El sushi, ese plato japonés cada vez más popular en las mesas occidentales, despierta pasiones entre adultos, pero también genera dudas entre padres y madres. ¿Pueden los niños comer sushi? ¿A qué edad es seguro introducirlo en su dieta?
Aunque se trata de una receta aparentemente saludable, lo cierto es que no todos sus ingredientes son aptos para los más pequeños. Aquí te contamos lo que opinan los expertos en nutrición infantil y seguridad alimentaria.
Introducción progresiva y bajo supervisión
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), no existe una edad concreta en la que el sushi esté prohibido, pero sí hay consideraciones importantes que se deben tener en cuenta. Lo más relevante es la forma de preparación y los ingredientes del sushi, especialmente si se trata de pescado crudo, el cual puede suponer un riesgo microbiológico para los menores.
La recomendación general es que los niños no consuman pescado crudo —como el que se encuentra en piezas de sashimi o nigiri tradicionales— hasta al menos los 5 o 6 años, y preferiblemente no antes de los 10 años, ya que su sistema inmunológico aún está en desarrollo y son más vulnerables a posibles infecciones alimentarias, como la anisakiasis, una enfermedad causada por parásitos presentes en el pescado.
El riesgo del pescado crudo
Uno de los principales peligros del sushi para niños pequeños radica en el consumo de pescado crudo o poco cocinado. A diferencia de los adultos, que pueden digerir mejor algunos tipos de bacterias y parásitos, los niños pequeños tienen un sistema digestivo más inmaduro y un organismo menos preparado para defenderse de microorganismos nocivos.
Por este motivo, el Ministerio de Sanidad español y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomiendan que, si se va a consumir pescado crudo en casa, este debe haber sido congelado previamente a -20 ºC durante al menos cinco días para eliminar el anisakis. En restaurantes, debe confirmarse que cumplen con las normativas de congelación y manipulación.
Sushi seguro: opciones cocinadas y vegetales
A pesar de estas advertencias, eso no significa que los niños no puedan disfrutar del sushi. Existen opciones aptas y seguras para ellos, que pueden introducirse a partir del primer año de vida, siempre que el niño ya haya comenzado la alimentación complementaria:
- Sushi vegetal: piezas con aguacate, pepino, zanahoria cocida o frutas como el mango, son opciones sin riesgo.
- Sushi con pescado cocido: como atún cocido, salmón a la plancha, gambas hervidas o surimi.
- Tamago sushi: con tortilla japonesa, una alternativa rica en proteínas y sin riesgo microbiológico.
- Arroz con alga nori: el alga aporta yodo y minerales, y el arroz es una excelente fuente de hidratos de carbono.
Lo importante es evitar el uso de ingredientes como wasabi, soja en exceso o piezas con alto contenido en sal o azúcares añadidos.
Introducción según edad
- 1 a 3 años: Solo sushi vegetal y con pescado cocido. Cortar en trozos pequeños para evitar atragantamientos.
- 4 a 6 años: Se pueden introducir más combinaciones cocidas, pero aún se debe evitar el crudo.
- 7 a 10 años: Se puede comenzar a probar pequeñas cantidades de sushi con pescado crudo previamente congelado, bajo supervisión.
- A partir de los 10 años: Con sistema inmunológico más desarrollado, el riesgo se reduce, aunque siempre es recomendable consumir sushi de lugares certificados y con garantía de seguridad.
Consideraciones nutricionales
El sushi puede ser una opción saludable, ya que aporta proteínas de calidad, grasas saludables (sobre todo si lleva salmón) y vitaminas del grupo B. No obstante, también puede contener demasiado sodio (por la salsa de soja), azúcar en el arroz o incluso ser alto en calorías si va rebozado o frito (como los makis tempurizados).
La clave está en ofrecerlo como parte de una dieta variada y equilibrada, sin abusar y siempre adaptado a la edad del niño.
Los niños pueden disfrutar del sushi, pero con precaución. Lo ideal es comenzar con opciones cocidas o vegetales desde los primeros años, evitar el pescado crudo hasta que tengan un sistema inmune más maduro, y siempre optar por establecimientos de confianza. Convertir esta delicia japonesa en una experiencia segura es posible si se hace con conocimiento y sentido común.