María Ocaña, secretaria de la Reina, abandonará su puesto el próximo mes de agosto, tras un año y tres meses en el cargo. Desde la Casa trasladan el mensaje que ella misma ha solicitado: “Ha sido una decisión suya por razones sobrevenidas de su ámbito personal”. Sin que, a día de hoy, se esclarezcan más detalles.
Según está previsto, su último acto será el festival en Palma Atlantic, el 3 de agosto. Su debut tuvo lugar el 6 de mayo del pasado año, en el Teatro Real, con motivo del acto EmocionArte. Tras el evento, Doña Letizia presentó a su nueva Jefa de Secretaría a los periodistas asistentes. La conexión entre ambas era evidentes, y la abogado del Estado transmitió a los habituales de esta información sus ganas de empezar a trabajar cuanto antes.
Ocaña marcó un hito en la Corona, ya que, por primera vez, una mujer asumía la responsabilidad de ser la mano derecha de la Reina. Su antecesor, José Manuel Zuleta, hizo público su cese en el BOE el 30 de abril de 2024 -un día después de que se anunciara el de la nueva persona de confianza de Doña Letizia-, tras una década de leal servicio a la Reina y a la Corona.

La entrada de la abogado del Estado significó el comienzo de un proceso regenerador dentro de la Corona, en el que, como ya anunciara este medio, sería el comienzo de una serie de nombramientos con perfil de mujer, en aras de que la Monarquía se adaptara a los tiempos. Y así fue, desde entonces hasta la fecha, dos nuevas mujeres se han incorporado a la Casa del Rey: Mercedes Araújo como secretaria del Rey, y Carmen Castiella como consejera diplomática. Cuatro nombramientos femeninos en 2024, incluyendo el de la interventora de cuentas, Ana Varela.
Felipe VI ha marcado así su propia impronta en la selección del personal de la Casa, que busca además personas con un perfil más técnico y civil que militar, como era habitual.
El apoyo de la Casa
En su decisión, Ocaña ha tenido el apoyo tanto de los Reyes, como de los miembros del equipo de la Casa, desde la que se transmite el cariño y consideración que le profesaban. Sus cualidades que más resaltan son: una gran profesional, cariñosa y muy simpática, por lo que afirman su salida se ha sentido mucho. Un sentimiento recíproco, ya que la sintonía con Doña Letizia se ha mantenido durante todo este tiempo. Profesional, madre de tres niños, leal y discreta, su conexión se ha hecho evidente en numerosos actos públicos.

Ocaña ha sido fundamental para la Reina en momentos especialmente duros vividos este año, como los sucesos en Paiporta con motivo de la Dana. La serenidad de la abogado del Estado y su asesoramiento en su agenda de trabajo fue muy importante para Doña Letizia, a la que afectó en gran medida y de forma personal las tragedias de las personas damnificadas por la catástrofe.
Zarzuela estudia su relevo
Según explican desde la Corona, la Reina cuenta con el asesoramiento de la abogado del Estado para elegir a su sustituto o sustituta, decisión que aún no se ha tomado. Una vez deje el cargo, está por ver si Ocaña se reincorpora al mundo de la abogacía del Estado.

Hasta su incorporación en Zarzuela, tuvo experiencia principalmente en la Administración General del Estado. En concreto, como Subsecretaria en el Ministerio de Agricultura y Pesca, y como Abogada del Estado-jefa en el Ministerio de Educación, bajo mandato de la ex ministra Isabel Celaá. Con motivo de su nombramiento este medio se puso en contacto con personas que coincidieron con ella, quienes la describieron como una persona de “extraordinaria simpatía y cercanía”. Afirmaron que, pese a que los abogados del Estado en ese entorno se consideran la élite, ella “charlaba con los secretarios y los ordenanzas de igual a igual”, y que su llaneza hacía que tuviera un sentido innato de liderazgo.