DECIDIR SOBRE LOS ÓVULOS

La ley sigue sin permitir a las mujeres tomar la decisión de destruir sus óvulos congelados

Las mujeres aún no tienen el poder de decisión de destruir sus óvulos congelados, mientras estas y el sector piden un cambio al respecto

Óvulos - Salud
Unos óvulos

La preservación de la fertilidad y la planificación familiar están más avanzadas que nunca en nuestro país. No obstante, sigue atrasada en un aspecto muy concreto: la ley no permite que la mujer decida destruir sus óvulos congelados cuando ella quiera.

Se trata de una normativa difícil de sostener hoy en día, teniendo en cuenta que que la reserva de espermatozoides de los hombres sí puede destruirse cuando se desee. En caso de los ovocitos, la eliminación sin otro fin está sujeta a una serie de condiciones muy estrictas en España.

Por qué no se pueden destruir los óvulos congelados cuando se desee

Parte del proceso de congelación de óvulos
Raúl Doblado

El cese de la conservación de óvulos sólo se puede conseguir bajo ciertos requisitos o circunstancias.

Así lo especifica la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida. Si bien la contempla, la normativa favorece otros usos positivos antes de su cese. Se antepone el material genético y su utilidad frente a la decisión de las personas.

Este cese, según la ley, es “la última opción legal, supeditada a un protocolo de documentación”. En diferentes sectores relacionados, como el Comité de Bioética de Catalunya, se cuestiona este planteamiento, reclamando una reinterpretación de la ley.

En la práctica, la destrucción se termina concediendo sólo tras la finalización del proyecto reproductivo, y con un consentimiento expreso y documentado de la usuaria. A menudo, depende también de la valoración médica respecto a la idoneidad del resto de opciones existentes.

Esto deja la decisión sujeta a una serie de condiciones que no dependen completamente de una mujer. Esto no sucede respecto al semen y los espermatozoides, que sí puede cesarse su conservación en cualquier momento.

¿Qué sucede con los ovocitos criopreservados?

Un óvulo

La mencionada Ley de TRHA, en su artículo 11, delimita las opciones de los usos de los óvulos congelados, anteponiéndolas hasta que se llegue a la decisión de destruir los mismos. No pueden ser alteradas ni revocadas, una vez se ha firmado el consentimiento al inicio del tratamiento.

En primer lugar, su destino principal es su preservación, para su futuro uso en ciclos de reproducción asistida. Ya sea por parte de la usuaria y/o su pareja.

También se pueden donar estos óvulos a otras mujeres o parejas que los necesiten, con fines reproductivos. Así como cederlos a investigaciones biomédicas, bajo previa y expresa autorización.

En última instancia, es posible su “cese de conservación”, cuyo proceso se activa bajo consentimiento documentado y, en ocasiones, bajo deliberación médica. Unas condiciones que no se aplican al semen masculino.

En definitiva, muchas mujeres y médicos coinciden en que es necesaria una reinterpretación de la ley, para permitir a las mujeres decidir el cese de la crioconservación de sus óvulos cuando estas realmente lo deseen. Sin esperas, sin extensos documentos y sin condiciones. 

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