Opinión

Hubiera sido histórico

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Dos años y medio después, el FC Barcelona ha vuelto a casa este sábado ante el Athletic de Bilbao, con la obra lejos aún de terminar, con el aforo reducido a 45.000 espectadores pero recuperando, por fin el Camp Nou.

“Tornem a casa” fue el claim que se estampó en las camisetas de los jugadores del Barça para un día muy especial. Una espera que por momentos se hizo agónica no por los plazos en sí, sino por el repetitivo incumplimiento de expectativas que la propia directiva del club había ido creando.

Durante el último año hubo diferentes amagos de regreso, todos ellos gratuitos y a la vez disparatados por la cruda realidad de las obras. Para el 125 aniversario del club, la vicepresidenta institucional Elena Fort prometió a los socios que el regreso sería entorno a esa efeméride, en noviembre de 2024.

En diciembre lo mismo ocurrió cuando se enfrentó al At. Madrid y posteriormente para la segunda fase de la Champions, en febrero. Ninguna de esas promesas tenía ningún viso de credibilidad, aunque tampoco pareció inquietar demasiado al socio culé, acostumbrado a las bravuconadas de Laporta y a la vez encantado por aquel entonces con el juego del equipo dirigido por Flick y por el crecimiento de su estrella Lamine Yamal.

El festival de lo absurdo culminó con el anuncio a través de un vídeo del propio Joan Laporta el pasado mes de agosto de regresar al Camp Nou para el Trofeo Joan Gamper, que finalmente se tuvo que jugar en el Johan Cruyff con un aforo de 6000 espectadores al no conseguir del Ayuntamiento de Barcelona la licencia de primera ocupación para el Camp Nou.

Tampoco se logró para el primer partido de liga en casa, frente al Valencia, correspondiente a la cuarta jornada, ya que el Barça había obtenido permiso de la Liga para jugar los tres primeros partidos fuera a la espera de regresar a Spotify Camp Nou. El estreno liguero se tuvo que jugar en el Johan Cruyff al no estar disponible el Lluis Companys, igual que el Barça-Getafe de la jornada 5.

A finales de octubre ya se vislumbraba que los permisos estaban a punto de llegar, pero curiosamente, después de tanto anuncio “fake” en el último año, la directiva azulgrana esperó hasta el pasado lunes para anunciar que el Barça volvía, por fin, al Spotify Camp Nou al haber obtenido por parte del Ayuntamiento la reapertura con licencia 1B, es decir, con aforo de 45000, menos de la mitad de la cifra total cuando las obras estén terminadas, que será de 105000.

Lo que siempre se dio por hecho que el estadio lo abrirían ellos. Nunca ellas.

Dos días antes de ese anuncio, el pasado sábado, se disputó el clásico femenino entre FC Barcelona y Real Madrid, que ganaron las azulgranas 4-0. Justo una semana antes de la reapertura del estadio. ¿Alguien en el club se planteó ceder el honor de reabrir el Camp Nou a la sección que más títulos y gloria ha dado al club en los últimos años?

No se me ocurre un mayor respaldo y homenaje al fútbol femenino del club que domina España y Europa en los últimos años que haberles cedido a ellas esa oportunidad. La respuesta de Elena Fort, preguntada por esta posibilidad en “El Partidazo” de Cope el pasado lunes fue que la fecha de reapertura la ha hecho el ayuntamiento: “no nos lo pudimos plantear porque no teníamos las autorizaciones y era difícil poder ajustarlo. Hubiera sido icónico, pero por un problema de licencias no llegamos a tiempo”

Una semana más después de 28 de obras. Nunca sabremos si con buena voluntad e interés de club y ayuntamiento, se hubiera podido otorgar ese honor a las jugadoras del Barça para un día histórico para el club. Una verdadera lástima.

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