En la madrugada del jueves, María Corina Machado apareció en el balcón del Gran Hotel de Oslo para saludar a los venezolanos que la esperaban coreando el ‘Gloria al Bravo Pueblo’. Fue su primera aparición pública después de más de un año en la clandestinidad. No solo fue un reencuentro político, sino también un gran reencuentro familiar. A su lado estaban su madre, su hija y varias mujeres que llevan años acompañándola.
La líder opositora ofreció una imagen de valentía y de una lucha constante, pero sobre todo compartida con las mujeres que han marcado su vida y su movimiento.

Corina Parisca Pérez
Psicóloga y extenista, Corina Parisca Pérez es la madre de la líder opositora. A sus 84 años, llegó a Oslo para acompañar a su hija tras una odisea que incluyó amenazas y asedio del régimen de Nicolás Maduro. Ella misma fue parte de la llamada “operación precisa” que, según el senador estadounidense Marco Rubio, permitió rescatar a varios colaboradores de Machado y trasladarlos a Estados Unidos.
“Me siento feliz y orgullosa de mi hija”, declaró a EFE en silla de ruedas, a su llegada a Noruega. “Ella está tan bien representada por nosotros, su familia, y por el pueblo de Venezuela. Lo dará todo”.
Corina Parisca no solo es su madre, sino también una inspiración. Juntas fundaron la Fundación Atenea, dedicada a la atención de niños y jóvenes vulnerables en Caracas. Machado ha reconocido públicamente que de ella heredó su fe y su fortaleza moral.

Ana Corina Sosa
Ana Corina Sosa Machado, la mayor de los tres hijos de la dirigente, fue quien recogió el Premio Nobel de la Paz en nombre de su madre. Ingeniera industrial formada en la Universidad de Michigan y con un máster en Harvard, actualmente reside en Nueva York, donde trabaja en la compañía tecnológica Celonis.
Durante la ceremonia en el ayuntamiento de Oslo, Sosa fue quien anunció con emoción: “Aunque ella no ha podido estar en esta ceremonia, debo decir que mi madre nunca rompe una promesa”. Y añadió: “Con toda la alegría de mi corazón, puedo decirles que en solo unas horas podremos abrazarla aquí en Oslo”.
Dos años sin ver a su madre no mermaron su admiración. En su discurso, recordó a las familias separadas por la crisis venezolana: “Mientras espero ese momento para abrazarla, pienso en otras hijas e hijos que no pueden ver hoy a sus madres. Esto es lo que la motiva”.

Magalli Meda
Magalli Meda, jefa de campaña de Machado, representa la lealtad política llevada al extremo. Pasó más de un año refugiada en la embajada de Argentina en Caracas, desde marzo de 2024 hasta mayo de 2025, perseguida por cargos de “traición y conspiración”. Tras una arriesgada operación de rescate, logró salir del país rumbo a Estados Unidos.
En vísperas del Nobel, Meda desmintió que Machado considerara exiliarse: “Cómo vamos a pensar que María Corina no va a regresar. Eso es como decirle a una madre que va a dejar de querer a sus hijos”.
Para Meda, su causa tiene un matiz: “La suya es una lucha profundamente femenina”. Desde el exterior, continúa coordinando la comunicación internacional del movimiento Vente Venezuela y articulando redes de apoyo para los perseguidos políticos.

Clara Machado
Su familia, marcada por la ausencia del patriarca Henrique Machado Zuloaga, no ha dudado en acompañarla en su vuelta. Entre sus tres hermanas, destaca Clara Machado, presente en Oslo, quien describió a su hermana como “no una persona, sino un sentimiento nacional”. Emocionada, contó que al escuchar el discurso de Ana Corina Sosa se sintieron “tomadas de la mano, estremecidas por la emoción” y recordó que “sabía que ella iba a cumplir su palabra y no iba a descansar hasta llegar a Oslo”. Clara también rechazó para El Heraldo de México las acusaciones de que María Corina promueva una intervención extranjera y afirmó que “la verdadera violencia proviene del régimen de Nicolás Maduro”.

Sviatlana Tsikhanouskaya
En Oslo, junto a su familia, también se vio a Sviatlana Tsikhanouskaya, líder democrática de Bielorrusia. Invitada por Machado, la política bielorrusa declaró: “María Corina ha luchado valientemente contra la tiranía en Venezuela y merece este premio más que nadie. Su lucha nos recuerda que resistir la dictadura es una tarea global”.
The #NobelPeacePrize awarded to @MariaCorinaYA shows that the fight against dictatorship is not only a Venezuelan struggle—it is a global task. Belarusians face the same repression, violence & lies. This prize lifts all who resist tyranny, everywhere that freedom is under attack. pic.twitter.com/d0w6xZPumc
— Sviatlana Tsikhanouskaya (@Tsihanouskaya) December 10, 2025
“Son las mujeres venezolanas las que sostienen al país”
Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional, resumió el sentir de muchos: “María Corina se ha convertido en el símbolo más nítido de esa valentía y de ese arrojo. Son las mujeres venezolanas las que sostienen al país, las familias, la sociedad. En ellas se refleja María Corina Machado, y en María Corina se reconocen millones de mujeres que, como ella, han decidido no rendirse”.
Desde su madre hasta sus compañeras de causa, pasando por su hija y sus hermanas, la historia de María Corina Machado no puede entenderse sin el respaldo de las mujeres que la rodean. En Oslo, entre abrazos y lágrimas, se hizo visible quienes siempre han sostenido su lucha.


