El auge de Vox condiciona la agenda de Sánchez y Feijoo

El PP evaluará las consecuencias del ascenso de los de Abascal y el riesgo a no tener mayoría en Castilla y León y Andalucía. El ascenso ultra podría llevar a Moncloa a un adelanto electoral

Santiago Abascal
Javier Cuadrado

La gran batalla electoral se librará en este nuevo ciclo político en el bloque de la derecha. Entre PP y Vox, principalmente, pero también con especial atención a la posible irrupción de nuevas plataformas conservadoras, que podrían agitar el panorama si deciden ser una opción más en las próximas elecciones generales. Los nuevos protagonistas, Iván Espinosa de los Monteros y Miriam González. 

Si la tendencia no se detiene, Vox puede sacudir de nuevo el tablero político electoral y, sobre todo, hacer peligrar gobiernos autonómicos en solitario del PP. Es una reflexión que ya se evalúa en la sede nacional del PP, donde a partir de octubre empezarán a testarse el efecto de la subida del partido de Santiago Abascal en los territorios, según explican a Artículo14 fuentes de la dirección nacional.  

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo
KiloyCuarto

Los esfuerzos en Génova 13 se dirigen a tratar de taponar fugas a Vox  en la derecha que puedan acabar erosionando las mayorías populares con Castilla y León y Andalucía como principales escenarios, por ser las autonomías que primero se someterán a las urnas en 2026. 

Expertos demoscópicos consultados por este diario ponen especial atención a estas dos comunidades y a la posibilidad de que, si Vox logra “romper” la mayoría de los populares y hacerles dependientes, ello puede ser un “aliciente” para  que Pedro Sánchez convoque elecciones generales anticipadas. Entonces, explican, el PSOE volverá a sacar brillo a la estrategia del “miedo a Vox” que funcionó en la última parte de la campaña electoral del 23J y propició el vuelco electoral y la llave de La Moncloa al PSOE. Así, para los expertos, el principal objetivo del PP debería ser el de “no ser dependiente de Vox”.   

Hoy por hoy, el principal foco está en Castilla y León, con elecciones el próximo año y donde los incendios de este verano podrían tener consecuencias electorales.  

Abascal y Feijóo - Política
Santiago Abascal, líder de Vox, y Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular
Kiloycuarto

El director de Atrevia, Manuel Mostaza, refuerza este análisis. “Si Vox tiene buen resultado y dificulta la gobernabilidad del PP en las comunidades, puede ser un incentivo para Sánchez para convocar”, reflexiona. No sería el único factor, avisa. “Todo lo que sea provocar ruido en la relación PP-Vox, al PSOE le vendrá bien”. Coincide Pedro Marfil, miembro de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), que asegura que una subida de Vox en las comunidades “activaría al electorado de izquierdas temeroso” de un Gobierno de PP con Vox.   

Astrid Barrio, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Valencia, no ve riesgo en que el PP pierda sus mayorías en estos momentos, pero sí que pueda depender “más de Vox”. Y critica la estrategia socialista de “alimentar a Vox para debilitar al PP”. “Es algo clásico en el socialismo y más en momentos complicados como los que vive (Sánchez)”, argumenta. Tras analizar la última encuesta del CIS, que dispara al PSOE con una subida de más de cinco puntos en dos meses, la experta cree que el PSOE -con la ayuda de Tezanos-  trata de crear un marco que le ayude. “Es el único que lo ve, porque el resto de encuestas da resultados muy diferentes”, recuerda.  

Cristina Monge, politóloga y presidenta de Más Democracia, avisa que de cumplirse la encuesta de 40 dB en Galicia y Castilla y León, el PSOE pasaría por delante al PP.  No quita que siga gobernando el PP pero entonces el apoyo de Vox será más caro. 

El líder de Vox, Santiago Abascal

Mostaza no cree que haya “ventana de oportunidad” para nuevos partidos políticos. “El hueco que hubo para Ciudadanos o Podemos hoy no existe”, asevera. “Otra cosa es que estas plataformas se unan a PP o Vox”, reflexiona. Recuerda que obtener un escaño es “muy caro”. La politóloga Astrid Barrio ve que el espacio de Espinosa de los Monteros sí podría competir en ese espacio, “con un sesgo más liberal”, mientras que si Miriam González da el paso sería un “proyecto reformista más encaminado a movilizar, ese eje que el izquierda-derecha”.  

Una nueva fuerza de derechas, según Cristina Monge, dividiría más el espacio de derechas –si consigue pasar el umbral electoral- e impediría unos holgados resultados de PP y Vox si no logra la representación mínima.

La estrategia del PP

La media de sondeos privados sitúa a Vox en el 16,5% de los votos. Esto son entre 55 y 56 escaños según el promedio que ofrece Electocracia, con una tendencia al alza respecto a antes de verano, mientras la inclinación es a la baja en el caso del PP, con un promedio de 33,7% y una horquilla de escaños entre 144 y 146.   

Los 200 escaños son la cifra que en el PP sitúan como imprescindible para gobernar en solitario. Es el compromiso del líder del PP, aunque los expertos demoscópicos creen que si Abascal sigue al alza “venderá su apoyo caro” en una investidura. Mientras, en Génova 13 creen que la bolsa de votantes que hoy se iría a Vox –casi un millón según el CIS- son “recuperables”. “En un contexto polarizado suben los extremos, no estamos preocupados”, zanjan.  

En los territorios, mientras, describen a un Vox “echado al monte” después de ver la oposición al PP en las comunidades afectadas por los incendios. “Es asimilable a la extrema izquierda”, reflexionan. Eso sí, barones consultados por este periódico piden no subestimarles. “La gente vota a Abascal”, susurran a Feijóo.