Ya lo adelantó Artículo14. El juez Juan Carlos Peinado, que investiga a Begoña Gómez, busca “cazo mayor”. Incluso hasta el puenteo de elevar una exposición razonada con la imputación del presidente del Gobierno. Esto todavía no ha ocurrido pero el magistrado dio un paso importante este martes solicitando al Tribunal Supremo que investigue a uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez, a su ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.
El juez consigue así quedarse con la causa principal contra Gómez y elevar esta pieza separada al Supremo tocando a altos cargos del Gobierno. Si bien, las fuentes consultadas en el Alto Tribunal interpretan que “no” tiene mucho recorrido.

En el auto, Peinado indica que hay “indicios razonablemente sólidos y cualificados para considerar la participación a título de autor de un delito de falso testimonio y coautor de un delito de malversación de caudales públicos” por haber participado en el nombramiento presuntamente irregular de la asesora de Begoña Gómez. Además, el juez acusa al ministro de mentir durante su testifical en la Moncloa.
Justifica la petición al Alto Tribunal porque le “resulta imposible continuar la investigación judicial sin quebrantar el derecho de defensa del aforado”. Resulta que quiere interrogarlo en calidad de investigado para que aporte “cuanta documentación pueda obtener de los archivos existentes en la secretaria general de la presidencia del gobierno relacionada con el nombramiento”.
Pero fuentes del Alto Tribunal consultadas por Artículo14 consideran que estas diligencias “las podría practicar él sin la necesidad de afectar a la inviolabilidad de un aforado”. Y esta podría ser una de las claves de su decisión. Estas fuentes se decantan por solicitarle que finalice la instrucción y que, ya al final de la investigación, vuelva a valorar si hay indicios consistentes para remitir de nuevo la exposición razonada.
Esto dejaría al borde de la imputación al ministro de justicia. Una situación delicada que tendrá que soportar al menos dos meses. Las fuentes consultadas estiman que no se resolverá hasta “después de verano”.
El nombramiento de Álvarez
Peinado considera que Bolaños “participó directamente” en el nombramiento de Cristina Álvarez. Una designación que sospecha fue irregular porque no pasó ningún proceso de selección. Además, para el instructor, Álvarez se excedió de sus competencias en el desempeño de su cargo y se dedicó a ayudar a la vida privada de Gómez estando a sueldo de los Presupuestos Generales del Estado.
Resulta que en las pesquisas se incautaron unos correos electrónicos en los que Álvarez pedía financiación para la cátedra de Begoña Gómez. “PD: Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como patronos de la cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis”, escribió Álvarez a una directiva de Reale Seguros. Mensajes suficientes para que el juez considere que Álvarez no ayudaba exclusivamente a Gómez en su actividad institucional.

Además, el magistrado viene a decir en la exposición razonada que Bolaños mintió en la testifical de abril en el palacio de la Moncloa: “Estando bajo juramento y en una diligencia judicial su testimonio en una actitud totalmente proterva no se ajusta a la realidad”. Dice que faltó a la verdad porque en su declaración señaló a Raúl Díaz Silva, otro asesor de Moncloa, como el “responsable directo” de Cristina Álvarez cuando, a su juicio, no es así.
Historia de la imputación de Bolaños
Todo empezó cuando el juez Peinado decidió abrir una pieza separada para indagar el nombramiento de Cristina Álvarez. El primero en declarar sobre esto fue la persona que firmó el nombramiento en 2018, Alfredo González, que entonces era vicesecretario general de Presidencia del Gobierno. Dijo que en ese tiempo se realizaron muchos nombramientos y que no conocía a Álvarez, pero nombró a Bolaños como superior jerárquico porque ocupaba la Secretaría General de Presidencia.

Eso motivó a que Peinado hiciera una segunda excursión con la comitiva judicial a Moncloa para tomar declaración a Bolaños, al que le instó en medio de la testifical a que buscara el nombre del responsable de Álvarez. Bolaños dio otro nombre: Raúl Díaz Silva, a quien también recibió en sede judicial y le preguntó por quién propuso a la asesora de Gómez. De sus palabras deduce que Bolaños no dijo la verdad.
Por su parte, el ministro dice tener “tranquilidad absoluta y confianza en la Justicia”. Apostilló, además, ante los medios que el auto del juez Peinado tiene “errores de bulto”.