La causa palestina puede defenderse con toda la legitimidad posible y con la cabeza alta de quien apoya asuntos justos. Netanyahu ha traspasado todos los límites legales y morales. Lo que no es de recibo es que un presidente del Gobierno de un país como España se jacte del boicot que grupos de izquierda, empezando por el suyo propio, han sometido a la Vuelta ciclista a España y soliviante a sus ciudadanos para que continuaran con el desvarío de llevar la protesta a una causa deportiva. Vivimos una época de polarización política, sólo hay que recordar el asesinato de Charlie Kirk, por muy lejos que estemos de sus postulados. Lo que no esperábamos, aunque en estos tiempos cualquier cosa es posible, es que el jefe del Ejecutivo jaleara esa polarización, poniendo en peligro a ciclistas y a todo el personal que trabaja en una celebración de este tipo. Sánchez no llamó a la tranquilidad, que lo hubiera armado de razón, sino a las barricadas, como si solo la violencia fuese el camino para llegar a la Justicia.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, asiste a un acto del partido socialista con militantes, este domingo en Málaga. Lo que desgraciadamente ocurre en Gaza se ha convertido en un comodín progresista para que algunos postulados políticos escapen de sus propios fracasos. Y eso no se puede tolerar. Es muy grave y muy serio lo que se dirime en Palestina para que los que mandan en España se lo tomen con el tono festivo del vermut del domingo.
Ojalá que la denuncia fuera a favor de los que sufren y no parte de una estrategia electoral para colocarse “en el lado correcto de la historia”. Sánchez fue pionero en el reconocimiento del Estado palestino, en alzar la voz contra las atrocidades, pero ahora parece dispuesto a agitar la polarización también en este terreno. Flaco favor hace el presidente del Gobierno con esta actitud a la causa legítima de los gazatíes.

Si realmente queremos ayudar a que el conflicto no se enquiste y que no sufran los que menos culpa tienen, lo que no se puede hacer, como Sánchez, es, mostrarse en poder de la verdad absoluta y calentar los ánimos al paso de la “serpiente multicolor”. Palestina agradecería a nuestro mandatario, estamos seguros, que no reme en su contra. Esta no es la manera de defender a los niños que se mueren de hambre y a sus madres. La causa Palestina no necesita de este apoyo moral impostado. Todo lo contario. Le priva de su razón verdadera.