Con los titulares centrados en las chocantes propuestas del presidente estadounidense Donald Trump, que acorde a sus pronunciamientos aspira a convertir la Franja de Gaza en un paraíso inmobiliario mediterráneo, los asuntos críticos pendientes de resolución quedan relegados a un segundo plano.
Los gazatíes, a los que Trump sueña con “reubicar” en terceros países para facilitar la reconstrucción de la franja, vagan por un territorio destruido e invivible, donde Hamás vuelve a patrullar las calles. En Israel, los familiares de los rehenes agradecieron a Trump el empuje inicial que derivó en la tregua y la liberación de rehenes cautivos en Gaza, pero temen que la segunda fase del alto al fuego no entre en vigor.
Los 76 rehenes en Gaza
Cualquier imprevisto -incumplimiento de Hamás o cálculos políticos de Benjamin Netanyahu– podría frustrar la liberación de los 76 israelíes que siguen secuestrados. La inteligencia israelí cree que 42 siguen vivos, y todas las miradas se centran en la madre Shiri Bibas y sus pequeños Ariel y Kfir. El padre, Yarden, fue liberado en el último intercambio, tras más de 15 meses sin saber nada de su familia. Su agonía no termina.

Shiri y Yarden Bibas junto a los pequeños Ariel (4 años) y Kfir (9 meses)
En una charla con prensa internacional en que participó Artículo14, madres y hermanas de rehenes lanzaron un mensaje desesperado al mundo. “No soy política, ni sé cual es la solución. Pero debemos asegurar el retorno de todos antes de que algo arriesgue sus vidas”, suplicó Herut Nimrodi, madre del soldado Tamir. Su hijo de 18 años, que servía en la unidad militar responsable de gestionar asuntos humanitarios con gazatíes, fue secuestrado poco después de las 6:49 de la mañana del 7 de octubre de 2023.
“Mi hija de 14 años vino gritando, tras ver a su hermano en un vídeo de Instagram. Lo estaban golpeando brutalmente, iba en pijama, descalzo y sin sus gafas. Estaba aterrorizado. Entendí que mi vida había cambiado”, prosiguió la madre del recluta. 489 días después de aquel fatídico Shabat, su misión vital es recordar a la opinión pública israelí e internacional el calvario que padece. “Estamos en un momento crítico, esperando el fin de la primera fase. Debemos presionar. Agradecemos a Trump por priorizar el asunto, y queremos apoyarle para que esto sea una bola de nieve imparable”, añadió.
El drama de los rehenes
Tras la liberación de los hombres Ofer Kalderon (54), Yarden Bibas (34) y el americano-israelí Keith Siegel (65), visiblemente afectados tras 15 meses de cautiverio en condiciones inciertas, las madres sufren por el estado físico y psicológico de sus hijos. Nissan Kalderon, hermano de Ofer, aclaró que “no os dejéis engañar por las fotos. Tras la sonrisa de Ofer hay una dura lucha diaria para rehabilitarse”. El soldado Tamir, que también tiene pasaporte alemán, cuenta con el apoyo de Berlín, que presiona a Hamás e Israel para hacer cumplir lo pactado. “No podemos normalizar una situación en que los rehenes sigan en Gaza. La prensa tiene que seguir contándolo”, exigió Herut.

Yarden Bibas junto a una soldado del Ejército israelí
Dalia Cusnir, hermanastra de Yair y Eitan Horn, ambos con doble nacionalidad argentina-israelí, se presentó con el número 489 pegado en el pecho. Son los días que lleva sin saber nada de sus familiares, ambos educadores sociales, dedicados a “intentar mejorar el mundo”. Eitan, residente del centro del país, visitaba a su hermano Yair en el kibutz Nir Oz, donde fueron sorprendidos por la invasión islamista. “No sabemos los detalles de lo que pasaron, luego supimos que 1.000 terroristas entraron al kibutz en tres oleadas”.
Todos los rehenes son ya “humanitarios”
El último mensaje que recibió de sus hermanastros, que se refugiaban en el cuarto blindado del hogar, fue a las 7:30. “Durante la tregua de noviembre de 2023, una mujer liberada nos dijo que ambos estaban vivos, pero en condiciones físicas y psicológicas terribles”, explicó. La liberada relató el hambre que sufrían, y situaciones de violencia sexual contra las mujeres.

Hamás libera a las cuatro soldados de Israel que había acordado tras el alto al fuego
Dalia está convencida de que ambos siguen vivos. “Yair debería salir en la primera fase, está incluido en la lista de los 33 que saldrán. Suponemos que lo catalogaron como rehén humanitario porque sufre diabetes”, continuó. Pero Eitan, que también tiene una enfermedad en la piel, que probablemente se deterioró por las pésimas condiciones higiénicas de su cautiverio, podría sufrir infecciones graves. “A estas alturas, todos los rehenes son humanitarios, deben volver urgentemente”, clamó. Siente que la tregua colapsará, porque “estamos tratando con Hamás, sabemos quienes son y lo que hicieron”.
Volver a abrazar a mi hijo
Para Vicky Cohen, cuyo hijo Nimrod fue abducido de un tanque que vigilaba la frontera con Gaza, el único sueño es “volver a abrazar a mi hijo”. Todos sus compañeros fueron asesinados el 7 de octubre, cuando islamistas detonaron un explosivo bajo el tanque, y fueron obligados a salir para evitar ahogarse. También vio a su hijo siendo capturado por un video en redes sociales. “Ya sabemos que no volverá en la primera fase de la tregua. Es un acuerdo muy frágil, y tememos que colapse. No tenemos tiempo, debemos devolver a los vivos y a los muertos”, demandó.

Familiares de los rehenes de Hamás que continúan secuestrados en Gaza protestan en Tel Aviv
Udi Goren, cuya hija Tal Goren fue asesinada en el kibutz Nir Itzjak, la espera para poder brindarle un funeral digno se hace eterna. Pese a su trauma sin cicatrizar, incidió en que para su familia no supone ningún alivio ver la destrucción causada en el otro lado. “Los civiles pagan el precio. No nos importa a quien apoyen, si a israelíes o palestinos. Esto debería parar, para poder rehabilitarnos. La liberación de los rehenes es la primera pieza del dominó”, concluyó.