La tensión diplomática entre Israel y España es un hecho, pero de momento no dará un paso más. Este medio ha podido saber, a través de fuentes diplomáticas, que la reunión entre la embajadora en funciones de Israel, Dana Elrich, y un representante del departamento, se produjo en el ministerio de Asuntos Exteriores el pasado martes.
Independientemente de que el ministro José Manuel Albares se encuentre de viaje de Estado en Egipto con los Reyes, es habitual que cuando se convoca a un embajador la cita no se mantenga con el titular del ministerio. Elrich fue convocada el lunes, a tenor de unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, en las que tachaba de “antisemita” a Sánchez.
Preocupación en las misiones
En las misiones diplomáticas la acción exterior del Gobierno preocupa. Afirman que las últimas decisiones del Ejecutivo evidencian una política internacional marcada por un interés partidista que no responde a los intereses del Estado. El último ejemplo ha sido la relación bilateral con Israel. “Sánchez ha encontrado en el conflicto de Gaza una densa cortina de humo que tapa los procesos judiciales abiertos”, afirman. “Es un filón electoral que cataliza la frustración del votante de izquierda y hace bandera de enganche de sus desmovilizadas bases”.
No se contempla, de momento, una ruptura de relaciones diplomáticas
Pese al elevado tono y descalificaciones continuas entre ambos gobiernos, fuentes diplomáticas no creen que, de momento, se rompan las relaciones diplomáticas. ” Es ruido”, concluyen. La tensión final se produjo a lo largo del día de este marte. Tras las protestas violentas que obligaron a suspender La Vuelta, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, llamó a Sánchez genocida por alentarlas, lo que ha provocado que el Gobierno convoque a la encargada de negocios isralí, Dana Elrich, por segunda vez en apenas un mes.

Llamar a consultas al embajador, expulsar a diplomáticos de otro país o impedir la entrada de miembros del Gobierno, reducir las embajadas a encargados de negocios, suspender la cooperación o tratados bilaterales, son los principales pasos entre dos países para llegar a romper las relaciones diplomáticas entre dos países. Pese a que el Gobierno de Sánchez haya llamado a consultas a la embajadora española en Tel Aviv, Ana María Salomon, haya reducido el cargo de embajador a encargado de negocios -en nombre de Elrich-, rescindido los contratos armamentísticos con el Estado hebreo o impedido la entrada a los ministros israelíes Smotrich o Ben Gvir, o llamado a impedir la participación de Israel en las competiciones deportivas, ninguno de los dos gobiernos contempla dar el paso final, al menos a día de hoy.
Este medio entrevistó, precisamente, a la embajadora en funciones o encargada de negocios Dana Elrich, el día después a los altercados durante La Vuelta. Elrich, la máxima representante de Israel en España, afirmó a este medio: “Por ahora no tenemos previstos más pasos. Pero los que da el Ejecutivo español lastiman a la economía y defensa española”.

Gestos en el Gobierno que no se concretan
Este martes, tras el Consejo de Ministros, el Gobierno anunció que retrasaría otra semana el embargo de armas al Estado hebreo. “Mucho ruido y pocas nueces”, podría ser el resumen coloquial de los diplomáticos.
Lo que no quita que les preocupe la imagen del país. “Además de la irrelevancia internacional en la que nos han metido, hay una profunda ideologización de una política que deber ser de Estado, instrumentalizada al servicio de intereses personales y de los vaivenes de la agenda nacional”, afirman.
Esta argumentación responde a los últimas escenificaciones del presidente que, afirman, están maniatadas al interés de sus socios. La comparecencia de Sánchez sin preguntas desde La Moncloa en junio para afirmar que no llegará al cumplimiento del 5% exigido por el presidente estadounidense Donald Trump, y así contentar a sus apoyos y marcar una política exterior marcadamente frontal con Estados Unidos, o el uso de la palabra “genocidio” a la acción de Israel en Gaza de manera unilateral, son los últimos movimientos que han generado la alarma.
Europa no cambia su posición respecto a Israel
Una comisión de investigación de la ONU concluyó este martes que Israel está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, no obstante el portavoz comunitario de Exteriores, Anouar El Anouni, afirmó durante la rueda de prensa posterior a la Comisión Europea que la posición europea no se ha modificado. “En cuanto a la determinación del genocidio, nuestra posición no ha cambiado y lo reiteraré aquí una vez más: determinar si se han cometido o no crímenes internacionales, incluido el genocidio, es competencia de los tribunales nacionales, así como de los tribunales y cortes internacionales que puedan tener jurisdicción”, señaló.
Apoyo del sector progresista
Al igual que en el mundo de la judicatura, el sector diplomático está conformado por personas conservadoras y progresistas. Una parte importante de esta rama cree que España juega un papel de dimensión global en varios temas, como es Gaza. “Son los true believers”, aseguran.