“Una cosa es proteger tu país, otra bombardear hospitales y matar de hambre a niños y niñas inocentes”. “Esto no es defenderse, no es ni siquiera atacar. Es exterminar a un pueblo que está indefenso”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, eleva el tono ante la destrucción generada por el Ejecutivo de Benjamin Netanyahu y anuncia una batería de nueve acciones para intentar frenar el “genocidio” en Gaza.
En una comparecencia sin preguntas en La Moncloa, anunciada con poco más de una hora de antelación, Sánchez ha avanzado que el Consejo de Ministros aprobará un real decreto ley que “consolide jurídicamente” el embargo de armas a Israel.
El Congreso dio luz verde en mayo a una proposición de ley de Sumar para el embargo de armas, pero ésta no ha concluido su tramitación. Y hoy el Gobierno mantiene que no compra ni vende armas a Israel desde octubre de 2023, a pesar de los ejemplos que se han documentado en los últimos meses.
El nuevo decreto, que entrará en vigor de forma inmediata tras su aprobación, servirá para establecer la prohibición legal y permanente de comprar y vender armamento, munición y equipamiento militar a Israel. Lo que no ha contemplado el presidente es la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales que le exige el socio minoritario del Gobierno.
Más ayudas a Gaza y restricciones en puertos y aeropuertos
Sánchez, que defendió los esfuerzos de su Gobierno por acabar con el “genocidio”, reconoció también que, por sí sola, España no tiene la capacidad de doblar el brazo a Netanyahu, pero aspira a que otros países redoblen esfuerzos. La voluntad de este paquete de medidas es elevar la presión sobre Israel. Y prohíbe la entrada en España a quienes “participen directamente en el genocidio, la violación de derechos humanos y los crímenes de guerra en la Franja.
A su vez, se incluye un incremento del apoyo a la población palestina, con una contribución de 10 millones de euros adicionales para la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina, (UNRWA); un esfuerzo adicional para que la partida de ayuda humanitaria y cooperación para Gaza alcance los 150 millones de euros en 2026, y un aumento de los efectivos españoles en la misión de asistencia fronteriza de la UE en Rafah, junto con nuevos proyectos de colaboración con la Autoridad Palestina en materia de agricultura, seguridad alimentaria y asistencia médica.
A esto se unen las restricciones en puertos y aeropuertos españoles al tránsito de barcos y aviones que transporten combustible o armas para el ejército israelí; la prohibición de importar productos que provengan de los asentamientos ilegales israelíes en Gaza y Cisjordania, y la limitación de los servicios consulares a ciudadanos españoles que residen en estos asentamientos a la “mínima asistencia legalmente obligatoria”.
Sánchez, que aprovechó para intentar marcar la agenda política del día desde primera hora de la mañana, hizo un repaso por las resoluciones que ha impulsado el Gobierno en el seno de Naciones Unidas para exigir el alto el fuego permanente. También recordó el apoyo de España a las causas que se tramitan en la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia, además de los esfuerzos por implementar la solución de los dos Estados.
El jefe del Ejecutivo iniciaba su intervención recordando las “persecuciones” y el “sufrimiento” del pueblo judío, enfatizando que desde el primer día España ha condenado “los atroces atentados de Hamás” del 7 de octubre de 2023. Estos atentados, insistió, no bastan para justificar “una nueva oleada de ocupaciones ilegales” y un “ataque injustificable contra civiles”.
“El conjunto de la sociedad española”, afirmó, debe saber que “ante uno de los episodios más infames del siglo XXI”, su país “estuvo en el lado correcto de la historia”.