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El Batallón 6888: las afroamericanas que salvaron al Ejército del caos

Durante décadas, la historia del 6888 fue casi olvidada, a pesar de que su trabajo fue esencial para la moral de las tropas en un momento crítico de la Segunda Guerra Mundial

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La Capitana Charity Adams ejercita a su compañía en el campo de entrenamiento del primer Centro de Entrenamiento WAAC, Fort Des Moines, Iowa
TheNMUSA/KiloyCuarto

El 8 de mayo de 1945, conocido como el Día de la Victoria en Europa (VE Day), marcó oficialmente el fin de la Segunda Guerra Mundial. Más allá del frente de batalla, la victoria del bando aliado también había sido posible gracias al trabajo de miles de mujeres. Durante la Segunda Guerra Mundial, numerosas mujeres asumieron responsabilidades que iban desde la producción industrial y el voluntariado hasta el servicio activo en áreas como la sanidad.

En el caso de Estados Unidos, más de 350.000 mujeres se incorporaron a las Fuerzas Armadas. De entre ellas surgió el Batallón 6888, conocido como el “Six Triple Eight”: la única unidad femenina afroamericana desplegada en el extranjero durante el conflicto.

 

El caos logístico de la guerra había generado una acumulación masiva de correo sin entregar. Para millones de soldados estadounidenses desplegados, cartas de sus familias eran un vínculo esencial con el hogar. Sin embargo, en almacenes húmedos y oscuros de Birmingham, Inglaterra, millones de piezas de correspondencia estaban amontonadas, desordenadas y olvidadas. La moral de las tropas estaba decayendo.

No mail, low morale

Fue entonces cuando el Ejército recurrió al 6888. Con unas 855 mujeres a lideradas por la Mayor Charity Adams, la unidad llegó a Reino Unido en febrero de 1945. Se asentaron en Birmingham, donde el 12 de marzo comenzaron a operar como “6888 Batallón Central del Directorio Postal”. Su trabajo era crucial: clasificar y distribuir el correo militar pendiente. Las condiciones eran difíciles. El lugar de trabajo estaba oscuro, infestado de ratas y sin calefacción.

Aun así, bajo el lema No mail, low morale (“Sin correo, baja moral”), las integrantes del 6888 trabajaban en turnos de 24 horas, organizadas en equipos que se rotaban constantemente. Se enfrentaron a una avalancha de cartas muchas veces mal dirigidas —por ejemplo, cartas enviadas solo a “Robert, EE.UU.”, o con apodos en lugar de nombres reales. Usaron un sistema manual con miles de fichas para ubicar a los soldados. En solo tres meses, completaron un trabajo que se había estimado tomaría seis. Según la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en esos pocos meses consiguieron clasificar, reempaquetar y redirigir al rededor de 18 millones de paquetes. Es decir, cada turno clasificaba 65.000 paquetes, 195.000 diarios y 5,85 millones mensualmente. Como referencia, otra unidad postal del Ejército clasificó solo 624.000 paquetes en un mes antes de que llegara el 6888.

De las 9.388 tumbas, tan solo cuatro son de mujeres

En junio de 1945, fueron enviadas a Rouen, Francia, justo después del Día de la Victoria. Allí encontraron un escenario similar: montañas de correspondencia acumulada. Sin embargo, ya contaban con experiencia. El batallón, una vez más, enfrentó la tarea. La situación en Francia no era más amable: a la carga de trabajo se sumaba el racismo, las condiciones insalubres y el clima económico-social adverso propio del final de una guerra.

Kerry Washington protagoniza la serie ‘Triple Seis Ocho’
Kerry Washington protagoniza la película ‘Triple Seis Ocho’

Tres de sus integrantes murieron en un accidente de coche y fueron enterradas en el Cementerio Americano de Normandía, donde muy pocas mujeres tienen sepultura. De las 9.388 tumbas, tan solo cuatro son de mujeres. La única mujer enterrada que no formó parte del 6888 es Elizabeth Richardson, una voluntaria de la Cruz Roja Americana.

Una de las integrantes, la cabo Lena Derriecott, contó desde su perspectiva la historia del 6888 al historiador Kevin M.Hymel. Su decisión de enlistarse vino tras la muerte de un amigo cercano en combate. Había crecido en el sur segregado, enfrentando racismo desde pequeña. Ya antes de unirse al ejército participaba en causas cívicas, como ayudar a personas mayores a registrarse para votar. Durante su servicio, sufrió discriminación tanto dentro como fuera del uniforme. Sin embargo, su experiencia en el batallón y lo que representaba para ella —formar parte de algo que hacía historia, aunque no fuera reconocido en su momento— la marcaron para siempre.

Casi olvidadas

Al regresar a Estados Unidos en 1946, el batallón fue disuelto. No hubo desfiles. No hubo medallas. No hubo discursos. Durante décadas, la historia del 6888 fue casi olvidada, a pesar de que su trabajo fue esencial para la moral del ejército en un momento crítico.

Años después, empezó a recuperarse su legado. En 2018, se construyó un monumento en Fort Leavenworth, Kansas. En 2019, recibieron la Mención de Unidad Meritoria del Ejército. Y en marzo de 2022, el presidente Joe Biden firmó una ley otorgándoles la Medalla de Oro del Congreso, el honor civil más alto que puede conceder el Congreso estadounidense. La ceremonia oficial de entrega se llevó a cabo el 29 de abril de 2025 en el Capitolio, donde familiares de las veteranas y líderes militares rindieron homenaje al batallón.

“Hicieron lo imposible en circunstancias imposibles”

La historia también ha encontrado un nuevo espacio en la cultura popular. El director Tyler Perry adaptó la historia del 6888 en una película de Netflix titulada The Six Triple Eight, protagonizada por Kerry Washington como la Mayor Charity Adams. La película se basa en el artículo Kevin M. Hymel, y busca rescatar del olvido a estas mujeres que, en palabras de Perry, “hicieron lo imposible en circunstancias imposibles”.