Análisis

¿A quién beneficia la tensión en Torre Pacheco? ”Si escala, a Vox le pasará factura”

El Gobierno utiliza la mesa del Consejo de Ministros para atacar a Vox y al PP por lo sucedido en Torre Pacheco. Feijóo denuncia que Sánchez usa los disturbios “para tapar su corrupción”

Los graves incidentes en Torre Pacheco ocupan desde el pasado fin de semana el foco mediático y político. Desde la mesa del Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, no ha dudado en acusar a Vox de alentarlos y ha incluido en sus críticas al PP . “Vox chapotea en el odio con el silencio cómplice del PP”, afirmó. Desde Sumar también se han hecho comentarios parecidos. Mientras, Alberto Núñez Feijóo no ha dudado en enviar este martes una declaración a los medios marcando distancias con los de Santiago Abascal, pero también criticando al Ejecutivo.

La bronca política es total mientras la tranquilidad en las calles de la localidad murciana no llega. El PP ha endurecido así su tono y ha condenado rotundamente la violencia. De fondo ha buscado poner contra la pared a Vox, que ha llegado a justificar que los vecinos se tomen “la justicia por su mano”. “Que nadie cuente con el PP para agitar las calles”, afirmó en un vídeo enlatado. Ester Muñoz, su portavoz en el Congreso, se pronunció en términos parecidos. Dicho esto, también cargó contra el Gobierno, del que dijo utilizar los disturbios “para tapar sus secciones al separatismo y su corrupción”.

Podemos, por su parte, ha entrado también en  la polémica para atacar a Interior. Con un tono muy duro ha acusado al Gobierno de “inacción”. “La acutación policial ha estado muy por debajo de la media”, criticó la líder morada Ione Belarra. Ayer se desplazó hasta el lugar de los hechos con el objetivo de que su voz se escuchara en medio de una polémica en la que la izquierda alternativa pierde foco.

Un“caso gravísimo de racismo terrorista de extrema derecha”

¿Qué formación política se podría beneficiar de este clima de crispación? Los politólogos consultados por Artículo14 lo tienen claro y apuntan que es Vox quien más puede sacar rédito político en estos momentos, pero también advierten: si la situación escala aún más, les pasará factura. La sociedad penalizará “los discursos del odio”, refrendan. Los que pueden salir menos reforzado son las izquierdas. Sobre todo por el debate y desafección que genera la complejidad de la política migratoria y el fracaso de las fórmulas puestas en práctica para intentar regularla y separar la inmigración de la delincuencia.

Así lo defiende Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de Atrevia. No está, dice, cómoda la izquierda en este debate. “En estos momentos no tiene mucho diferente que ofrecer a lo que han ofrecido hasta ahora”. Señala una encuesta de El Mundo que reflejaba como un contundente 70 por ciento de los votantes españoles respalda las deportaciones de inmigrantes ilegales. Y lo que es más relevante, un 57% de los votantes socialistas lo confirmaban.

A juicio del experto, la situación beneficiaría a Vox debido, en parte, al giro hacia la derecha en el resto de países europeos. Cree que el partido de Santiago Abascal ha conseguido meter en agenda este tema. Sin embargo, advierte de que “si la situación escala”, el rédito puede volverse en conta de esta formación. “Si solo es ruido, a Vox le viene bien. Otra cosa es que hablemos de muertes”, avisa.

También la filósofa Elizabeth Duval cree que son partidos de extrema derecha los que más se benefician de estos sucesos y los responsabiliza de “inocular odio” dentro de la sociedad al vender “un relato de miedo y terror”. Pero avisa de que en esta ocasión puede producirse un efecto contrario.

Alerta Duval de que “la imagen de las cacerías nazis es tan grave que puede acabar movilizando más a una parte del electorado progresista por haberse pasado Vox de frenada”. También cree que a quien menos beneficiaría es a las izquierdas. Opina que no es un tema en el que se sienten cómodas. “Se benefician mucho más cuando la conversación va sobre el coste de la vida o derechos sociales”.

Para Pablo Simón es todavía “precipitado” hacer cálculos electorales. “Uno puede pensar que a Vox le viene bien que la inmigración esté en la agenda desde la perspectiva de la seguridad”, pero todavía no ve datos que puedan mostrar ese beneficio. Tampoco en el otro lado. “Aunque el PSOE quiera polarizar” con la caza de inmigrantes que alienta la ultraderecha “no está claro ese rendimiento”.

“Beneficia a quien ha promovido o avalado la reacción (Vox) y a quienes niegan siquiera la existencia de un conflicto”, explica Astrid Barrio, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Valencia. De fondo, aporta que este tipo de situaciones acaba “reforzando” los argumentos y posiciones de todos los partidos, pero, sobre todo, genera más “polarización política”, para evidenciar la distancia existente entre los partidos. Además, considera que también produce un efecto afectivo que acaba desembocando en que los ciudadanos votantes de un partido acaben rechazando al otro. Sobre la irrupción de Podemos en el debate, cree que Belarra “necesita hacerse notar como oposición”.

La socióloga Alejandra Nuño cree que la política se ha distanciado “hace tiempo” de lo que necesita la gente. “Hoy, todos los partidos instrumentalizan. Pero hay fuerzas que, directamente, se alimentan de esta confrontación”. Y advierte: “Estos componentes pueden incendiar aún más la falta de cohesión social”.

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