La batalla de la primera dama Brigitte Macron contra los bulos en internet que la acusan de ser transgénero cumple una nueva etapa en Francia. Mientras en Estados Unidos la contienda se juega en el Tribunal de Delaware contra una influencer de ultraderecha, en el país galo la partida se había enfriado tras la anulación de dos condenas por difamación. Sin embargo, a partir de este lunes, el Tribunal Correccional de París vuelve a la carga en un nuevo juicio, esta vez contra 10 acusados de hostigar en línea a la primera dama.
Los perfiles de quienes se sentarán en el banquillo esta semana son diversos: político, galerista, publicitario, profesor o informático, apuntó el diario Le Parisien. Algunos ya son conocidos de la esfera complotista, otros son internautas anónimos. En común, todos habrían tomado parte en la difusión de comentarios calificados como maliciosos e humillantes sobre el género y la sexualidad de la primera dama, que presentó la denuncia en agosto de 2024.

Figuran solamente dos mujeres en la demanda. La primera es Natacha Rey, autora en 2021 de la teoría según la cual Brigitte nació hombre, bautizada Jean-Michel Trogneux –nombre, de hecho, del hermano mayor de Brigitte, de 80 años–. La otra acusada es Delphine Jégousse, una autoproclamada médium y periodista que, bajo el seudónimo de Amandine Roy, ha viralizado la información en su canal de YouTube.
Una campaña de difamación
Ambas ya habían sido acusadas en otra demanda, esta vez por difamación, interpuesta por Brigitte y su hermano. Condenadas en primera instancia, fueron absueltas por el Tribunal de Apelación en julio de 2025. En el entonces, el abogado de Natacha Rey celebró la decisión como la prueba de que las ideas de su cliente fueron refrendadas judicialmente. Sin embargo, un juicio por difamación no verifica la veracidad de las informaciones vinculadas, sino que su impacto en la honra e integridad de la supuesta víctima.
Además, la legislación tipifica la difamación cuando se imputa a alguien un acto ilícito o contrario a la moral, y es aquí que la denuncia perdió fuerza. Ser transgénero, en el parecer del Tribunal de Apelación de París, no es algo ilícito ni contrario a la moral. Brigitte y su hermano recurrieron la decisión.

Ahora, las investigaciones por ciberacoso, realizadas por la Brigada de Represión de la Delincuencia contra las Personas de la Policía Judicial, se centraron en mensajes, chistes, insultos o fotomontajes hechos o difundidos en internet.
La brecha de edad
Para la periodista Besma Lahouri, autora de una biografía no autorizada de la ex primera dama y top model Carla Bruni, Brigitte Macron es la antípoda de Bruni, omnipresente y adorada en la prensa durante el mandato de Nicolas Sarkozy (2007-2012). “Brigitte es la única mujer de un jefe de Estado que quiere pasar lo más desapercibida posible. Toda la desconfianza que ella suscita se debe a la diferencia de edad entre ambos”, afirmó en una entrevista a Artículo14. La teoría transfóbica se ve alimentada por esta brecha de 24 años.

“Carla Bruni era adulada y su marido visto como aquel que había conseguido hacerse con la mujer trofeo; pero ella no aportó nada a su mandato. Mientras que Brigitte, que tanto aportó a Macron a nivel intelectual, no es popular”, detalla Lahouri, quien critica un arraigado conservadurismo en la sociedad francesa.
La edad no importa en ellos
La brecha etaria, de acuerdo con Lahouri, no es criticada con otra pareja conocida mundialmente: Donald Trump y Melania, que se llevan la misma diferencia de edad (24 años), pero en sentido inverso –una disparidad históricamente aceptada, si se da entre el hombre, más mayor, y la mujer, más joven–.
La pareja presidencial francesa decidió en julio de 2025 emprender una batalla legal internacional, ya que la teoría transfóbica sobre Brigitte Macron rápidamente cruzó el Atlántico y aterrizó de lleno en el canal de la influencer Candace Owens. Icono de la tendencia MAGA (Make America Great Again), esta treintañera afrodescendiente y hostil al movimiento Black Lives Matter contribuyó a desviar hacia Donald Trump parte de los votos de las minorías.

Con un amplio segmento que cuenta con 5,4 millones de suscriptores en YouTube y 7,3 millones en la red X, Owens presentó una ultra difundida serie de 11 episodios bajo el título “Becoming Brigitte”. A lo largo de varias horas, la presentadora da detalles sobre la presunta conversión de género de Brigitte Macron y su posterior corrupción de menores al acercarse del joven Macron –así como describe un supuesto entramado empeño del jefe de Estado y su entorno para callar a la norteamericana–.
Los Macron se muestran confiados de su decisión. La opción de contrarrestar las fake news por la vía judicial, sin embargo, les expone no solo a los altos costes jurídicos –se trata de una demanda privada–, sino que al riesgo de perder ante la justicia. Estados Unidos, famoso por el apego a la libertad de expresión (asegurado en la Primera Enmienda de 1791), es un país donde figuras públicas difícilmente ganan acciones por difamación.




