Guardiola inicia el deshielo con Vox para salvar la investidura antes del 19-F

La conversación Óscar Fernández fue “cordial”. Una toma de contacto para empezar a negociar en base a las medidas propuestas por Vox

La presidenta de Extremadura, María Guardiola.
EFE

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, da el primer paso para rebajar la tensión con Vox y abrir una negociación que le permita revalidar la presidencia dentro de los plazos que marcados. Tras semanas de enfrentamiento político y una campaña especialmente dura, Guardiola decidió el pasado martes llamar al candidato de Vox, Óscar Fernández Calle, en un movimiento que marca el inicio de un deshielo necesario para iniciar la negociación para su investidura.

Según reconoció la propia Guardiola, la llamada se produjo en un tono “cordial” y con un mensaje claro: pensar “sólo en Extremadura” y explorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo que aporte estabilidad a la comunidad. El contacto llega en un momento clave, ya que este sábado se publica el decreto de convocatoria para la constitución de la nueva Asamblea de Extremadura el próximo 20 de enero. A partir de esa fecha se activará la cuenta atrás para la investidura, cuyo primer intento deberá celebrarse antes del 19 de febrero, ya que pasada esa fecha deberán convocarse otras elecciones.

El gesto de Guardiola supone un cambio significativo respecto a la etapa previa a la disolución de la Asamblea, cuando la presidenta rechazó el documento de más de 200 medidas remitido por Vox para apoyar los Presupuestos. Ahora, el Partido Popular extremeño admite que ya está “trabajando” sobre ese texto, aunque Guardiola ha reiterado que “algunas de las medidas” siguen siendo “inasumibles porque chocan con la legalidad”.

Las propuestas a las que ahora abre la puerta Guardiola a estudiar son las mismas que rechazó hace menos de dos meses el propio PP como punto de partida para negociar los presupuestos. El bloqueo a los mismos es lo que desencadenó en un adelanto electoral en la comunidad. Aun así, en el entorno de la presidenta todavía reconocen que hace falta “rebajar la tensión” algunos días más.

Guardiola insiste en que este proceso debe centrarse en políticas y no en repartos de poder. Según explicó, en la conversación con Vox no se puso sobre la mesa ninguna exigencia concreta, ni siquiera la Presidencia de la Asamblea de Extremadura, la cual el PP está dispuesta a ceder.

“No hay que hablar de puestos, sino de la estabilidad que necesita Extremadura para los próximos cuatro años”, señaló Guardiola, quien apuesta por un “gran acuerdo” enfocado al crecimiento económico y al bienestar de los ciudadanos.

Uno de los elementos más relevantes de esta fase inicial es la reivindicación de autonomía negociadora. Guardiola subrayó que quiere ser “absolutamente autónoma” en el diálogo con Vox y pidió a Fernández Calle que actúe de la misma manera, evitando depender de autorizaciones externas. En palabras de la presidenta, la intervención de las direcciones nacionales “complica y ralentiza mucho las cosas”, una referencia implícita tanto a Génova como a Bambú, sedes de PP y Vox respectivamente.

Desde Vox, la presión política continúa. El portavoz nacional del partido, José Antonio Fúster, señaló que Guardiola debe decidir si quiere seguir aplicando “políticas socialistas y socialdemócratas” o si apuesta por un “cambio real” que permita un acuerdo con su formación.

Vox, que ha pasado de cinco a once diputados en Extremadura, se considera reforzado por las urnas y exige que ese crecimiento se traduzca en la orientación política del próximo Gobierno autonómico.

En paralelo, el líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha respaldado públicamente a Guardiola, subrayando que es la candidata “con más legitimidad que nunca” tras mejorar su resultado electoral. Feijóo ha advertido a Vox de que no puede “desatender” el mandato de las urnas y ha defendido que el objetivo prioritario debe ser dotar a Extremadura de un Gobierno estable, apelando a la proporcionalidad y al respeto a los resultados electorales.

Con el calendario ya en marcha y el riesgo de una repetición electoral si no hay acuerdo, Guardiola apuesta por dejar que baje un poco la “inflamación”. Estas negociaciones tendrán paso mientras comienza la campaña para las elecciones en Aragón, que estará bservado con atención en el conjunto del tablero político nacional.

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