La fruta que parece un lujo pero es un escudo para tus hormonas y tu piel

A pesar de su aspecto modesto, el nanche es considerado un producto de lujo nutricional, comparable con las llamadas “superfrutas” por su densidad de nutrientes

Nanche, la fruta de oro.

A simple vista, el nanche —también llamado nanchi o fruta de oro— podría pasar desapercibido entre las frutas tropicales que llenan los mercados de América Latina. Sin embargo, detrás de su apariencia pequeña y brillante se esconde un auténtico tesoro nutricional: un fruto que no solo es un lujo para el paladar, sino también un escudo natural para las hormonas y la piel.

Originario de regiones cálidas de México, Centroamérica y Sudamérica, el nanche es una baya redonda de color amarillo dorado, del tamaño de una cereza, que crece en racimos en un árbol de hoja perenne. Su sabor es intenso, ligeramente ácido y con un toque amargo que lo hace inconfundible. Aunque para muchos es una fruta exótica, en comunidades rurales es un alimento tradicional con propiedades medicinales reconocidas desde tiempos prehispánicos.

Una joya nutricional

El nanche destaca por su alta concentración de vitamina C, antioxidantes naturales y compuestos fenólicos, lo que lo convierte en un potente aliado contra el envejecimiento celular. Su consumo regular ayuda a neutralizar los radicales libres, responsables de la oxidación de la piel y del deterioro de los tejidos.

Además, contiene vitamina E, betacarotenos y zinc, tres nutrientes fundamentales para mantener una piel luminosa y saludable. Estos componentes favorecen la producción natural de colágeno, mejoran la elasticidad cutánea y reducen la aparición de manchas o líneas de expresión.

Pero sus beneficios van mucho más allá del cuidado estético: el nanche también es una fuente de fitoestrógenos, compuestos naturales de origen vegetal que ayudan a equilibrar las hormonas, especialmente en mujeres que atraviesan la menopausia o sufren alteraciones hormonales. Estas sustancias actúan de forma similar al estrógeno humano, contribuyendo a mantener la estabilidad del sistema endocrino y a aliviar síntomas como los sofocos, el insomnio o los cambios de ánimo.

Un escudo natural para el organismo

Diversos estudios científicos han señalado que los extractos del fruto y de las hojas del nanche poseen propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y hepatoprotectoras, es decir, que ayudan a proteger el hígado y a favorecer la desintoxicación del cuerpo.

Su consumo también se asocia con una mejor digestión, gracias a su contenido en fibra y compuestos ácidos que estimulan el funcionamiento intestinal. En muchas regiones de México, por ejemplo, se utiliza en infusiones caseras para aliviar malestares estomacales o como tónico natural tras comidas copiosas.

El nanche, además, contiene ácido linoleico y ácido oleico, dos tipos de grasas saludables que contribuyen a regular los niveles de colesterol y a mantener la salud cardiovascular. Por su perfil nutricional, los especialistas lo consideran una fruta de alto valor biológico, pese a su tamaño diminuto.

Cómo se consume la “fruta de oro”

Su versatilidad es otro de sus encantos. En la gastronomía tradicional, el nanche se utiliza tanto en dulces típicos, helados y licores, como en salsas y conservas artesanales. Su sabor intenso combina bien con ingredientes como la miel, el chile o el tamarindo, y en algunas regiones se fermenta para elaborar una bebida casera conocida como licor de nanche, muy popular en el sur de México.

También puede disfrutarse fresco, en almíbar o deshidratado. Su pulpa, de tono amarillento y aroma penetrante, aporta un toque tropical a ensaladas de frutas o batidos naturales. En cosmética natural, incluso se emplea su extracto por sus efectos reafirmantes y antioxidantes sobre la piel.

Un lujo que viene de la tierra

A pesar de su aspecto modesto, el nanche es considerado un producto de lujo nutricional, comparable con las llamadas “superfrutas” por su densidad de nutrientes. No es casual que en muchos pueblos se conozca como la fruta de oro, no solo por su color, sino por los beneficios que aporta a quien la consume.

Incluirlo en la dieta es una manera sencilla y natural de fortalecer el sistema inmunológico, cuidar la piel desde dentro y mantener el equilibrio hormonal. En tiempos donde el bienestar y la belleza se buscan en productos caros o artificiales, el nanche nos recuerda que, a menudo, la naturaleza ofrece sus tesoros más valiosos en los lugares más sencillos.

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