Lluvia de millones y giro con Almaraz: Sánchez se echa a la espalda la campaña extremeña

Una lluvia de millones en Extremadura anunciada menos de un mes antes de la cita con las urnas, y un nuevo despliegue de Pedro Sánchez con hasta cuatro intervenciones previstas, entre la precampaña y la campaña. El presidente del Gobierno se dispone a echar el resto en los comicios del 21 de diciembre, que de momento no acaparan grandes titulares en los medios nacionales, pero que inauguran un nuevo ciclo electoral que continuará en 2026. En cuestión de meses, se abrirán las urnas al menos en Castilla y León y Andalucía, previsiblemente también en Aragón.

En mitad del escándalo por la gestión del caso Salazar, y tras los movimientos para intentar reconstruir las relaciones con Junts, Sánchez intenta insuflar algo de esperanza. Este jueves, para el arranque de la campaña, el líder socialista ha desembarcado en Plasencia para arropar a su candidato, Miguel Ángel Gallardo.

Lo ha hecho diez días después de que el último Consejo de Ministros de noviembre, menos de un mes antes de la convocatoria con las urnas, aprobase una inyección de 752 millones de euros desde la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) para Extremadura. La SETT depende del Ministerio de Transformación Digital, y estos recursos servirán para crear una fábrica de componentes de chips de alto rendimiento en Cáceres. Contando con la aportación de la tecnológica estadounidense Diamond Foundry, la inversión total sumará 2.350 millones.

Permitirá crear “más de 500 puestos de trabajo directos, y otros 600 indirectos”, en palabras de la ministra portavoz, Pilar Alegría. Una cifra importante, aunque lejana a las 4.000 familias que dependen de la central nuclear de Almaraz, cuyo futuro se ha convertido en eje de la campaña.

El Gobierno, a la espera del informe del Consejo de Seguridad Nuclear

El PP de María Guardiola ha hecho suya la bandera de la prórroga de la vida útil de Almaraz. Y Gallardo ha hecho equilibrios para tratar de subirse al mismo tren y descabalgar de él a la presidenta extremeña.

El candidato, que se muestra “seguro” de que el Gobierno extenderá el periodo de funcionamiento de la central nuclear, es el mismo que en febrero retó a Isabel Díaz Ayuso a llevarse a Madrid “la basura nuclear”, en alusión a los residuos que generan estas centrales. Las energéticas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) ya han pedido extender su ciclo vital, y el Ejecutivo aguarda ahora el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) antes de dar más pasos. No está claro que vaya a conocerse antes de que los extremeños voten.

El empleo asociado a lo nuclear es uno de los caballos de batalla de la presidenta extremeña, que compite contra un candidato que entre mayo y junio se sentará en el banquillo de los acusados para ser juzgado en la misma causa que el hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez.

La acusación popular pide para él y para Sánchez tres años de prisión por los delitos continuados de tráfico de influencias y prevaricación, mientras la Fiscalía y las defensas de los 11 procesados piden la libre absolución.

El CIS: hundimiento del PSOE, caída del PP, auge de Vox y crecimiento de Unidas por Extremadura

Las encuestas vaticinan a Gallardo un peor resultado que en 2023 (logró 28 escaños, los mismos que el PP, pero con más votos), aunque tampoco reflejan que Guardiola vaya a verse menos ligada a Vox, al contrario.

El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vaticina una fuerte caída del PSOE, para quedarse entre 19 y 22 escaños; un posible retroceso del PP (25-29); una fuerte subida de la ultraderecha (de 5 se dispararía a 10-12), y un avance considerable para Unidas por Extremadura, la lista de Irene de Miguel que aglutina a Podemos, IU y Movimiento Sumar (pasaría de 4 a 6-7 actas).

En su primera intervención en precampaña, Sánchez puso el foco en la acción del Gobierno, en diferenciar su modelo de gestión del que atribuye al PP, y en las siglas del PSOE en una región que históricamente fue feudo socialista hasta la llegada de José Antonio Monago a la Junta (2011-2015). También en avivar el miedo a que la ultraderecha coja fuelle. Su énfasis no está tanto en el candidato, que se presenta como heredero político del expresidente Guillermo Fernández Vara, fallecido este año.

Un candidato “que no convence” y un consuelo para Ferraz: “Después vendrá Castilla y León”

El equipo de Gallardo insiste en que están a tiempo de darle la vuelta a las encuestas, en que cuentan con un proyecto sólido para la región, a diferencia de un PP al que retratan centrado en desmantelar servicios públicos.

De momento, esa moral de victoria no parece haber calado ni en Ferraz ni en su tierra. Incluso en sus filas hay recelos sobre el perfil de un candidato que sorprendió hace escasos meses forzando que corriera la lista en la Asamblea de Extremadura y renunciando a su cargo como presidente de la Diputación de Badajoz para hacerse con un escaño en el Parlamento regional y con su correspondiente aforamiento.

Un dirigente territorial asegura que el candidato “no convence nada a la ciudadanía”. “Pinta que seremos la segunda temporada del laboratorio valenciano”, anticipa, en referencia al pacto que en su día permitió a Carlos Mazón hacerse con la Presidencia de la Generalitat.

Lamenta que no hayan sabido plantear “una opción sólida que motive el voto de la izquierda”, y entiende que esto supone “un desastre para el futuro de Extremadura”. “María ha hecho una gestión pésima”, incide, que la hará depender de un Vox que se encuentra “en la cresta de la ola”. Y todo, “gracias a un PP” que “no le pone líneas rojas”.

Una dirigente de Ferraz con galones prefiere no ahondar en la complejidad de la situación para los suyos. Sin embargo, cuestionada por cómo influirá en el nuevo ciclo electoral un mal resultado en uno de los que fueran feudos históricos del PSOE, evidencia cuál es su consuelo: “Después vendrán las elecciones en Castilla y León”. En esa cita con las urnas sí se ven con opciones de ganar al PP, pero ya admiten que difícilmente habrá margen para superar el número de escaños que sumará con Vox.