Santos Cerdán ha pasado un verano anómalo. Aunque parezca una verdad de Perogrullo, la primera anomalía la han marcado las temperaturas, con más de 4,6º C por encima de los valores habituales. Soto del Real se encuentra en plena sierra madrileña y las noches son más frescas, pero el calor no habrá dado más tregua al exsecretario de Organización del PSOE que la que suelta un discreto ventilador adquirido en el economato o alguna ducha fría. Ni su celda, de diez metros cuadrados, ni las del resto de los presos disponen de aire acondicionado.
Han transcurrido ya dos meses desde su ingreso, el 30 de junio de 2025, y continúa en prisión preventiva, siguiendo la orden del Tribunal Supremo para evitar la destrucción de pruebas. En su veraneo en el módulo 13, un módulo de “respeto” en el que convive con unos 80 internos, ha contado con un peculio semanal de 100 euros para comprar en el economato. No maneja dinero físico, sino una especie de tarjeta monedero donde ingresan dinero sus familiares o allegados autorizados.
A 300 kilómetros de su mujer
Un verano, como vemos, bien distinto a los anteriores, cuando repartía sus días entre la localidad navarra de Milagro, donde adquirió una vivienda antes de su ascenso político; Los Corrales, el pueblo sevillano de su esposa, Paqui Muñoz; o Mallorca, donde reside una cuñada.
Su celda vacacional es también diferente a la habitación del hotel de cinco estrellas en Estambul (Turquía) donde se alojó, junto a Pedro Sánchez, 36 días antes de entrar en prisión, o la del ático de Chamberí, ahora con otros inquilinos. Quien sí ha hecho kilómetros ha sido su mujer Paqui. Ida y vuelta varios fines de semana desde Milagro, donde se instaló tras dejar el ático madrileño, hasta Soto del Real. Algo más de 600 kilómetros, casi siempre acompañada de algún familiar, para encontrarse con su marido cumpliendo los horarios de visita impuestos por el centro penitenciario para la población reclusa. En julio, familiares de presos informaron a Artículo 14 que estaba recibiendo trato de favor y condiciones especiales en el vis a vis con su esposa.
Con la llegada del verano, la prisión interrumpe su programa regular de actividades, por lo que hay poco que hacer, según nos indica Ruth Pérez Enríquez, psicóloga forense y penitenciaria. Lectura, juegos de mesa, ejercicio físico, vueltas al patio, diez llamadas semanales de cinco minutos a números autorizados y mucho tiempo libre. Tras una visita protocolaria, sus abogados declararon que Cerdán se ha adaptado bien a la vida en prisión, ha hecho amigos y juega a las cartas. Ha leído el libro “Yo acuso: La defensa en juicios políticos”, de su abogado defensor Benet Salellas.
Ensaladas, frutas y platos fríos
La disciplina carcelaria durante estos dos meses no ha variado. Cerdán se levanta temprano. Su jornada comienza a las siete y media, con la apertura de las celdas, el recuento de presos y el desayuno, casi siempre café con leche y magdalenas. Comida a las 13:30, descanso, patio y cena a las 19:30. Hacia las diez de la noche se cierran las celdas, tras un último recuento. El menú de la prisión de Soto del Real en verano se amolda a las altas temperaturas con ensaladas, frutas, platos fríos y raciones de agua adicionales, especialmente en los días más calurosos, de acuerdo con la información facilitada por los internos.
Cerdán se ha ido adaptando relativamente bien a la vida entre rejas, como mostraron unas imágenes publicadas por Ok Diario en el patio. “Este tipo de presos -dice Pérez Enríquez- suelen generar curiosidad entre los presos e incluso respeto por su posible influencia, según las circunstancias. No hay miedo, porque es un entorno muy controlado, pero esto no significa que a veces también puedan sufrir rechazo por parte de otros internos. La prisión es un lugar donde se alborota mucho y los delitos en política suelen ser fuente de conflicto”.
En el caso de Cerdán, el entorno socialista ha transmitido que se encuentra tranquilo y se siente apreciado. Después de un corte de pelo en la barbería de la prisión, un compañero le propuso pagarle un corte con dos paquetes de tabaco, un gesto de generosidad que él agradeció.
Aunque la prisión dispone de una piscina de 20 metros de largo y 16,5 metros de ancho, no ha trascendido si ha hecho uso de ella, como sí hacía con la piscina municipal de Milagro. Se le permite el acceso una o dos veces por semana y en franjas controladas, aunque la higiene del agua no sería la más indicada para darse un chapuzón, según ha declarado algún expresidiario. Ahora en septiembre, se reiniciarán las actividades y talles formativos, aunque no para los presos preventivos.
Sin trato con presos de otros módulos
“Cada módulo de Soto del Real – nos explica José Gil, psicólogo penitenciario- funciona como una ciudad autosuficiente. Dispone, entre otros espacios, de un gimnasio, comedor, biblioteca, máquinas expendedoras, y su propio economato donde podrá comprar su propia televisión o una radio. Hay zonas que son comunes, pero el uso se organiza en horarios diferentes, de manera que es difícil que Cerdán se encuentre con presos de otros módulos”.
El juicio de Santos Cerdán aún no tiene una fecha definitiva fijada para celebrarse. Se han programado vistas preliminares, como la del 22 de julio de 2025, cuando el Tribunal Supremo revisó el recurso de Cerdán contra su ingreso. La Fiscalía Anticorrupción se opone a cualquier permiso o salida, argumentando que persiste el riesgo de que Cerdán pueda alterar o destruir evidencias relevantes para el caso.
A lo que no se habrá acostumbrado habrá sido al ruido metálico de las puertas y a la irritante vuelta de la llave en la cerradura. Dice Pérez Enríquez que es una de las sensaciones más duras, por lo que significa. “Es estremecedor. Una punzada de incredulidad e impotencia”.