El anuncio del PP de presentar una querella este lunes contra el PSOE por “financiación ilegal” debido a las últimas novedades del caso Koldo ha enfurecido a los socialistas, que no dudaron en recurrir a la vieja foto de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado de 1995 para lanzar un contraataque. La estampa en un yate de hace 30 años entre Feijóo y Dorado persigue a cada tiempo al dirigente popular, que comienza a pensar que cuando se la recuerdan es que no le van mal las cosas.
“Feijóo no tiene autoridad moral en este país para pedir explicaciones a nadie”, dijo la portavoz de la ejecutiva federal de los socialistas, Esther Peña, en un vídeo difundido por las redes del PSOE. “Es una anomalía en Europa que alguien, con un amigo narcotraficante, haya aspirado a presidir un Gobierno”, insistió Peña, tratando de sacudirse la incomodidad de la querella y queriendo poner en valor la ejemplaridad con que ha actuado su partido.
Según la portavoz del PSOE, el Partido Popular “vuelve a sobreactuar” con su reunión en Génova celebrada de urgencia este pasado sábado. Esther Peña subrayó que su partido suspendió de militancia y abrió un expediente de expulsión a José Luis Ábalos cuando solo habían pasado 5 días de la detención de Koldo García. “Cuando el PP actúe de esta manera contra la corrupción, podrá dar lecciones”. Hasta entonces, dijo, seguirá siendo “el partido que destrozó ordenadores a martillazos”, “el partido de los sobresueldos” y “el partido del ‘Luis, sé fuerte'”. Con estos tres comentarios se refirió a todo lo relacionado con los papeles de Bárcenas, en alusión al caso de corrupción por el que fue condenado el PP hace 3 años.
El ventilador del PSOE
“Quiero ser clara con esto: ante cualquier duda, absoluta contundencia contra la corrupción y absoluta colaboración con la justicia y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado“, trató de defender la portavoz del PSOE, preocupada por que la bandera que enarboló en su momento Pedro Sánchez de ser “limpio” quede dañada con todas las derivadas que se van conociendo del caso Koldo, que afectan, por el momento, a varias estructuras de poder del PSOE.
Esther Peña tiró del manual clásico para casos de presunta corrupción que invaden los medios de comunicación y encendió el ventilador para incomodar al PP. Lo hizo recurriendo, no solo al amigo narco de Feijóo, sino también a Isabel Díaz Ayuso y a su pareja. “También debería dar explicaciones por las comisiones cobradas por su pareja en la privatización salvaje de la sanidad pública madrileña y por la construcción de centros de FP fraccionando contratos: 300 son los que ya investiga la Fiscalía”, dijo la portavoz del PSOE.
Sin abandonar a Ayuso, también la acusó de remover “el fantasma de ETA” con declaraciones “lamentables” para desviar el foco de su “nefasta gestión”, y invitó, en este punto, a dar explicaciones “por 7.291 razones” en alusión a los mayores fallecidos durante la primera ola de la pandemia en residencias. Y con este último completó el contraataque del PSOE.