El presidente Donald Trump prohíbe la entrada a Estados Unidos de América a ciudadanos de 12 países y limita el acceso a personas de otros siete, a través de un decreto aprobado hoy. Este entrará en vigor a partir del próximo lunes 9 de junio. La medida, justificada por motivos de seguridad nacional, ha generado controversia y críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y sectores políticos.
La lista de países a los que Trump prohíbe la entrada a Estados Unidos
El decreto firmado por el presidente Trump establece la prohibición de acceso a los ciudadanos de los siguientes 12 países:
- Afganistán
- Birmania
- Chad
- República del Congo
- Guinea Ecuatorial
- Eritrea
- Haití
- Irán
- Libia
- Somalia
- Sudán
- Yemen
Respecto a los ciudadanos de las naciones con limitaciones de entrada, los afectados son aquellos de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Según la administración del gobierno encabezado por Trump, la medida busca proteger a Estados Unidos de posibles amenazas terroristas y de seguridad nacional. Se argumenta que los países afectados presentan altos índices de visados de alta duración, y carecen de sistemas de verificación de identidad lo suficientemente confiables.
La decisión se produce tras un ataque en Boulder, Colorado, atribuido a un ciudadano egipcio. Aunque Egipto no figura en la lista de países afectados, el incidente ha sido citado como un factor que motivó el desarrollo y la consecuente implementación del decreto.
Esta prohibición migratoria es también en parte consecuencia de una orden ejecutiva firmada por Trump el 20 de enero. Con ella, se obligó a elaborar un informe sobre las “actitudes hostiles” hacia Estados Unidos, por parte de los departamentos de Estado, de Seguridad Nacional y del director de Inteligencia Nacional. El fin del informe era el de determinar si la entrada de los ciudadanos de ciertas naciones podrían vulnerar la seguridad nacional.
Posibles excepciones y las consecuentes reacciones internacionales

El país norteamericano sí hará algunas excepciones a estas listas, según contempla el decreto. Tendrán permitida la entrada los aliados afganos reconocidos por el país, los atletas y entrenadores que compitan en eventos internacionales disputados en territorio estadounidense, las personas con doble nacionalidad, los residentes permanentes legales con una green card o con vínculos familiares a estos y los que pertenezcan a minorías religiosas perseguidas en estos países (como los cristianos en Irán).
Trump prohíbe la entrada al país a millones de personas con este veto. Pero da cierto margen a cambios: “Esta lista podrá ser modificada si se observan mejoras sustanciales, y también podrán añadirse nuevos países si surgen amenazas en otras partes del mundo”, ha declarado al presentar la directiva.
Diferentes organismos han criticado las medidas del decreto. La mayoría creen que es discriminatoria e incluso inconstitucional, y agregan que podría afectar a personas que nada tienen que ver con aquellos que quieren atacar el país.
Y no sólo eso, pues se teme que pueda generar tensiones diplomáticas. Podría afectar a las relaciones bilaterales con los países afectados. Además, se cuestiona la efectividad de la política en términos de seguridad, y se advierte sobre posibles consecuencias humanitarias, al dar la espalda a civiles sin vinculación alguna al terrorismo.