La reunión entre Putin y Trump de este viernes, la primera desde junio de 2019, se perfila como un momento decisivo en la guerra de Ucrania. El encuentro tendrá lugar en la base aérea de Elmendorf-Richardson, en Anchorage (Alaska). Y tendrá como foco central el futuro del conflicto y un posible intercambio de territorios.
Donald Trump insinuó la semana pasada que se podrían “intercambiar algunos territorios” entre Rusia y Ucrania, pero sin dar detalles concretos. Estas declaraciones han alimentado especulaciones, especialmente después de que el Wall Street Journal publicara que el Kremlin propondría un alto el fuego a cambio de que Kiev cediera Lugansk y Donetsk. Además de renunciar a entrar en la OTAN.
Aunque el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha rechazado de plano esas condiciones, la reunión entre Putin y Trump podría sentar las bases de un segundo encuentro en el que participe Ucrania. Trump lo ha dejado claro: no espera un alto el fuego inmediato, pero sí una oportunidad para seguir negociando.
1) La evolución del mapa de Ucrania desde 2014
La reunión entre Putin y Trump no puede entenderse sin recordar cómo ha cambiado el mapa ucraniano desde 2014. Ese año, Rusia se anexionó Crimea tras un referéndum considerado ilegal por la comunidad internacional, después de que el expresidente Víktor Yanukóvich abandonara el país.
La intervención en Crimea encendió la mecha en el Donbás, donde los separatistas prorrusos de Lugansk y Donetsk organizaron sus propios plebiscitos.

Desde entonces, Ucrania ha perdido el control de amplias zonas de su territorio. Un proceso que culminó con la invasión a gran escala de 2022.
La situación territorial es ahora uno de los temas más delicados en la reunión entre Putin y Trump.
2) ¿Cuál es la situación de la guerra en Ucrania?
Tres años y medio después del inicio de la ofensiva, Rusia controla alrededor del 20% del territorio ucraniano, incluidas Crimea y partes de otras regiones. Los frentes se han movido poco en el último año, pero las incursiones y contraataques siguen generando tensiones.
La reunión entre Putin y Trump se produce en un contexto de avances limitados pero significativos en ciertas zonas. Como la reciente incursión rusa en dirección a Dobropilia.
Aunque el presidente Zelenski resta importancia a estos movimientos, voces militares advierten del caos en algunos sectores estratégicos. Lo que aumenta la presión sobre cualquier negociación.
3) El conflicto en el Donbás
En el Donbás, Rusia controla cerca del 88% de su territorio. Domina casi por completo Lugansk y tres cuartas partes de Donetsk.
Las fuerzas ucranianas mantienen algunas ciudades clave, pero bajo amenaza constante.

Putin ha reconocido a Lugansk y Donetsk como “repúblicas populares” y las ha incorporado a la Federación Rusa, lo que dificulta cualquier concesión.
Este punto será una de las líneas rojas en la reunión entre Putin y Trump. A fin de cuentas, Ucrania no está dispuesta a aceptar la pérdida definitiva de esta región minera estratégica.
4) El sur de Ucrania y la estrategia marítima
En el sur, Moscú controla alrededor del 74% de Zaporiyia y Jersón. Un corredor que conecta con Crimea y garantiza acceso al mar Negro y al mar de Azov. Aunque Putin podría congelar las líneas actuales en esta zona, no hay garantías de que acepte una retirada.
Las palabras de Trump sobre “propiedades frente al mar” podrían referirse a este espacio costero de alto valor estratégico. La reunión en Anchorage podría clarificar si hay disposición real a consolidar estas posiciones o si el Kremlin busca ampliarlas.