Este 2025 se cumplen 100 años desde que la primera mujer española obtuvo el carnet de conducir. Si bien la primera mujer en conducir un coche fue la escritora gallega Emilia Pardo Bazán en 1904, fue en 1925 cuando Catalina García González obtuvo el mencionado carnet.
Aunque ya en el año 1918 la ley permitía conducir a las mujeres, éste era un hecho que no estaba bien visto. Conseguirlo, además, no era tarea fácil pues para poder presentarse al examen las mujeres necesitaban el permiso del marido, a no ser que fueran solteras o viudas.
Catalina había iniciado un servicio regular de transporte de viajeros llevado a cabo en su coche de caballos y creando la línea Cofiñal-Puebla de Lillo- Boñar. A raíz de la obtención de su carnet de conducir y ya en el año 1928, consiguió la concesión en exclusiva de la línea anteriormente mencionada, la cual realizaba con su propio coche, un Hispano-Suiza.
Este hecho fue el punto de partida para otras muchas mujeres como Celia Rivas, cuando en el año 1932 se convirtió en la primera mujer en conseguir el permiso para conducir camiones, o Piedad Álvarez que en 1935 fue la primera mujer taxista de España.
El sector de la automoción ha sido tradicionalmente un entorno dominado por hombres, pero en las últimas décadas, la presencia femenina va aumentando aunque muy lentamente. En 15 años, su presencia en el sector solo ha avanzado tres puntos porcentuales, según un informe del Grupo Mobilitas de Atrevia.
El informe elaborado por Auto Mobility Trends (FLASH), muestra que la presencia femenina en la industria de automoción ha pasado del 22% en 2008 al 25% en 2023.
En particular, la evolución es peor en las empresas de venta y reparación de vehículos, donde la presencia femenina ha pasado del 16% en 2008 al 15% en 2023.
En las empresas de distribución comercial y la postventa de vehículos, la presencia femenina es de 47.500 trabajadoras frente a un total de 342.600 de personal en plantilla.
Hay que destacar que también han aumentado los puestos ocupados por directivas en empresas y organizaciones relacionadas con el sector aunque los datos reflejan que todavía se está muy lejos del objetivo de la paridad con los hombres.
La presencia de mujeres está centrada en algunos departamentos como recursos humanos y administración, pero no en posiciones con sueldos altos.
Es incuestionable que la participación de mujeres en diferentes áreas de esta industria, desde la ingeniería hasta el diseño y la gestión, es fundamental para la aportación de nuevos enfoques y nuevas perspectivas.
Son varias las empresas y organizaciones que reconocen la importancia de atraer talento femenino y han llevado a cabo diversas iniciativas a para facilitar su acceso y crecimiento profesional en la industria.
Para facilitar esta inclusión se han creado iniciativas como Faconauto Woman, primera red de cooperación de mujeres y hombres del sector de la automoción en España que tiene como objetivo potenciar el talento femenino en el sector del motor y visibilizar la importancia de los equipos mixtos en concesionarios y talleres.
Las mujeres han contribuido significativamente al sector automovilístico en el pasado y en el presente pero todavía existen fuertes barreras que impiden una mayor igualdad de oportunidades y representación en todos los niveles.
Hay que conseguir que el sector sea más atractivo para las mujeres y deje de percibirse como una actividad masculinizada.
Hay que dar a conocer a las mujeres las oportunidades de futuro que presenta el sector de la automoción y para ello es importante fomentar el acceso a los institutos de Formación Profesional donde las mujeres se vean atraídas por grados como la mecánica. Del mismo modo, hay que motivar la apuesta femenina por las carreras STEM que están enfocadas en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Es muy positivo que las empresas y administraciones se sigan implicando en la captación de talento femenino en el sector de la automoción. La preparación y cualificación de las mujeres es fundamental para las empresas aportando valor añadido y capacidad de adaptación a la evolución del mercado, y esto debe poder hacerse en todos los ámbitos labores, incluyendo cargos de responsabilidad y puestos directivos.