El próximo viernes 19 de diciembre está marcado en rojo en los calendarios de la comunidad científica. Será entonces cuando el cometa 3I/ATLAS alcance su punto de máxima aproximación a la Tierra dentro de su actual trayectoria. Un acontecimiento que ha activado un dispositivo internacional de seguimiento sin precedentes coordinado bajo el paraguas de Naciones Unidas.
El cometa 3I/ATLAS, de origen interestelar, se ha convertido en el protagonista de una campaña de observación impulsada por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN). Un organismo vinculado a la ONU y coordinado técnicamente por la NASA. El objetivo no es solo estudiar este visitante cósmico, sino poner a prueba los sistemas de detección y respuesta ante objetos cercanos a la Tierra.
¿Por qué el cometa 3I/ATLAS ha activado las alertas internacionales?
Aunque el cometa 3I/ATLAS no supone ningún peligro para nuestro planeta, su singularidad ha sido suficiente para activar el Sistema de Alertas de la ONU. El cuerpo celeste pasará a una distancia aproximada de 270 millones de kilómetros de la Tierra. Un margen considerado completamente seguro por los expertos.
Sin embargo, su procedencia interestelar lo convierte en una oportunidad única. Según explicó James Bauer, investigador principal del IAWN y profesor de astronomía en la Universidad de Maryland, el seguimiento del cometa 3I/ATLAS permitirá afinar las técnicas de rastreo y cálculo orbital que se emplearán en futuras amenazas reales.

El operativo desplegado en torno al cometa 3I/ATLAS implica la aplicación de una nueva técnica de astrometría diseñada específicamente para este objeto. El objetivo es medir con mayor precisión su posición y trayectoria, algo esencial para mejorar los modelos predictivos de otros objetos cercanos a la Tierra.
Los científicos recuerdan que episodios recientes, como el acercamiento del cometa YR2024, generaron incertidumbre precisamente por las limitaciones actuales en la medición orbital. Este nuevo objeto interestelar, el tercero registrado en la era moderna, sirve ahora como banco de pruebas para corregir esas carencias y reforzar los protocolos de actuación ante futuros escenarios de riesgo.
Una red global pendiente del cometa 3I/ATLAS
La Red Internacional de Alerta de Asteroides agrupa a más de 80 observatorios de todo el mundo, además de a decenas de científicos y astrónomos aficionados que colaboran en la detección masiva de objetos cercanos a la Tierra. La observación del cometa 3I/ATLAS es la primera vez que esta red rastrea de forma coordinada un objeto de origen interestelar desde que inició sus campañas en 2017.

Este despliegue global subraya la importancia científica del cometa 3I/ATLAS. No solo como objeto de estudio, sino como herramienta para poner a prueba la cooperación internacional en materia de vigilancia espacial.
Pese al despliegue científico, determinar con exactitud la trayectoria del cometa 3I/ATLAS no es una tarea sencilla. La variabilidad de su brillo y las fluctuaciones de su coma —la nube de gas y polvo que se forma al acercarse al Sol— pueden alterar la percepción de su tamaño y dificultar las mediciones.


