Francia

La hija de Brigitte Macron denuncia el grave impacto del ciberacoso: “Sufre constantemente”

El juicio en París expone el impacto familiar y psicológico de años de rumores maliciosos sobre la primera dama

Brigitte Macron

El juicio celebrado en París contra quienes han difundido rumores falsos sobre la vida privada de Brigitte Macron ha puesto de relieve cómo el ciberacoso ha impactado directamente en la salud mental y en la estabilidad familiar. Tiphaine Auzière, la hija menor de la primera dama y abogada de profesión, acudió al tribunal para exponer ese daño que, según su testimonio, ha golpeado a su madre durante años.

Durante su declaración, Auzière aseguró que la campaña digital que ha atribuido falsamente a Brigitte Macron ser hombre de nacimiento ha provocado “una degradación en su estado de salud, así como en su contexto familiar y privado”. Su intervención, cargada de preocupación, buscó mostrar el alcance psicológico y físico del acoso, dirigido tanto a la primera dama como a su entorno más próximo.

La mujer de 41 años subrayó que su madre “sufre constantemente” las consecuencias de una desinformación que ha sido repetida y amplificada en redes sociales. Entre los señalamientos más hirientes figura la acusación de que Brigitte Macron habría nacido hombre bajo el nombre de Jean-Michel Trogneux, quien en realidad es su hermano. La testigo destacó que estos bulos no solo atacan a la protagonista, sino que se proyectan sobre toda la familia. Declaró que los nietos de la primera dama escuchan en la escuela que “su abuela es un hombre”, algo que para ella resulta insoportable.

Brigitte Macron y Emmanuel Macron durante la visita que están realizando a Vietnam
Efe

“Ha desarrollado ansiedad”

Auzière profundizó en esta angustia y afirmó que “mi madre ha desarrollado ansiedad en relación a sus nietos por todo lo que escuchan sobre su abuela”, y que Brigitte Macron “no puede abstraerse de todos los horrores que se hablan de ella, ni un solo segundo”. En otro de los momentos clave, señaló el nivel de vigilancia al que está sometida la esposa del presidente francés: según sus palabras, tiene “la obligación de tener el máximo cuidado con su postura, sus gestos, porque su imagen puede ser manipulada al servicio de la mentira”. Una preocupación constante que, afirmó, resulta “imposible” de compatibilizar con una vida normal.

La vista oral ha generado tal expectación que se requirió cambiar a una sala de mayor capacidad. En el banquillo se encuentran diez personas, ocho hombres y dos mujeres, de entre 41 y 65 años, juzgadas por ciberacoso, difamación y por difundir afirmaciones maliciosas sobre el “género” y la “sexualidad” de la primera dama. Todas podrían enfrentarse a hasta dos años de prisión si resultan culpables.

Además, a los acusados se les reprocha haber sugerido un componente delictivo en el inicio de la relación entre Brigitte y Emmanuel Macron debido a la diferencia de edad de 24 años entre ambos, ya que él era menor cuando se conocieron en el instituto donde ella ejercía como profesora. Esa insinuación se ha convertido también en un elemento recurrente de las publicaciones hostiles.

El eco del caso ha trascendido Francia. En 2024, la influencer estadounidense Candace Owens, cercana políticamente a Donald Trump, difundió ante millones de seguidores los mismos rumores surgidos años atrás en medios conspirativos franceses.

La primera dama de Francia, Brigitte Macron, observa durante una ceremonia que conmemora el 81 aniversario de la liberación de Bormes-les-Mimosas durante la Segunda Guerra Mundial.
EFE/EPA/MIGUEL MEDINA

“No deseo a nadie lo que está padeciendo”

Owens publicó contenidos sobre la teoría de que Brigitte Macron fue “asignada hombre al nacer”, convirtiéndose en un altavoz internacional de una desinformación que ya se encontraba disparada. Por ese motivo, Emmanuel Macron y su esposa han iniciado en Estados Unidos un proceso paralelo contra la creadora de contenido, denunciándola por difamación. Allí planean aportar pruebas “científicas” y fotografías con las que buscan demostrar que la primera dama no es una persona transgénero.

Algunos de los acusados en el juicio de París han tratado de escudarse en la libertad de expresión. Uno de ellos defendió su “derecho a la sátira”, mientras otro afirmó que ejercía su “libertad de pensamiento” frente al llamado “media deep state”, expresión usada para insinuar un supuesto encubrimiento mediático.

Mientras tanto, Brigitte Macron, de 72 años, ha preferido mantenerse lejos de la sala. No obstante, trasladó a los investigadores el impacto que todo esto ha tenido en ella y en su familia. Según declaró su hija, “no deseo a nadie en esta vida lo que ella está padeciendo”.

La sentencia del caso está llamada a convertirse en un hito dentro del combate a la violencia digital en Francia. En los últimos años, figuras públicas, especialmente mujeres en política, han sido víctimas de campañas similares.

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