Los puentes entre el Partido Popular y el PNV están completamente rotos desde hace tiempo y tampoco hay voluntad de las partes para reconstruirlos. Ni el momento de parálisis legislativa ni tampoco las sombras de la corrupción que se agrandan sobre el Gobierno abren una vía de entendimiento entre ambos partidos, que continúan cruzándose reproches en público y en privado.
La moción de censura a Mariano Rajoy, que contó con el voto a favor de los nacionalistas vascos, provocó el choque de trenes. Y desde entonces no ha habido reconciliación posible, tampoco con Alberto Núñez Feijóo, que ha dado orden de atacar tras el último informe de la UCO, que revela indicios de un presunto cruce de favores entre Santos Cerdán y el PNV en 2018.

Así, en Génova no cuentan con que el PNV pueda ser una pieza fundamental para conseguir sus objetivos; esto es, para echar a Pedro Sánchez del Gobierno a través de una moción de censura. Tampoco se creen que los nacionalistas pidan en serio una cuestión de confianza.
La vía de Junts frente al PNV
Pero esta distancia entre ambos va más allá. En la dirección nacional del PP empiezan a tener claro que “no” podrán contar con el partido que ahora dirige Aitor Esteban en el futuro, esto es, de cara a un escenario en el que Feijóo llegue a La Moncloa. De hecho, en Génova hay quien ya apuesta abiertamente por cosechar la vía Junts frente al PNV, de cara a una futura legislatura. “Si ellos nos apoyan, no necesitamos al PNV”, aseguran fuentes populares.
Más claro ha sido en estos días el propio presidente del PP vasco, Javier de Andrés, que sostiene en público lo que el PP dice en privado. “Hay que tratar al PNV como podría tratarse a ERC, Podemos o Sumar”. A su juicio, “es un partido más con el que no tenemos posibilidades de acuerdo, ni a efectos de una investidura o de poder de ningún tipo”.

“Nos echaron del Gobierno y no le debemos nada”, es la frase que usan varios miembros de la dirección nacional consultados por este periódico en los últimos días. En el PP, de hecho, dan por “muerto” al partido vasco al comprobar cómo, según sus encuestas, están en plena caída porque “el apoyo a Pedro Sánchez les empieza a pasar factura a nivel nacional”, dicen fuentes en Madrid.
Así, el propio Feijóo busca su desgaste y siempre que puede le espeta a PNV que su apoyo a Sánchez “no le saldrá gratis”. Son un partido “tributario” del PSOE, inciden en su equipo. Y, al no ver ni una posibilidad para el reencuentro, está dispuesto a “destaparles”.
El PNV y Cerdán
“Vamos a ir a por ellos”, explican en el entorno de Feijóo. Lo harán, en un primer paso, a través de la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. Allí llamarán antes de que acabe el año al exsecretario general del PSOE, Santos Cerdán, una vez que ha salido de la cárcel. El objetivo de los populares pasa porque el exnúmero dos de Pedro Sánchez explique que papel jugó el PNV en la trama corrupta.

“Exigieron puestos clave en un Ejecutivo que daba esas adjudicaciones” a “dos máximos colaboradores de Sánchez (…) a cambio de mantener el apoyo parlamentario del recién investido presidente del Gobierno”, recordó esta semana la vicesecretaria de Regeneración Institucional, Cuca Gamarra, tras hacerse público el último informe de la UCO.
Este señalamiento por parte del PP enfada al PNV, que acusa a Feijóo con poner el “ventilador” para acusarles “de cosas que no tienen sentido”, en relación con los vínculos con Cerdán. De ahí que tampoco en la formación peneuvista se aprecie intención de aproximarse a los populares, a pesar de que reconocen en privado que quedan “pocas razones” para apoyar a Sánchez en Madrid. Son, precisamente, el traspaso de competencias pendientes del Gobierno al País Vasco lo que hace al PNV mantener firme su apoyo en el Congreso.



