Ruptura

Guerra total Trump-Musk: “La gran bomba va a estallar”

Duelo de titanes. Musk acusa al presidente de Estados Unidos de "estar en los archivos de Epstein" tras las críticas del magnate republicano desde el Despacho Oval que han hundido sus acciones

Donald Trump (D) y Elon Musk asisten a una conferencia de prensa en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, DC, EE. UU., el 30 de mayo de 2025.
EFE/EPA/FRANCIS CHUNG / POOL

Lo que comenzó como una alianza estratégica entre dos de las figuras más poderosas del panorama estadounidense —Donald Trump y Elon Musk— ha estallado en una guerra abierta que combina intereses políticos, económicos y personales. El presidente Trump, molesto por las críticas públicas de Musk a un proyecto de ley de gasto republicano, ha amenazado directamente con cortar los lazos entre el gobierno federal y las empresas del magnate tecnológico. Esta confrontación, que parecía impensable hace apenas unos meses, ya ha comenzado a tener consecuencias tangibles, particularmente para Tesla.

La gota que colmó el vaso fue un mensaje publicado por Trump en Truth Social, donde sugirió terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Musk: “La forma más fácil de ahorrar miles de millones en nuestro presupuesto es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera”.

Las palabras de Trump no cayeron en saco roto. Horas después de su publicación, las acciones de Tesla cayeron un 15%, sumándose a una pérdida del 8% sufrida ese mismo jueves. A lo largo del año, las acciones de la compañía ya acumulan una caída del 25%, arrastradas no solo por la competencia en el sector eléctrico, sino también por el creciente desgaste de la imagen pública de Musk, en parte debido a su vinculación con Trump y a su errática gestión en plataformas como X (anteriormente Twitter).

Las relaciones entre Musk y Trump

El enfrentamiento también pone en tela de juicio la estrecha relación entre Musk y el gobierno federal. Según reportes del Washington Post, las empresas de Musk —principalmente SpaceX y Tesla— han recibido hasta 38 mil millones de dólares en contratos y subsidios federales. Solo SpaceX habría recibido alrededor de 22 mil millones, mientras que Tesla se ha beneficiado con más de 11 mil millones en créditos regulatorios, pensados para estimular la adopción de vehículos eléctricos. Aunque Musk ha declarado públicamente que ya no depende de esos créditos, la amenaza de Trump podría afectar la competitividad de sus empresas frente a rivales que aún los utilizan.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su entonces asesor Elon Musk, en marzo
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Del apoyo millonario a la guerra política

La ruptura entre ambos es aún más llamativa si se considera que Elon Musk donó más de 250 millones de dólares para apoyar la campaña de Trump. Sin embargo, esa relación comenzó a deteriorarse cuando Musk criticó duramente un proyecto de ley republicano en discusión en el Congreso, calificándolo como una “abominación repugnante” por su impacto sobre el déficit fiscal. Trump respondió públicamente, visiblemente irritado, y activó una ofensiva que muchos interpretan como el inicio de una venganza.

En paralelo, Musk usó su plataforma X para lanzar una serie de ataques contra Trump y el Partido Republicano, exponiendo diferencias ideológicas y acusaciones cruzadas que antes se mantenían en privado.

Venganza con los archivos Epstein

La confrontación entre Elon Musk y Donald Trump alcanzó su máximo nivel de intensidad con la acusación que involucra al presidente en los archivos del caso Jeffrey Epstein. Elon Musk ha sugerido públicamente que Donald Trump podría estar mencionado en los documentos relacionados con Jeffrey Epstein, insinuando que esta sería la razón por la cual dichos archivos no han sido divulgados.

Sus palabras coinciden con las revelaciones del autor Michael Wolff, quien en su libro Fire and Fury incluye grabaciones en las que Epstein afirma haber sido amigo cercano de Trump durante una década. En estas grabaciones, Epstein alega que Trump tuvo su primer encuentro íntimo con Melania a bordo del avión privado conocido como “Lolita Express” y que disfrutaba de relaciones con las esposas de sus amigos.

Estas acusaciones han sido rechazadas por el equipo de campaña de Trump, calificándolas de “difamaciones escandalosas” y acusando a Wolff de intentar interferir en las elecciones mediante afirmaciones sin fundamento.

Elon Musk en el Despacho Oval
EFE

La escalada de esta disputa sugiere que las consecuencias podrían extenderse más allá de los protagonistas, afectando a múltiples sectores y generando un debate público sobre la transparencia y la rendición de cuentas en las altas esferas del poder.

Un conflicto con consecuencias globales

Mientras tanto, Tesla enfrenta una tormenta perfecta: caída en ventas, presión competitiva desde China, crisis de reputación y ahora, incertidumbre regulatoria. La amenaza de Trump de cortar el flujo de subsidios y contratos podría afectar también a SpaceX, cuya actividad está estrechamente ligada a misiones sensibles de la NASA y del Departamento de Defensa.

La alianza entre estos dos titanes de poder se ha transformado en una guerra de alto voltaje, con consecuencias políticas, económicas y personales. El desenlace es incierto, pero una cosa está clara: cuando los egos más poderosos de Estados Unidos colisionan, nadie sale ileso.

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