Polémica

Ante el cáncer, responsabilidad

Elle Macpherson ha rechazado la quimioterapia, una decisión personal, pero cuestionable cuando utiliza su perfil social para desacreditar un tratamiento que ha demostrado eficacia

La ex modelo australiana Elle Macpherson EFE

Elle Macpherson juega a la ruleta rusa con su vida. La modelo, icono de la moda en los 90, ha confiado su cáncer a la naturaleza de su cuerpo, y ha rechazado la quimioterapia, a pesar de las recomendaciones de una treintena de médicos que estudiaron su caso. Una decisión personal, pero cuestionable cuando utiliza su perfil social para desacreditar un tratamiento que ha demostrado eficacia. “Es un mensaje desfavorable para la población, que lo único que hace es generar incertidumbre en pacientes que sí están recibiendo estos tratamientos, los cuales están aumentando sus posibilidades de curación”, señala César Rodríguez, presidente de SEOM.

Steve Jobs se desahució de la vida. Rechazó una operación para tratar el cáncer que padecía, le dio la espalda a la ciencia y apostó por una dieta macrobiótica. “En muchos tipos de tumores, el uso de quimioterapia permite reducir de manera significativa el riesgo de recurrencia de la enfermedad. Además, hemos mejorado significativamente la selección adecuada de los pacientes para saber quiénes deben recibir quimioterapia y quiénes no”, explica Rodríguez.

“Si un médico me hubiera diagnosticado diabetes, nadie habría cuestionado que tuviera que tomar insulina, pero con el cáncer parece que todo es opinable”, reflexiona Lucía Bolós, diagnosticada de cáncer hace una década. “Gracias a la quimio, estoy aquí y lo puedo contar. Una puede meditar y rezar en la playa, pero eso no te curará”, añade, molesta por el daño que las declaraciones de Macpherson pueden causar. La australiana cuenta en sus memorias que, tras su diagnóstico, le recomendaron quimioterapia. En su lugar, eligió un “enfoque holístico, intuitivo y guiado por el corazón”, y añadió que “decir no a las soluciones médicas estándar fue lo más difícil que he hecho… pero decir no a mi propio sentido interno habría sido aún más difícil”.

Teresa Torres, presidenta de la Asociación MUM, no juzga su decisión, considera que es personal, pero afirma que hacerla pública es temerario. “Sobre todo, de cara a muchas mujeres recién diagnosticadas, que no saben qué hacer. Cuando te dan el diagnóstico, no estás acostumbrada a vivir en el mundo del cáncer y has escuchado muchas veces que la quimioterapia es muy mala: porque se te cae el pelo, porque te sientes mal, porque la comida no te sabe bien. Es un proceso por el que hay que pasar. Es como decirle a una mujer que quiere tener un hijo que no tenga un embarazo y un parto. Entonces, ¿cómo lo hacemos? Te ha tocado tener un cáncer y tienes que seguir el proceso para sacarlo de tu cuerpo, y ese proceso es ciencia pura y dura”, sentencia.

Hay algo incuestionable: cada cáncer es diferente y cada paciente necesita un tratamiento personalizado. El de Torres se trató con quimioterapia: “es un proceso muy duro, sobre todo emocionalmente, porque estás acostumbrada a verte de una manera y dejas de reconocerte, pero al fin y al cabo es lo que te cura”, confiesa. “Además, hay efectos a largo plazo. En mi caso, una menopausia temprana. Aun así, valió la pena”, añade Bolós.

“Existen algunos tipos de cáncer de mama en los cuales la administración de quimioterapia después de una cirugía o incluso la administración de quimioterapia antes de la cirugía puede reducir hasta un 50% el riesgo de recaída. Este porcentaje es muy variable dependiendo del tipo de tumor, pero lo que sí está claro es que existen estudios que lo avalan” insiste Rodríguez, presidente de SEOM.

La presidenta de la Asociación MUM, insiste: “Lo único que te puede salvar es seguir el tratamiento, dure lo que dure, porque los tratamientos y los médicos son nuestros salvadores. Hay que hacer caso a los oncólogos, que estudian todos los días, porque cada día tiene un caso nuevo, porque cada día sale una medicación nueva o un tratamiento nuevo, un ensayo clínico nuevo y todo eso es muy importante y hay que agradecer a esas personas”, defiende.

Mar celebró los 40 años en la planta de oncología del Hospital Clínic, en Barcelona. Entró al cuarto piso enchufada a su primer ciclo de quimio, justo el día en el que la prensa reveló la confesión de Macpherson. “No se habló de otra cosa”, confiesa. Y añade: “Su decisión es tan buena como la decisión de las mujeres que procuramos seguir las directrices de nuestros médicos. Si no, ¿para qué vas al médico si cuando te dice lo que tienes que hacer no lo haces?  Deja ese espacio para personas que a lo mejor no tienen acceso a un médico y un tratamiento”, argumenta.

Clara enterró a su madre hace apenas un año. “Solo pudieron aplicarle un tratamiento paliativo, no había nada que hacer”, cuenta. “Que personajes como Jobs o Macpherson rechacen un tratamiento es injustificable”, lamenta.

En los 60 se llegaron a publicar libros que afirmaban que la cebolla curaba el cáncer. Afortunadamente, el sector editorial, como el médico, ha avanzado, pero ante charlatanes y descerebrados, solo podemos hacer una cosa: si tienen un problema médico, vayan al médico. Porque al fin y al cabo, y por lo menos, allá donde no llegue la ciencia, llegará su consuelo.

TAGS DE ESTA NOTICIA