Machismo, prostitución y lenguaje salvaje: “Ariadna y Carlota, a tomar por culo”

Ábalos y Koldo García organizaban encuentros con prostitutas y hablaban con desprecio de las mujeres a las que conseguían trabajo

José Luis Ábalos llevaba un año al frente del ministerio de Transportes. Formaba parte de un Gobierno y un partido considerado “feminista”. Él mismo sacaba pecho de ello en sus intervenciones públicas. Mientras, en paralelo, el machismo, la prostitución y el lenguaje salvaje marcaban su día a día, tal y como se desprende de las conversaciones con su asesor Koldo García.

El exministro planeaba una ruta por carretera en el sur de España. “Una mierda. Esas son carreteras nacionales, estás loco. No podemos… A ver, que va, que va”, le decía Koldo García. “Vienen estas, claro. Hay que buscar un sitio”, respondía el ministro. Estas resultaban ser prostitutas y no eran desconocidas para ellos: “Mira, si vienen aquí, ya sabes quién va a venir, eso lo tengo claro. Si viene aquí, tienes a la Ainara ¿Cómo es?”.

Todo se ha destapado, en el marco de la investigación de la Guardia Civil por la presunta corrupción que tiene a Santos Cerdán, además de Ábalos y su asesor, en el centro de la diana. En ese momento de la conversación, empezaron los calificativos misóginos hacia esas mujeres. “La Ariatna que está bien, que está recién… Está bien, está perfecta. No, si yo quiero la otra también, pero era porque cambiaras tú. Pero a ti te gusta más Ariatna”, le proponía García al ministro. Pero Ábalos tenía sus preferencias: “No, sé, la Carlota se enrolla que te cagas”, decía. “Pues la que tú quieras. O Ariatna y Carlota, y a tomar por culo”.

A algunas de las mujeres de su círculo les buscaban puestos de trabajo, pero se referían a ellas de la misma manera despectiva:  “Nicoleta, ¿te acuerdas de la chica rumana y demás? No solo hay que valer para follar. Ella la pobre está en el paro”, le rogaba Koldo García a Santos Cerdán. Y dicho y hecho, Nicol acabó obteniendo un contrato en EMFESA, una empresa pública dependiente de Adif.

A sus relaciones extramatrimoniales les ponían apodos. Jésica Rodríguez era ‘España’ y Claudia Montes ‘la de Gijón’, que para Ábalos era “muy pesada”. Ambas acabaron obteniendo contratos laborales en empresas públicas dependientes del ministerio.

Las conversaciones grabadas por el exasesor de Ábalos sobrepasan el lenguaje coloquial y llegan incluso a ser salvajes. En un punto Koldo García comentaba con Santos Cerdán la destitución de Ábalos y lamentaba que el partido le había dado de lado. Es ahí cuando decía: “Pero me da igual, como si has violado a tu hija, después de lo que has hecho por Pedro y por el partido que te traten así es una canallada”.