Los estadounidenses se preparan para un choque de alto nivel con el primer debate entre la candidata demócrata Kamala Harris y su rival republicano Donald Trump. La vicepresidenta y el expresidente se enfrentarán a su primer cara a cara durante la noche del martes (madrugada del miércoles en España).
La expectación es máxima. Se espera que más de 50 millones de espectadores verán en directo la batalla dialéctica entre dos políticos antagónicos como son Harris y Trump. Una exfiscal y antigua senadora de 59 años frente a un magnate de 78. Serán 90 minutos de tensión cruciales para esta inédita campaña en Estados Unidos.
A continuación, las claves de lo que no te puedes perder en el histórico cara a cara entre Harris y Trump.
La contención de Trump
No se habla de otra cosa en los medios y tertulias de Estados Unidos. ¿Con qué pie se levantará el expresidente este martes? ¿De qué humor estará? El estilo impredecible y carácter singular del candidato es la gran sorpresa de esta noche. Si Trump logra contenerse, parecer más moderado, dialogar tranquilo y controla su ira, será una gran baza para él. Si por el contrario, se irrita, le pierden las formas o se pone faltón, entonces, Harris será la gran beneficiada.
Cabe recordar que en 2016, Trump, que es muy dado a insultar, llamó a la candidata Hillary Clinton “nasty woman” (mujer desagradable), unas palabras que llenaron camisetas en apoyo de Clinton y por las que muchas estadounidenses sintieron rechazo. El exmandatario sabe que para ganar las elecciones de noviembre necesita el voto femenino.
Ligar a Harris con Biden
Una estrategia a seguir de Trump es la de ligar a su rival con la Administración Biden de la que es la vicepresidenta. Trump se centrará en las críticas a la economía y la inflación, uno de los grandes desafíos y que los estadounidenses más sienten en el bolsillo.
Distanciarse de Biden
Algunos analistas esperan que Harris se distancie del presidente Joe Biden y hasta mediados de julio candidato a las presidenciales. Otros creen que no es lo más idóneo arrinconar al presidente o intentar desvincularse cuando ella es la “número dos” del mandatario. Queda por ver qué estrategia sigue Harris a este respecto. Con todo, la economía y la inflación pueden arrastrar a la vicepresidenta.
La inmigración y la seguridad en la frontera
La inmigración y la seguridad fronteriza son temas que tendrán que mencionar tanto Trump como Harris. Se espera que el expresidente, de línea muy dura respecto a la migración, ataque las políticas de la Administración Biden. En los últimos mítines, el republicano ha asegurado que Caracas, la capital venezolana, es más segura que cualquier ciudad de Estados Unidos. En 2016, el famoso “muro de Trump” le obsequió con muchos votos.
El aborto
Seguramente Harris saque el controvertido asunto del aborto en Estados Unidos para que Trump se moje. La vicepresidenta es una firme defensora de los derechos reproductivos y criticará la decisión del Tribunal Supremo de anular el caso Roe contra Wade.
Las tablas de Trump
El republicano conoce muy bien la televisión y se desenvuelve muy bien en este formato. Trump también podría provocar a Harris para que se muestre excesivamente dura con él, o al contrario, que parezca que ha perdido la oportunidad de encararse con él y contenerle con datos y oratoria.
A qué prestar atención
Más allá de los debates políticos, los observadores deben prestar mucha atención a las señales no verbales y al comportamiento general de los candidatos. Estas sutiles señales pueden revelar mucho sobre su enfoque del debate y su estrategia subyacente. ¿Se muestran confiados, firmes o a la defensiva? ¿Parecen auténticos y comprometidos, o guionizados y distantes? Ambos se han preparado a conciencia y la falta de público lo hará muy similar a sus ensayos, pero nunca han debatido a pesar de los dardos que se han lanzado durante los últimos ocho años.
Por qué es importante el debate
El primer debate es una oportunidad crucial para que ambos candidatos marquen el tono de la campaña. Les permite presentar sus mensajes clave y poner de relieve sus puntos de vista opuestos sobre cuestiones críticas. Además, el debate permite conocer mejor la personalidad de los candidatos, sus estilos de comunicación y sus puntos fuertes y débiles. En otras ocasiones, los candidatos presidenciales llegaban siendo muy desconocidos para el público general estadounidense. Esta vez son dos pesos pesados.