EEUU

Un regalo de 4 de julio para Trump: la Cámara aprueba su “gran y hermosa ley”

Aunque los republicanos insisten en que no se trata de una ley presupuestaria, el contenido del paquete tiene profundas implicaciones fiscales y sociales

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asiste al evento de celebración del 4 de julio en Washington, DC, EE. UU., el 4 de julio de 2019.
EFE

La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves por un margen estrechísimo (218-214) el proyecto de ley conocido como la “gran y hermosa ley” del presidente Donald Trump, un paquete legislativo no presupuestario —aunque de impacto fiscal monumental— que sus impulsores han denominado una “ley de programa”.

Este controversial proyecto se convierte así en un verdadero regalo político para Trump en la víspera del 4 de julio, día en que Estados Unidos celebra su independencia, reforzando su posición de liderazgo dentro del Partido Republicano y marcando una de las victorias legislativas más significativas para el presidente de la Cámara, Mike Johnson (R-La.).

Este proyecto representa mucho más que un simple paquete legislativo. Se trata de un triunfo estratégico para la dirigencia republicana en la Cámara, que logró revertir decenas de votos en contra gracias a intensas negociaciones internas y la intervención directa de Trump. Aunque fue una batalla compleja que dividió a los republicanos.

Trump
Una foto facilitada por la Casa Blanca muestra al presidente de EE. UU., Donald Trump, y al vicepresidente, JD Vance (izquierda), en la Sala de Situación de la Casa Blanca en Washington
Efe

Entre los pocos disidentes republicanos que votaron en contra junto a todos los congresistas demócratas se encuentran Thomas Massie (Kentucky) y Brian Fitzpatrick (Pensilvania). Ambos expresaron su preocupación por el impacto fiscal del proyecto, en contraste con el entusiasmo de los líderes del partido.

Aunque los republicanos insisten en que no se trata de una ley presupuestaria, el contenido del paquete tiene profundas implicaciones fiscales y sociales. Entre los puntos más destacados se encuentran:

  • Extensión permanente de los recortes fiscales de Trump de 2017, incluyendo la eliminación de impuestos sobre propinas, horas extra y beneficios del Seguro Social.
  • Modificaciones significativas a Medicaid, como la imposición de requisitos laborales y una reducción en la participación financiera federal a los estados.
  • Incremento del techo de la deuda en 5 billones de dólares.
  • Asignación de $175 mil millones para seguridad fronteriza y $150 mil millones para defensa. ICE tendrá un presupuesto anual de 37.000 millones: superior a lo que gastan en defensa la mayoría de países del mundo.
  • Aumento temporal del límite de deducciones estatales y locales (SALT) a $40,000, con un regreso al tope actual de $10,000 en cinco años.

Un proceso caótico y desgastante

El camino hacia la aprobación no fue fácil. Las votaciones se extendieron hasta la madrugada debido a las divisiones internas. De hecho, se rompió el récord de la votación más larga en la historia de la Cámara: siete horas y 24 minutos. En otro momento, una votación clave quedó abierta por casi seis horas mientras los líderes republicanos buscaban convencer a los indecisos.

Durante la madrugada del jueves, finalmente se adoptó una resolución que permitió avanzar con el debate del proyecto, después de una sesión maratoniana que mostró claramente la fragilidad del control republicano.

Uno de los momentos más inusuales se produjo cuando el representante Scott Perry (R-Pa.) se ausentó para ir a cambiarse de ropa en su estado natal. Sus colegas conservadores exigieron que se esperara su regreso para votar. Johnson bromeó diciendo que incluso le ofreció prestarle ropa, pero Perry se negó.

Una oposición contundente

El líder demócrata Hakeem Jeffries (D-N.Y.) protagonizó su propio récord al hablar durante casi nueve horas para protestar contra el proyecto. Aunque su esfuerzo no pudo detener la aprobación, sí subrayó el rechazo total del Partido Demócrata a una legislación que consideran regresiva y fiscalmente irresponsable.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el proyecto podría aumentar la deuda nacional en $3.3 billones durante los próximos 10 años. La Casa Blanca, por su parte, refuta esta proyección y asegura que, junto con otras políticas de crecimiento, la ley reducirá el déficit en más de $5 billones. Más preocupante aún, el CBO estima que las modificaciones a Medicaid dejarán sin seguro de salud a 12 millones de personas durante la próxima década.

Esta ley importa tanto que en la celebración del Día de la Independencia del 2025 se consolida el trumpismo como fuerza dominante dentro del Partido Republicano. También confirma la capacidad de Trump para movilizar a sus aliados y presionar con éxito a los congresistas en contra de sus propios votantes para avanzar en su visión política y económica, aun cuando las consecuencias fiscales y sociales sean objeto de fuertes críticas por los ciudadanos estadounidenses.

Este “regalo” legislativo del 4 de julio podría convertirse en un arma electoral poderosa o en una carga difícil de sostener en el tiempo.

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