Análisis

Por qué Sánchez y Díaz se enfrentan por la ilegalización

Sumar acusa al PSOE de resucitar en pleno rally electoral un debate que divide a la izquierda

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La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, en el Congreso de los Diputados. EFE

El PSOE ha rescatado del trastero de la pasada legislatura una propuesta que va a tensar los costurones de Sumar y a provocarle más de un dolor de cabeza a Yolanda Díaz. Los socialistas vuelven a la carga con su ley para abolir la prostitución, un proyecto que se fue por el desagüe parlamentario por culpa del adelanto electoral del pasado verano. Su andadura dejó varios titulares significativos; Ferraz y Génova se dieron la mano y marcharon juntos para dar luz verde a su tramitación. Vox se abstuvo. Buena parte de los socios habituales de Sánchez votaron en contra. Unidas Podemos apretó el botón verde y el rojo a la vez.

En aquella intentona, hace casi dos años, fue Adriana Lastra la encargada de lucir y defender el texto. La diputada socialista, por aquel entonces uno de los principales valores del partido, clamó desde la tribuna que “en democracia las mujeres ni se compran ni se venden”. Su discurso encontró eco en la bancada popular desde la que Marta González se mostró cansada de aquellos que tildan de imposible la abolición “porque la prostitución existe desde el comienzo de la historia o porque es un mal menor que hay que tolerar para que los hombres tengan sus necesidades satisfechas”. Los argumentos a favor se acabaron ahí.

Dentro de la amalgama de partidos que conformaban en ese momento la izquierda a la izquierda del PSOE no hubo unanimidad. Yolanda Díaz que ya lideraba el espacio que sustentaba la coalición monclovita dio libertad de voto y por esa gatera se escaparon casi todos los diputados de En Comú Podem. Podemos, capitaneado por la todavía ministra de Igualdad Irene Montero pulsó a favor de la propuesta, pero siendo muy crítico con ella. Izquierda Unida dio su ok con la nariz tapada y los morados catalanes dijeron que no y se despacharon a gusto.

Misma ley y misma división (o más) en Sumar

Ahora Ferraz ha empaquetado y enviado al registro del Congreso un proyecto de ley prácticamente idéntico y el efecto sísmico que puede provocar en sus socios de Gobierno es también muy similar al de hace dos veranos. El pasado 19 de marzo el PSOE resucitaba su propuesta y su diputada Andrea Fernández anunciaba que iban a hablar con el PP “y por supuestísimo con Sumar”. Pues bien, por supuestísimo no puede darse el apoyo de los de Yolanda Díaz a la iniciativa. Según reconocen desde la formación el debate de la prostitución “no se ha abordado todavía en la ponencia política de Sumar”, ergo es una discusión que no es que esté verde, es que no está empezada y cuando lo haga va a provocar ampollas. Por ahora para quitarse el muerto de encima van a encargar a un equipo exclusivamente femenino que estudie con detenimiento este tema. En cualquier caso nos aclaran: “tenemos un suelo ético y político claro que es que en todas las situaciones deben avanzar los derechos de las mujeres”.

Así que vista esta postura queda claro que Sumar no tiene postura, pero los partidos que lo conforman sí. Lo malo es que cada uno tiene la suya. Los comunes ya van dejando claro que ellos no piensan apoyar medidas punitivistas. En esta ocasión no estarían solos votando en negativo. Compromís también se descolgaría con un no porque según nos cuentan “somos abolicionistas, pero no podemos creer que castigar o prohibir va a cambiar las cosas“. Los diputados valencianos defienden pensar más en la educación y la reinserción. Hasta Más Madrid podría sumarse a este grupo contrario a las ideas socialistas. Sólo Izquierda Unida comparte visión abolicionista con el PSOE, pero incluso en el seno de esta formación habría una enconada discusión. Preguntados por si llegado el momento darían libertad de voto desde el equipo de Yolanda Díaz chutan hacia la grada: “tenemos una posición conjunta sobre los debates fundamentales y la vamos a seguir teniendo, nuestra valoración marcará el voto de nuestras diputadas y diputados”.

La Ley tal y como está redactada tendría difícil ahora mismo granjearse el visto bueno del PNV, de ERC o de Junts. Vox ya ha dicho que va a votar no por norma a todo lo que proponga Pedro Sánchez, así que su futuro dependería de un guiño desde la calle Génova (algo sumamente complejo en plena tormenta de urnas). Visto el percal fuentes de Sumar malician que Ferraz baja ahora este tema del desván “con afán electoral” y buscando bambolear el frágil equilibrio que mantiene en paz a todas las formaciones que sustentan el partido. De esta forma el deseo del PSOE de acabar con la prostitución puede convertirse en otra piedra para hacer tropezar al Gobierno de coalición.

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