El Gobierno busca a la desperada medidas que ayuden a recuperar la confianza de sus socios – también de sus votantes- tras los últimos escándalos del caso Koldo. Y entre sus fórmulas más llamativas se encuentra la que ha anunciado hace unas horas la ministra de Igualdad, Ana Redondo: reimpulsar la ley para abolir la prostitución.
“Creo que hay que hacer de la necesidad virtud, creo que es el momento”, ha asegurado Redondo en rueda de prensa. El Gobierno es consciente de lo que supone haber tenido entre sus filas a un presunto putero durante años: “Esos audios nos ponen frente al espejo. Es el momento de reaccionar en todos los sentidos y con la mayor contundencia”.
Se refiere a las conversaciones entre Koldo y Ábalos en las que este último habla de una de “las chicas” que se “enrolla que te cagas” y de las que estaría bien “cambiar para probar”. Un ministro de Transportes socialista – en aquel momento- hablando de mujeres como si fuesen objetos desechables.
Y el Partido Socialista, que desde hace tiempo desecha cualquier otra opción que no sea la de abolir la prostitución, quiere volver a intentarlo. Porque no es ni la primera ni la segunda vez que lo hace. Y, spoiler, todas han resultado ser un fracaso.
Ha asegurado la ministra que este nuevo intento será el de verdad, la que cambiará a la sociedad española, la que “permitirá avanzar con paso firme (…) hacia una mayor calidad democrática y feminista”. Sobre cómo lo hará no ha dado ninguna pista. Ni si quiera si basarán sus medidas en el resto de leyes y enmiendas que ya han presentado en el pasado. Aunque estas últimas pueden darnos alguna pista.
Año 2024, modificación de Ley: Sin apoyos
El último intento del Gobierno para abolir la prostitución fue en mayo de 2024. Propusieron entonces una modificación de la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal, “para prohibir el proxenetismo en todas sus formas”. La propuesta cubría tres puntos clave. El mismo número de hojas que presentaron como ley. Tres folios, tres puntos. El resto, relleno.
Su idea era condenar todo tipo de proxenetismo con penas de prisión de uno a tres años, castigar a la “tercería locativa” (figura jurídica que alude al lucro de quien proporciona un lugar en el que la persona prostituida realiza su actividad sexual), y sancionar a los puteros.
Detallan en este último punto qué tipo de penas recaerían sobre estos (de tres a seis años de prisión) y qué tipo de medidas adicionales se aplicarían si los puteros fuesen un cargo público: la pena de inhabilitación absoluta de seis a doce años. Por ejemplo, presuntamente a Ábalos.
El mismo hombre que, el año pasado, votó a favor de esta modificación de ley. Entonces él pertenecía ya al grupo mixto. Pero ahí estaba, sacando pecho por el feminismo socialista. A pesar de ese voto a favor, el PSOE no contó con los apoyos suficientes.
Solo Coalición Canaria, el BNG y UPN votaron ‘sí’. El resto de socios dieron la espalda a esta proposición de ley. Ni si quiera contó con el apoyo del PP, que sí los apoyaron en su anterior intento para abolir la prostitución.

Año 2022, enmienda ‘Solo sí es sí’: Retirada
En el año 2022, cuando la cartera de Redondo aún estaba en manos de Irene Montero, el PSOE trató de incluir su postura abolicionista en la ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual (‘Solo sí es sí’) antes de su aprobación. Desde el ala socialista consideraban que el borrador no abordaba lo suficiente la problemática de la prostitución.
Con esta enmienda buscaban prohibir el proxenetismo, endurecer la tercería locativa y ampliar las penas de prisión de 1 a 3 años. Era casi un calco al proyecto de Ley que presentarían dos años después, aquel mayo de 2024.
Octubre de 2022, otro intento fallido: adelanto electoral
Al no prosperar esa enmienda, el ala socialista del Gobierno, meses después, volvieron a intentarlo. Esta vez como una proposición de Ley. Una vez más, basaron su texto en las mismas ideas que luego utilizarían en un futuro.
Unidas Podemos registró una enmienda a dicho proyecto que debía ser aceptada para poder contar con sus votos: eliminar el artículo 187. “El hecho de convenir la práctica de actos de naturaleza sexual a cambio de dinero u otro tipo de prestación de contenido económico, será castigado con multa de doce a veinticuatro meses”.
Consideraban desde la formación morada que, con este artículo, las fuerzas de seguridad intensificarían su “control y persecución”, incluyendo a las mujeres que ejercen la prostitución. Pedían también aumentar los años de prisión para los proxenetas (de 2 a 4, en vez de 1 a 3).
Esta proposición de Ley tampoco salió adelante. Se convocaron elecciones generales y la proposición quedó guardada- que no olvidada- en un cajón.
¿Qué cambiará el PSOE para contar con los apoyos suficientes?
Sin más detalle que el de “se está trabajando en ello”, el Ministerio a cargo de Redondo, al ser preguntado por este medio, no ha querido ahondar en más detalles.
La única diferencia conocida con el resto de los intentos es que, en esta ocasión, las medidas se impulsarán directamente desde el Gobierno. Eso significa que deberá contar con el apoyo de su socio de coalición Sumar. Y su postura, como partido, no es unánime.
La norma podría volver a depender de Ábalos
Paradójicamente, de quién también podría depender, de nuevo, es del mismo hombre por el que ahora Igualdad vuelve a impulsar su norma abolicionista: el señor José Luis Ábalos, que aún mantiene su escaño como diputado en el Grupo Mixto.
La diferencia es que cuando Ábalos votó sí en mayo de 2024 aún no se conocía su interés por el mundo de la prostitución de esta manera. Asique, los audios del caso Koldo, que han servido para reactivar la norma abolicionista del Gobierno son también un arma de doble filo.