Elecciones en Francia

Sin paridad: los obstáculos de las candidatas femeninas en Francia

Ningún partido ha logrado respetar la paridad de género en Francia. Es la cifra más baja de representación femenina desde hace 17 años para unas elecciones a la Cámara Baja

Francia
Carteles de la izquierda, el Nuevo Frente Popular, con Aurelien Saintoul y Jean-Luc Melenchon, sin mujeres Efe

Menos mujeres que hombres se han presentado a la primera vuelta de las legislativas de este 30-J en Francia, y las que han salido candidatas lo tendrán difícil para ganar en segunda vuelta. El porcentaje de aspirantes mujeres que han buscado un asiento en la Asamblea es de un 41%, la cifra más baja desde hace 17 años para unas elecciones a la Cámara Baja.

“Las candidaturas se armaron en muy poco tiempo y en detrimento de las mujeres, pero también de las feministas”, se queja a Artículo14 Aliénor Laurent, del movimiento Alertes Féministes. La crítica se extiende a todas las fuerzas políticas, ya que ninguna logró respetar la paridad de género.

Pero hay partidos peores que otros. Los Republicanos (LR, derecha clásica) dan mal ejemplo, con un 31% de candidaturas femeninas. La alianza LR/extrema derecha, creada a última hora por Eric Ciotti -presidente expulsado de Los Republicanos tras tejer una alianza con los ultras de Marine Le Pen (cese que debe de ser ratificado por los tribunales)-, presenta un escenario aún más masculino: de los 59 candidatos, sólo 11 son mujeres (un porcentaje de 18,6%).

Marine Le Pen junto con el líder del partido de oposición de derecha Los Republicanos, Eric Ciotti, en la conferencia de prensa del partido de extrema derecha francés RN

En el campo izquierdista, el tablero del poder está mejor equilibrado. La Francia Insumisa clavó la paridad (50%), seguida por los Ecologistas (49%), los Socialistas (45%) y los Comunistas (45%). Sin embargo, en el global, la coalición Nuevo Frente Popular, formada esencialmente por estas fuerzas y que sería la segunda formación más votada en los comicios, no llegó a alcanzar la paridad.

El único con un porcentaje mayor

El único partido que cumplió con algo más de holgura al designar más mujeres que hombres fue el de Renacimiento, del presidente Emmanuel Macron, con un 51% de candidatas. Sin embargo, la alianza centrista de la que es parte junto a otras formaciones, ‘Juntos por la mayoría presidencial’, no es paritaria en sus candidaturas. Con un 20% de intención de voto, la alianza sigue en el tercer puesto entre los favoritos del electorado.

En la boca del lobo

Además de subrepresentadas, las mujeres que se han disputado uno de los 577 escaños que compondrán la nueva Asamblea a partir del 8 de julio tienen otro obstáculo por delante: ganar en distritos donde ya se sabía de antemano que el favorito es de otro partido.

“Ya es un clásico: siempre ponen a las mujeres en distritos donde difícilmente ganarán”, lamenta Laurent. De modo general, un 41,4% de las candidatas en estas elecciones se postulan en circunscripciones muy difíciles de ganar.

El caso más notorio es el de la Agrupación Nacional (RN), que roza la mayoría absoluta, según los sondeos. Aunque haya designado 47% de candidatas mujeres, la grieta entre géneros es grande cuando se analizan de cerca en cuáles territorios las mujeres salen candidatas: un 63% fue designada para zonas con remotas posibilidades de victoria. Los hombres, en cambio, ocupan dos tercios de las plazas en los distritos donde el RN sacó excelente resultado en las europeas del 9 de junio. Se infiere, así, que el partido reserva los puestos clave, con más posibilidad de éxito, a los hombres.

Macron

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se hace una foto simpatizantes después de votar en la primera vuelta en Touquet-Paris-Plage

Pese a que las mujeres sean un 51,5% de la población de Francia, es probable que la próxima Asamblea sea todavía menos femenina. Disuelta el pasado 9 de junio, la Cámara Baja era ya era desventajosa para las mujeres, con solamente 37,5% de diputadas salientes.

Poca presencia en los programas

Si las mujeres no están bien representadas en las candidaturas, tampoco lo están en los programas partidarios, según las expertas. Para la presidenta de la Fondation des Femmes, Anne-Cécile Mailfert, “los programas femeninos son extremadamente débiles”, dijo en declaraciones a la prensa.

La poca atención a la agenda de las mujeres no se puede imputar solamente al calendario apresurado de las elecciones anticipadas. Ella refleja también el hecho de que las reivindicaciones feministas no están integradas en las esferas de los partidos.

El programa del ultraderechista RN cita a las mujeres cuando trata de la endometriosis, de la represión a los acosadores callejeros y, con más realce, cuando propone un plan de natalidad que garantice “la continuidad de la civilización”. En los últimos días, Jordan Bardella -candidato a primer ministro- se ha autoproclamado como el defensor de los derechos de las mujeres. El partido cuenta con el voto femenino para lograr una victoria que le dé la mayoría absoluta en la Cámara Baja, condición para que Emmanuel Macron tenga que nombrar a Bardella como líder del primer gobierno ultraderechista de la historia de Francia.

El partido de Macron

La alianza macronista pone en relieve una baja para madres y padres de 3 meses, mejor indemnizada. Entre otras medidas, está el refuerzo de la línea telefónica para proteger mujeres amenazadas y la generalización de las paradas extraordinarias en las líneas de autobuses por las noches, es decir cuando las usuarias piden al conductor que pare en un lugar más cercano a su casa aunque sea fuera de la parada establecida.

En cuanto a la izquierda, Laurent lamenta que no haya la inserción de políticas de género más ambiciosas. La organización que co-preside, Osez le Fémenisme, es pionera en la discusión en Francia para la restrición de la pornografía, que incita a la violencia de género.

Críticas a la Izquierda

La escasez de propuestas se refleja en el propio lenguaje, según más de una decena de feministas que firmó una tribuna en Le Monde esta semana, analizando las 23 páginas del programa del Nuevo Frente Popular. “La ausencia de términos femeninos” es, para ellas, “un síntoma de la ausencia de un pensamiento sobre la igualdad de género”.

Ellas critican, por ejemplo, que las mujeres tengan un apartado de media página en el documento y no estén integradas de modo transversal en todo el programa. Y finalizan con un humor ácido: “Pero no os preocupéis, camaradas, votaremos por vosotros. Más vale un programa de viejos izquierdistas que de jóvenes fachas”.

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