Opinión

No hay genocidio en Gaza, aunque sí en las neuronas de algunos

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Si Israel hubiera querido eliminar a la raza palestina (sea eso lo que sea: la mayoría son egipcios y jordanos de origen) del planeta -y eso significa la palabra “genocidio”- lo hubiera podido hacer en una tarde. No hubiera tenido que sufrir continuos ataques, atentados y bombardeos desde hace varias décadas. En vez de avisar a la población gazatí, lanzar folletos, desplazar gente… medidas más expeditivas le hubieran ahorrado la muerte o las secuelas de por vida de sus propios militares y de su población. Pero la masacre del 7 de octubre del 2023 marcó el punto de no retorno. Y van a hacer cualquier cosa para alejar el peligro lo más definitivamente posible. No es una valoración moral; es describir la situación. Y, sí, en Gaza y en todos los territorios agresores podría muy posiblemente haber “crímenes de guerra” (es que lo que hay es una guerra), pero no un “genocidio”. Para empezar son ciudadanos israelís, con los mismos derechos, más de dos millones de palestinos.

Aquí hay cosas que no se entienden y habría que empezar a usar la cabeza. La ONU quiere un “Estado palestino libre de Hamás”. Guay.  Pero en Gaza Hamás es aún (sólo tienen que googlear o preguntar a la IA), con diferencia, el partido político más popular. ¡Áteme esta mosca por el rabo! Ya han perdido mucho tiempo los humanos tratando de cuadrar los círculos imposibles. Por no decir que la ONU, a través de la UNRWA y otras organizaciones, lleva décadas ayudando, financiando, dando apoyo y, me temo, que encubriendo las intenciones, esas sí genocidas, de la mayoría de los adultos de Gaza y, más o menos, Cisjordania. Mejor que la ONU ayude a Israel a expulsar a Hamás de Gaza (o de Judea y Samaria). Pero, ¡ca! Ni siquiera tenemos noticias de que esta organización esté preocupada por el siniestro programa de pago por asesinato de la Autoridad Palestina que sigue vigente. La diferencia entre la Autoridad Palestina y Hamás es de grado y de oportunidad. Ninguno ha cambiado de opinión en su propósito de acabar con esos vecinos que antes les pagaban la luz, el agua y les daban trabajo. Y yo diría que ya no más.

Ataque
Palestinos desplazados
EFE/EPA/HAITHAM IMAD

Pero los progres de todos los partidos (hasta del “centroderecha”, y no miro a nadie) piensan que Israel tiene derecho a defenderse pero sólo un poquito. Es que no cambian. Les reproduzco un diálogo que tuve hace unos días pero que es exacto a otros que tuve hace 20 años.

  • Amigo socialista: “No creo que haya que hacer una carrera de barbaridades. Quien debe parar primero es el que se considere más fuerte, de lo contrario cae al nivel del otro”.
  • Yo: “No. Debe parar a quien ha hecho una masacre, se ha llevado rehenes y no da garantías de no repetir los crímenes. ¡No al yihadismo!
  • Amigo socialista: “Pues de acuerdo, nadie parará porque en ambos bandos está la misma barbarie. Pero en el lado Palestino hay unos culpables definidos que son Hamás, no todo el pueblo palestino. Al otro lado un muy poderoso estado judío que ha superado en mucho al comprensible, que no justificable, deseo de venganza.
  • Yo: “No existe la misma barbarie. Lo que es una barbaridad es que pienses algo así. Además, el pueblo de Gaza votó abrumadoramente por Hamás. Si les importaran los niños, sólo deberían rendirse. Y más sabiendo que no van a ganar”.

Y dejó la conversación.

En ninguna guerra tiene la obligación de dejar las armas “el más fuerte”. No se hubiera acabado ninguna. Pero este concepto es el que late en una izquierda, yo creo que de pocas luces. O muy oportunista políticamente hablando. Pero, lamentablemente, las decisiones a la desesperada  (hay que mantener cargos y sueldos) de Sánchez y su gobierno, nos ponen en el lado equivocado. “Cancelando” a Israel sólo nos traerá inseguridad a los españoles en un mundo que se ha puesto muy duro.