El Gobierno se considera acosado por causas judiciales como la que afecta al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, pero también afirma no tener de qué indicios que haya podido recabar la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pueden hacer peligrar el futuro político de Santos Cerdán.
Y defiende que camina “a ciegas” en otros frentes que le salpican desde más lejos, como el registro de este martes en casa de José Luis Ábalos, en el marco del caso Koldo. “No sé qué buscaban”, afirma un integrante del Ejecutivo, después de la UCO inspeccionase durante más de 9 horas la casa del exministro y exnúmero tres del PSOE, imputado en esta causa.
Según distintos medios, la Guardia Civil buscaba pruebas de supuestas mordidas en adjudicaciones de obras públicas presuntamente cobradas por Ábalos. Las diligencias se enmarcan en una pieza secreta, tras hallar audios y mensajes supuestamente incriminatorios de Ábalos, Koldo García y Cerdán, actual secretario de Organización del Partido Socialista.
El número tres del PSOE ha vuelto a acaparar los focos en el pleno del Congreso de los Diputados de este miércoles. En breves declaraciones ante los medios, Cerdán ha negado haber participado en ninguna adjudicación ilegal, y ha asegurado no albergar ningún temor ante lo que puedan alumbrar nuevas revelaciones. “No tengo ningún miedo, no tengo nada de lo que defenderme”. “No sé lo que puede haber”, apuntó.
A primera hora de la noche, cuando algunos medios empezaron a desvelar detalles de un nuevo informe de la UCO que aludiría al secretario de Organización socialista, desde Ferraz aseguraron que “no ha participado, mucho menos influido, en adjudicaciones de obra pública. Jamás ha cobrado una comisión por ello”, apostillaron.
Criticaron que este tipo de filtraciones de actuaciones policiales se haya convertido en “una cuestión endémica” que genera “indefensión y juicios mediáticos”. E indicaron que Cerdán “dará todas las explicaciones necesarias”, “cuando se conozca la totalidad del informe”.
Fuentes del Gobierno “Todo el apoyo a Santos”
El líder del principal partido de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, lo situó en el disparadero en la sesión de control. El presidente del PP centró sus dardos contra el presidente del Gobierno en el procesamiento del fiscal general del Estado y en la situación de su número tres en el PSOE.
Pedro Sánchez, que en un anterior rifirrafe con Feijóo había presentado a Cerdán como una persona “honesta”, evitó pronunciarse este pleno. Fuentes del Ejecutivo sostienen que la ausencia de un nuevo gesto de respaldo explícito no obedece a una estrategia política: “Todo el apoyo a Santos”; “hemos cerrado filas”, aseguran. Creen que un pronunciamiento del presidente contribuiría a darle enjundia al caso, a atribuirle importancia, y tratarán de evitarlo.
Además, manifiestan su hartazgo por tener que afrontar con frecuencia “las mismas preguntas”, y sostienen que no saben “qué hay” contra el secretario de Organización socialista: “Esto es aburridísimo”, zanjan. Públicamente, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le mostró “toda” su confianza.
En línea con la versión de Cerdán, otras voces de Moncloa niegan preocupación, pero admiten “resignación” por el “goteo” de informaciones. Son precisamente los “cambios de versión sobre los informes” de la UCO que aluden a Cerdán lo que les ha llevado de momento a situar ante las cámaras al número tres socialista en una única ocasión, apenas un par de minutos.
Este miércoles fue aún más parco en palabras. Hasta que no tengan claro cómo aluden esos informes al diputado por Navarra, prefieren no dar demasiadas explicaciones: “No vamos a caer en esa trampa”.
Asumen que el fiscal general se sentará en el banquillo: “Van a por todas”
En otro orden de cosas, en el Gobierno ven muy difícil que el caso por el que García Ortiz ha sido procesado pueda acabar en condena. Sí asumen que, llegados a este punto, lo más probable es que acabe efectivamente sentado en el banquillo: “Van a por todas”.
También cuestionan el último auto del magistrado Ángel Hurtado, el que procesa al número uno del Ministerio Público, y alertan de que se está intentando “tumbarle a base de mentiras”.
No se atreven a afirmar que creen que el juez prevarica, pero insisten en que no logran entender “determinados comportamientos”, una expresión eufemística que no contemplan superar.
Tampoco tienen claro “qué buscaban” los agentes de la UCO en el registro de la casa y el local de Ábalos en Valencia, el martes. “Vamos muy a ciegas”. Y recuerdan que el Ministerio de Fomento, bajo la dirección de su actual titular, Óscar Puente, ya elaboró una auditoría sobre los contratos de obra pública de la etapa de su predecesor. “No significa que no haya nada”, aceptan.
Por más que intentan evitarlo, son conscientes de que está calando la sensación de “fin de ciclo” que el PP quiere enfatizar. Sin embargo, desde Moncloa sólo aceptan sentir preocupación por el “ruido” que se está generando, también a nivel internacional, del que culpan fundamentalmente a Feijóo. “El ruido se lo lleva todo”, insisten. A su vez, presumen de iniciativa política, y repiten que van a afrontar esta crisis “gobernando”.