En 2006, Shinya Yamanaka inició un campo de investigación apasionante al demostrar que las células de la piel pueden ser “reprogramadas” a células madre. Es decir, cualquier célula del cuerpo puede convertirse en célula madre. Ahora un equipo de la OHSU (Oregon Health&Science University), en Estados Unidos, ha logrado generar óvulos fecundables a partir de las células de la piel.
A primera vista, la investigación abre una vía en el tratamiento de la infertilidad que afecta a millones de mujeres, ya que una de las principales causas de infertilidad es la disminución de la reserva ovárica, asociada sobre todo con el envejecimiento reproductivo femenino. Cuando hay una producción insuficiente de óvulos o estos presentan una calidad reducida, los tratamientos de reproducción asistida no suelen ofrecer resultados efectivos. ¿Es la reprogramación celular una alternativa válida?
El equipo de la OHSU, liderado por Shoukhrat Mitalipov, ha desarrollado una técnica experimental denominada mitomeiosis. Consiste en transferir el núcleo de una célula somática, como las de la piel, a un óvulo donado sin núcleo, y provocar que divida su carga genética, imitando los pasos de la meiosis natural.
Anomalías cromosómicas
Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, merecen prudencia. La mayoría de los embriones no superó la fase de fertilización. De hecho, los 82 ovocitos funcionales generados y fecundados, solo el 9 % llegó a desarrollarse hasta el día 6, momento del fin del experimento. Además, los embriones presentaban anomalías cromosómicas. Los propios autores señalan que se necesita más investigación para garantizar la eficacia y la seguridad antes de futuras aplicaciones clínicas.
“Mientras que los gametos (óvulos y espermatozoides) tienen la mitad del juego de cromosomas (23), las células somáticas tienen 46 cromosomas, lo que provocaría que, al ser fecundado el óvulo con el núcleo de la célula somática, tuviera un juego extra de cromosomas. Se ha desarrollado un método para eliminar este juego extra de cromosomas, probado en modelos de ratón, pero aún no se ha demostrado su eficacia con células humanas”, escribe Rocío Núñez, directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad, en Science Media Centre España.
Recuerda que hace ya algunos años, el Comité de Ética de la Sociedad Americana de Reproducción publicó un documento donde presentó varios argumentos éticos en contra del uso de la transferencia nuclear de células somáticas para el tratamiento de la infertilidad debido a las preocupaciones sobre su seguridad, los posibles efectos desconocidos en los niños, las familias y la sociedad, y la existencia de otros métodos de reproducción asistida que son éticamente aceptables.
Escepticismo en la comunidad científica española
Luis Martínez, especialista en Reproducción Asistida de Granada y expresidente de la Sociedad Española de Fertilidad, considera que, a pesar de que los resultados puede abrir la puerta a otras investigaciones, le parecería “monstruoso” pensar que a partir de estas células humanas se puedan crear niños. “Algo que en origen puede tener un fin positivo, como podría ser dar lugar a un hígado, acabaría siendo monstruoso. El éxito, ya lo indican, es muy bajo. Hay 7.000 enfermedades genéticas y otras muchas epigenéticas, ¿cómo se va a controlar? La técnica, tal y como la plantean, está muy lejos de generar embriones cromosómicamente normales”.
El doctor considera un ejercicio de sensacionalismo prometer que los resultados podrían ser una solución a la infertilidad de las mujeres. “La reprogramación celular tendrá éxito cuando se pueda controlar genéticamente. Ni en un acto de desesperación, unos padres querrían concebir un hijo en estas circunstancias. Falta mucho por pulir. Para empezar, habría que preguntarse si son embriones o son simplemente células en división. A nivel ético y de seguridad, veo muchas limitaciones. ¿Podemos fabricar embriones con las células?”.
Por otra parte, el estudio no aporta grandes avances, puesto que, según indica Martínez, la reprogramación celular ha conseguido ya embriones con ratón, espermatozoides y embriones a partir de células animales y humanas con el objetivo de trasplantar.
Enrique Criado, embriólogo español pionero en la clonación animal, fundador de Ovoclone y Ovohorse, nos indica que no ve ningún avance en este trabajo, cuya primera firmante es la bióloga española Nuria Martí Gutiérrez, que se incorporó en 2012 al laboratorio de Mitalipov.
La primera limitación que observa el embriólogo es la necesidad de óvulto donante. “La descendencia que tendrá la mujer llevará triple carga genética. Los genes del padre, los de la madre y el ADN mitocondrial del óvulo donante. No es ningún avance. Lo realmente interesante, y en eso en mi equipo sí estamos con proyectos muy avanzados, es conseguir óvulos artificiales a partir de la piel, sin necesidad de donante. Este será el gran adelanto tecnológico”.