activo digital, presentado como un instrumento para financiar pequeñas empresas. En cuestión de horas, el valor de $Libra se disparó para desplomarse poco después, dejando a miles de inversores en pérdidas.

Las denuncias por estafa se han presentado en Argentina, España y Estados Unidos. Milei asegura que solo compartió la información sin promocionar la criptomoneda, pero los damnificados lo acusan de “promoción engañosa”.
La Justicia investiga si hubo pagos indirectos a funcionarios días antes del lanzamiento. Una línea de investigación que podría derivar en nuevas complicaciones para el Ejecutivo y reforzar la lista de casos de corrupción de Milei.
Las valijas sin control aduanero
Otro de los casos de corrupción de Milei bajo investigación tiene que ver con la entrada al país de una decena de valijas en febrero, tras la visita del presidente a Washington para la cumbre conservadora CPAC.
Un avión privado aterrizó en Buenos Aires con equipaje que no pasó por los controles habituales. En la aeronave viajaba la dirigente Laura Arrieta, vinculada a la CPAC y cercana a la Casa Rosada.

La Fiscalía sospecha de tráfico de influencias y de órdenes para facilitar el ingreso sin revisión. Aunque el presidente argentino no figura directamente como imputado, el vínculo entre sus relaciones internacionales y la falta de controles alimenta la narrativa de que los casos de corrupción de Milei exceden a su entorno inmediato.
Una campaña en un clima enrarecido
Las elecciones legislativas del 26 de octubre se perfilan como un examen crucial para Milei. Antes, el 7 de septiembre, la provincia de Buenos Aires será el escenario de un primer test electoral.
Con varios casos de corrupción de Milei ocupando titulares y con la economía aún tensionada, el oficialismo llega debilitado a la campaña.
La figura disruptiva que supo capitalizar el descontento social se enfrenta ahora a un relato que lo vincula con prácticas tradicionales de la política argentina. Para sus críticos, la imagen del presidente outsider se diluye en medio de denuncias de sobornos, criptomonedas fallidas y valijas sospechosas.