Las nuevas tecnologías de la información, especialmente en forma de inteligencias artificiales, ya se han convertido en algo tan inseparable de nuestra vida que es difícil entender nuestro día día sin su ayuda. Desde la puesta en marcha de portales de información y chatbots generados con IA, como ChatGPT, las relaciones con la tecnología han cambiado radicalmente. Donde antes una consulta rápida en motores de búsqueda como Google, Internet Explorer o Mozilla Firefox podían solucionar cualquier problema, ahora se busca el consejo personalizado e incluso humanizado de un chatbot que dinamita todos los estándares del famoso test de Turing. De hecho, estudios demuestran que los modelos basados en IA ya están sustituyendo a los motores de búsqueda tradicionales: el 77% de los encuestados reconoció usar ChatGPT como referencia principal. Según el director ejecutivo de AirOps, Alex Halliday, a día de hoy ChatGPT recibe 2500 millones de consultas por día y superará a Google para 2027.
Formas de búsqueda habituales como Wikipedia están cayendo, y ahora Elon Musk le puede dar la estocada de muerte con su polémica versión del buscador, basado y potenciado por su Inteligencia Artificial, Grok.
Una alternativa conservadora y menos woke
El nombre de esta alternativa “personal” de Musk, deriva de Grok, el chatbot creado por xAI, la empresa de inteligencia artificial de Musk. “El objetivo de la Grokipedia es decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Nunca seremos perfectos, pero aun así vamos a esforzarnos por alcanzar ese objetivo”, ha escrito Musk en X, la red social antes conocida como Twitter.
Nice work by the @xAI team on https://t.co/op5s4ZiSwh!
The goal here is to create an open source, comprehensive collection of all knowledge.
Then place copies of that etched in a stable oxide in orbit, the Moon and Mars to preserve it for the future.
Foundation.
— Elon Musk (@elonmusk) October 28, 2025
La intención de Musk es ofrecer una perspectiva más conservadora y menos woke sobre algunos de los puntos más polémicos de la actualidad, como el cambio climático, la inmigración o la raza. Es un nuevo frente en la guerra cultural en la que participa Musk, y los usuarios no han tardado en darse cuenta de que realmente, la Grokipedia no es más que una traducción potenciada por IA del ideario del propio Elon Musk, que no tiene reparo en blanquear, ocultar información y distorsionar la realidad para reflejarlo.
Varios ejemplos lo testifican muy claramente. Es el caso de la entrada dedicada a George Floyd, la víctima cuya muerte dio origen al movimiento Black Lives Matter. Mientras en Wikipedia su artículo dice que “George Perry Floyd Jr. fue un hombre afroamericano asesinado por un policía blanco en Mineápolis, Minnesota, durante un arresto realizado después de que un empleado de una tienda sospechara que Floyd había usado un billete falso de veinte dólares, el 25 de mayo de 2020″, el de Grokipedia empieza así: “George Perry Floyd Jr. fue un hombre estadounidense con un largo historial delictivo, que incluía condenas por robo a mano armada, posesión de drogas y hurto en Texas entre 1997 y 2007″.
Si se busca en la entrada de la palabra “género”, encontraremos que “el género se refiere a la clasificación binaria de los seres humanos como hombres o mujeres según el sexo biológico”. En la Wikipedia, sin embargo: “El género es el conjunto de aspectos sociales, psicológicos, culturales y conductuales de ser hombre (o niño), mujer (o niña) o de un tercer género”.
Incluso cuando se trata de encontrar información acerca de su propio creador, los resultados de Grokipedia son esclarecedores: De entre las 11.000 palabras que le dedica, en ningún momento se hace referencia a su polémico gesto del saludo nazi en la fiesta celebrada tras la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, ni su apoyo declarado a figuras mundiales de extrema derecha.
Una batalla cultural donde la desinformación es clave
En los últimos años, la confianza proyectada hacia las Inteligencias Artificiales ha crecido exponencialmente, por su utilidad, simplicidad y acceso sencillo, pero la cuestión de su opacidad ante el manejo, uso y obtención de la información y datos que utilizan ha estado siempre en disputa. Al fin y al cabo, estas nuevas tecnologías son ya la fuente principal de información y búsqueda general para personas de todo el mundo en todo tipo de tareas, y se debe tener en cuenta que nunca son autónomas. Las IAs están diseñadas y programadas para lograr un objetivo concreto, y actúan con las intenciones de quienes están detrás de ellas, tanto programadores como, sobre todo, inversores.
Pese a que aquí se haya hecho la comparación entre esta nueva base de datos y plataforma de información de Musk con la más conocida Wikipedia, ya que trata de sustituirla, la cuestión no es una lucha o guerra abierta entre ambas, sino cómo las herramientas de la guerra cultural pueden afectar de forma tan directa e integrarse en el día a día de cualquier persona. La manera en que la gente se relaciona con estas tecnologías influye directamente en cómo hacen suyos pensamientos, actitudes e ideas que modifican su propia manera de pensar. Si alguien con el poder de Elon Musk puede hacer y deshacer con la información como desee, la democracia como la conocemos está vendida. La auténtica batalla que se presenta aquí es aquella en la que tenemos que pelear por portales abiertos, transparentes y verificables.