El PSOE no remonta en Valencia: ni despega Morant ni tumban a Mazón

El último CIS refleja que Mazón y Joan Baldoví somo preferidos como potenciales presidentes antes que la ministra de Ciencia. Pilar Bernabé también se ha visto acusada de falsear su currículum

Diana Morant.
KiloyCuarto
El 41 Congreso del PSOE, en diciembre, llevó a algunos de sus dirigentes a soñar con el retorno del PSPV a la Generalitat Valenciana. Hubo elogios al emotivo discurso de Diana Morant, ministra de Ciencia, secretaria general y candidata del partido en la comunidad autónoma. Había pasado poco más de un mes desde la Dana del 29 de octubre, que se cobró 229 vidas. Y el president, Carlos Mazón (PP), estaba en el disparadero. Entonces no habían logrado subirse a la ola de la indignación ciudadana por la gestión de Mazón, pero confiaban en que pronto lograrían hacerlo, capitalizando este descontento.
Siete meses después, en julio, el CIS confirmaba que están muy lejos de este objetivo. Que, a pesar de las marchas multitudinarias contra el president, el PP seguiría ganando las elecciones, aunque fuera por la mínima. Y apuntaba que los valencianos prefieren a Mazón y a Joan Baldoví (Compromís) al frente del Govern, antes que a Morant.
Los socialistas intentan aferrarse a los datos más negativos para Mazón que arroja esta encuesta: el 80% de los valencianos apuesta por el relevo del president, y un 60% cree que están peor que cuando gobernaba la izquierda. Pero el PSPV no despega. Y esto es lo que se refiere únicamente a los indicadores del ámbito autonómico que arroja el Centro de Investigaciones Sociológicas.
A nivel estatal, el barómetro de julio también recoge que Morant está entre las ministras menos conocidas. A pesar de que suele confrontar con Mazón. Siete de cada 10 españoles ni siquiera la reconocen, y desde julio de 2024 al mismo mes de este año apenas ha ganado 8 puntos en este registro. Lleva cuatro años contando con el escaparate de un Ministerio y de la sala de prensa de La Moncloa, pero hace un año apenas la reconocían dos de cada 10 ciudadanos.
Con el avance del curso, y pese a la ofensiva de la izquierda, Mazón ha apuntalado posiciones, y ha logrado aprobar Presupuestos gracias al apoyo de Vox. Morant no cuenta con escaño en el Parlament, pero ha tratado de compensar esta carencia con su exposición mediática. Esta semana de transición hacia las vacaciones de verano, su agenda como ministra sólo recoge cuatro citas, una en la noche del jueves, y tres visitas en la mañana del viernes. Todas tienen lugar en la Comunidad Valenciana.
En sus intervenciones mediáticas ha podido arremeter contra Mazón por el pacto presupuestario con Vox (antes ya le había ofrecido los votos del PSPV), o por su rechazo a la quita de deuda que ofrece Hacienda a todas las comunidades autónomas, también a la Valenciana. Ha intentado aprovechar el desgaste que genera al Ejecutivo del PP la investigación judicial sobre la Dana, y ha exigido elecciones a Mazón en varias ocasiones. Sin éxito.
Durante meses, en su partido han pedido tiempo y confianza para permitirle remontar. Su momento “llegará”, resumía un dirigente estatal al ser preguntado por Morant. Unos segundos antes, cuestionado por el papel que está jugando la delegada del Gobierno en la Comunidad y candidata a la Alcaldía de Valencia, Pilar Bernabé, su respuesta era bien distinta. “Está en su momento”.

El efecto dominó del caso Noelia Núñez

La polémica tras la dimisión de la diputada y dirigente del PP Noelia Núñez, por mentir sobre su formación académica, erosionó inicialmente en exclusiva al PP. Y ha acabado golpeando como un bumerán al PSOE. La dimisión del comisionado especial del Gobierno para la Dana, José María Ángel, por la polémica de su título supuestamente falso, ha sido el escándalo más grave en esta semana de ajuste de cuentas entre PSOE y PP por la formación de algunos de sus dirigentes.

El hasta ahora presidente del PSPV ha dejado el cargo dos días después de conocerse que la Agencia Valenciana Antifraude advertía de su utilización de un título universitario falso para promocionar como funcionario. Inicialmente, el Ejecutivo dejó la puerta abierta a sostenerle; Ángel emitió el martes un primer comunicado negando irregularidades para acceder al estatus de funcionario, y en Moncloa pensaron que podrían contener la hemorragia. No lograron hacerlo y el jueves oficializó su dimisión.

Esa misma mañana, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reaccionó a las preguntas sobre Ángel exigiendo explicaciones sobre el currículum de otro destacado dirigente del PP, el presidente andaluz. Juan Manuel Moreno está entre los cargos públicos sobre los que el PSOE extendía la sospecha, y Montero, candidata en Andalucía, se prestó a participar en este pulso con los conservadores durante una entrevista en TVE. “En reiteradas ocasiones ha falsificado su currículum, ha mentido y, evidentemente, no ha presentado ningún tipo de dimisión”, acusó.
Después de Núñez cayó Ángel, pero entre los políticos señalados han aparecido otros tantos nombres, entre ellos el de Bernabé. La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y secretaria de Igualdad del PSOE está entre las dirigentes a las que el se atribuye una mayor proyección. Y, durante estos días de pugna partidista, librada con especial intensidad en las redes sociales, se ha visto cuestionada por plasmar en su currículum que finalizó sus estudios de licenciatura en Filología Hispánica. “A los agitadores que intentan intoxicar sobre mi currículum, sólo tenían que ir al portal de transparencia. Ahí ha estado siempre la verdad”, respondió el jueves en un comunicado.
También defendió que el dimitido Ángel “se aparta para defender una trayectoria intachable de servicio público durante cuatro décadas, salvando vidas como referente en emergencias”. “Todo lo contrario de quien hoy se aferra a la Generalitat, de espaldas al clamor de su pueblo”, reprochó. Morant, por su parte, mostró su respeto por la actuación del excomisionado. Aseguró que no le reclamaron la dimisión, y enfatizó que, pese a ello, él “ha dado un paso al lado”.

Una estrategia “errática”

Bernabé es la dirigente designada para disputar el Ayuntamiento de Valencia y, a diferencia de lo que ocurre con Morant, muchos socialistas defienden a capa y espada su labor política. En el caso de Morant, hay dirigentes que no dudan en considerar “errática” su estrategia. Por ejemplo, en Madrid muchos no entendieron que coqueteara con la opción de presentar una moción de censura contra Mazón y que después recogiera cable.
Si Feijóo no mueve ficha en las próximas horas, el PSPV moverá ficha” afirmó en marzo. En apenas 10 días, su órdago acabó desinflándose.
El interés de Sánchez por recuperar poder en esta plaza, así como los esfuerzos de Ferraz por reforzar al PSPV, son evidentes: El líder del PSOE ascendió a Bernabé en diciembre. Y la actual secretaria de Organización, Rebeca Torró, nombrada hace algo menos de un mes, también viene del partido que comandó Ximo Puig. El oxígeno que han prestado a la federación valenciana, sin embargo, no ha bastado hasta ahora para alterar el mapa de poder en la región.
Por débil que hayan visto a Mazón durante meses, o por importante que sea el rechazo social a su gestión, Morant no parece ser capaz de capitalizarlo, y ya lo reconocen algunos interlocutores socialistas. Tampoco ayuda que surjan nuevos escándalos como la dimisión del comisionado, o las informaciones de imprecisiones o falsedades en el currículum de una de las mujeres llamadas a tener un papel fundamental en el PSOE.