Varias decenas de personas, entre ellas la exfiscal general Dolores Delgado y su marido, el exjuez Baltasar Garzón, se han reunido este domingo ante el Tribunal Supremo para protestar contra la condena al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Entre gritos de “vergüenza”, “golpistas con toga”, “esto es política, no justicia”, los presentes han criticado la decisión del Alto Tribunal, cuyos jueces condenaron a García Ortiz a una pena de dos años de inhabilitación y 7.200 euros de multa por un delito de revelación de datos reservados, a raíz de la filtración de un correo que apuntaba a un fraude fiscal de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador.
Por su parte, Garzón, condenado a 11 años de inhabilitación por el propio Supremo en el caso Gürtel, ha calificado el fallo contra García Ortiz de “injusto” y “arbitrario”. Además ha criticado que dicho fallo se adelantara sin explicar los fundamentos jurídicos, un movimiento que, según ha sostenido, “revictimiza” al fiscal general y alimenta el “desasosiego” institucional. El que fuera magistrado de la Audiencia Nacional también ha indicado que decisiones como esta erosionan la confianza en la Justicia, que la ciudadanía espera “clara, justa y comprensible”.
El manifiesto leído en la concentración, “gente de a pie, demócratas, sin siglas ni banderas”, ha denunciado una posible vulneración de la presunción de inocencia y la falta de peso otorgado a testigos clave de la defensa. Javier Álvarez, el encargado de leerlo, ha resumido su postura con una crítica directa al Supremo por actuar “con una clara intención política”.



