Yolanda Díaz se cura en salud y relativiza hoy el impacto de un futurible naufragio de la reducción de la jornada laboral, que ha sido su medida estrella desde las últimas elecciones generales, hace más de dos años. Como hiciera durante algunos días de julio, cuando pasó de amagar con llevarla a pleno a postergarlo por la falta de apoyos, ahora pone el parche antes de que haya herida, y repite que, si cae la reducción de jornada, volverá a presentar exactamente el mismo texto legal.
“Vamos a reducir la jornada, seguro”, reiteró en una entrevista en Radio Nacional de España (RNE), el viernes. El mismo día, reconoció que aún están “negociando” con Junts para que no dinamite la norma. El miércoles, el Congreso acoge el debate de las tres enmiendas de totalidad (Junts, PP y Vox). Si una de ellas sale adelante la ley decaerá, con las consecuencias políticas que puede conllevar. Y que Díaz, de forma preventiva, intenta hoy amortiguar.
La vicepresidenta segunda y referente de Sumar reconoció esta semana que conversa con el líder de Junts, Carles Puigdemont, para intentar que su partido dé un giro de 180 grados y retire su amenaza a la ley, y así pueda avanzar en su tramitación. También arremetió contra el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que reclama su apoyo a esta norma. Y al que intenta responsabilizar de su futurible fracaso.
A las puertas del inicio del curso político en el Congreso, Sumar presiona al PSOE para que endurezca posiciones con Israel, o acusa al PP de defender la tesis de “destrozarlo absolutamente todo” en las instituciones, como sostuvo Díaz en RNE. “Feijóo no sabe que trabaja para Vox”. Entre llamamientos a la unidad de la izquierda que Podemos ha obviado hasta hoy, y recados sobre las “discrepancias” con los socialistas a cuenta de la situación en Gaza, en Sumar intentan nadar y guardar la ropa.
Ni contemplan ni quieren asumir un adelanto de las elecciones anticipadas. Las encuestas no auguran buenas noticias, y se aferran a la acción de Gobierno como fórmula para remontar. En la negociación con Junts, Trabajo ha vuelto a poner sobre la mesa las ayudas directas a la productividad para las pequeñas y medianas empresas.

Hay otros proyectos sobre la mesa: está el estatuto del becario, que próximamente debería llegar a segunda vuelta en Consejo de Ministros; el estatuto del artista y la reforma del despido, con la mesa de diálogo social aún por convocar. También se esforzará por capitalizar el previsible aumento del salario mínimo interprofesional, para lo que reunirá una comisión de expertos que recomendará una horquilla con sugerencias sobre el incremento. A Díaz, resume una fuente de la dirección de Sumar, se le agotan las propuestas.
“Yolanda Díaz se la juega con la reducción de la jornada laboral”
Que Díaz ha perdido capital político es una evidencia para los suyos; como lo es que la reducción de la jornada laboral es la última o la penúltima bala con la que cuenta la vicepresidenta. “Yolanda Díaz se la juega con la reducción de la jornada laboral” resume un dirigente.
Superado el ecuador de la legislatura, cada vez son más las voces en Izquierda Unida o Más Madrid que señalan que el ciclo político de la vicepresidenta segunda se aproxima a su fin. En paralelo, y con distinto énfasis, hay dirigentes que señalan al ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, como potencial relevo.
La izquierda a la izquierda del PSOE define estos días su futuro, y aún está por medir el potencial impacto de la más posible caída de la reducción de la jornada laboral. Fuentes parlamentarias no entienden la estrategia de esta alianza de partidos en lo que respecta a su gran promesa para la legislatura.
En junio; el Ministerio de Trabajo dio orden -sorpresivamente- de no alargar más el periodo para presentar enmiendas de totalidad, precipitando la presentación de las iniciativas de PP, Vox y Junts. Podrían haber alargado este plazo, abundan fuentes parlamentarias, pero optaron por no hacerlo. Esto suponía que las enmiendas pasaran al índice que la Junta de Portavoces debía revisar y disponer para los siguientes plenos.

Coincidió que los relevos en el grupo mixto propiciaron que la mayoría de la Junta estuviera en manos de los partidos del lado derecho del hemiciclo, gracias al respaldo de UPN. El PSOE intentó postergar la votación de las enmiendas de totalidad ante la reducción de la jornada laboral, con el aval de Sumar. Pero PP, Vox y UPN abortaron cualquier intento.
Sumar intenta abrir el foco, asentar una previsible derrota para prevenir el golpe. La reacción de las formaciones que componen esta alianza de partidos, superado el ecuador de la legislatura, aún está por ver.