El vaso medio lleno o medio vacío. En Moncloa hacen cábalas en las últimas horas sobre los apoyos con los que contaría el presidente en caso de verse forzado a someterse a una cuestión de confianza. El análisis es que después de la ronda de contactos con los socios hay las mismas posibilidades de superarla que de perderla. Es decir, las lealtades están al 50%. Pedro Sánchez canceló ayer su agenda. Quienes han compartido con él otras crisis ya apuntaban a primera hora de la mañana que mascullaba un “giro de guion”. Aquí enmarcan las citadas fuentes la carta enviada al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anticipándole que España no tiene intención de asumir el compromiso de incrementar hasta el cinco por 5% el gasto en Defensa.

La misiva es una declaración de guerra a Donald Trump a pocos días de la cumbre atlántica en la que Sánchez coincidirá por primera vez con el presidente de EE UU tras ser reelegido en su cargo. El mandatario español ha desvelado su “no” con antelación pese a que hay otros países, como Italia y Portugal, que tampoco acatarán las exigencias de Rutte. Su intención es ir al choque.
Los estrategas monclovitas buscan desviar el debate público de la corrupción y recuperar una agenda común con los socios de investidura con el no a la guerra de fondo. El problema es que entre las formaciones que han venido sosteniendo a Sánchez ha cundido en las últimas horas la sensación de un “fin de ciclo”.
El goteo de informaciones sobre el presunto cobro de mordidas y las sospechas de una posible financiación irregular del PSOE con Santos Cerdán como “jefe” de la trama, lleva a los socios a plantearse que la única opción para salvar la mal bautizada “mayoría de izquierdas” en el Congreso es investir a otro candidato hasta 2027.

La operación para colocar a un nuevo presidente o presidenta ya circula entre los partidos que dieron sus votos a Sánchez en 2023 como paso para evitar la cuestión de confianza o fruto de ésta. Moncloa ya no descarta que el presidente tenga que someterse a una votación en la Cámara baja para medir sus fuerzas a tenor de las informaciones surgidas a raíz de los registros de la UCO en la empresa navarra Servinabar de la que Cerdán poseía un 45%.
La retirada de Sánchez no sólo se baraja entre los socios sino en el seno del Consejo de ministros donde hay quienes dan por hecho que el presidente tendrá que “dar un paso al lado” para salvar el Gobierno y el PSOE.
Artículo 99 de la Constitución
Los que abonan esta salida la fundamentan en que la prioridad es evitar un adelanto electoral que supondría según todas las encuestas, salvo el CIS de José Félix Tezanos, el desembarco de Alberto Núñez Feijóo en La Moncloa. Ni los socios ni el presidente ni la mayoría de sus ministros contemplan (por ahora) sacar las urnas a corto plazo.
El horizonte de 2027 parece ya una quimera, pero para Sumar, Podemos, Junts, PNV, ERC o Bildu hay una alternativa que pasa por consensuar con el PSOE un candidato a la investidura en virtud del artículo 99 de la Constitución, que establece: “Cuando se produce una vacante en la Presidencia, el Rey propone un candidato previa consulta con los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria”.
El candidato tendría que exponer su programa político ante el Congreso y solicitar la confianza de la Cámara por mayoría absoluta. En caso de no lograrla se tramitan sucesivas propuestas, y si en dos meses ningún candidato obtiene la confianza, el Rey disuelve las cámaras y convoca elecciones.

Nuevo informe de la UCO
La elección de un presidente o presidenta de consenso se antoja difícil, pero eso sería una segunda pantalla. La prioridad está en convencer al presidente de que debe asumir que la solución a esta crisis pasa por su renuncia. Como ya ocurriera con Mariano Rajoy cuando se planteó la moción de censura en 2018, la dificultad principal estriba en que Sánchez interiorice que, como le piden ya desde su propio partido, debe marcar una hoja de ruta de su adiós.
A priori la opción de Sánchez sigue siendo ganar tiempo incluso para que una confrontación con Trump le reconcilie con sus socios. Mejorar el porcentaje de probabilidad de ganar una cuestión de confianza a la que parece abocado. Los tiempos los marcan ahora los investigadores y los tribunales. La UCO prepara ya un informe con la documentación intervenida en los últimos registros. El caso está en una fase incipiente. Cualquier nueva revelación o imputación hará envejecer cualquier medida que tome el presidente salvo la única efectiva: marcharse.
- Caso Koldo
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