Verano, música, discoteca, amigos… y de pronto, un pinchazo extraño en el brazo o en la pierna. ¿Qué está pasando? En los últimos años se han registrado denuncias por parte de mujeres jóvenes que aseguran haber sentido una especie de pinchazo mientras estaban de fiesta, acompañado posteriormente de mareos, desorientación o incluso pérdida de conocimiento. Se trata de una posible forma de agresión química que ha levantado la alerta en locales de ocio y entre las autoridades.
A continuación, te contamos cómo identificar este tipo de agresiones y, sobre todo, qué pasos seguir de forma inmediata si crees que puedes ser víctima de un pinchazo.
¿Por qué se producen estos pinchazos?
Los conocidos como “pinchazos de sumisión química” se producen con la intención de introducir en el cuerpo de la víctima una sustancia psicoactiva mediante una inyección rápida. Generalmente, se aprovechan momentos de aglomeración, distracción o movimientos en la pista de baile para realizar esta acción de forma casi imperceptible.
Las sustancias más frecuentes utilizadas en este tipo de delitos pueden ser ketamina, benzodiacepinas o GHB (éxtasis líquido), que tienen efectos sedantes, amnésicos o incluso paralizantes.
Síntomas que puedes experimentar tras un pinchazo
Si sientes una punzada repentina, acompañada al poco tiempo de síntomas como:
-
Mareos
-
Somnolencia
-
Desorientación
-
Pérdida de fuerza o equilibrio
-
Visión borrosa
-
Lenguaje pastoso
-
Confusión o alucinaciones
es muy importante actuar con rapidez, ya que estas sustancias hacen efecto en cuestión de minutos y desaparecen del organismo en pocas horas, lo que dificulta su detección si no se recibe atención médica de forma urgente.
Cómo debes actuar si crees que has sido pinchada
-
Informa inmediatamente a alguien de confianza: No te quedes sola. Avísale a una amiga, amigo o persona cercana que te acompañe. Si estás sola, busca al personal del local o alguien de seguridad.
-
Aléjate del lugar en el que crees que ocurrió el pinchazo: Podría tratarse de un sitio con más víctimas potenciales. Colócate en una zona iluminada y segura.
-
Llama al 112 o acude a un hospital lo antes posible: El diagnóstico temprano es fundamental para detectar las sustancias y actuar a tiempo. Indica que sospechas haber sido víctima de sumisión química. En urgencias, también podrán realizarte pruebas para descartar infecciones como hepatitis o VIH.
-
Conserva la ropa que llevabas y no te duches ni laves la zona del pinchazo: Esto puede ser importante si decides denunciar, ya que podrían encontrarse restos de la sustancia o rastros biológicos del agresor.
-
Presenta una denuncia ante la Policía lo antes posible: Aunque no tengas certeza de lo que ocurrió, es clave dejar constancia de los hechos y contribuir a posibles investigaciones si hay más casos en el mismo lugar o ciudad.
La prevención también es clave
Aunque la responsabilidad nunca debe recaer sobre la víctima, sí es importante que, en los contextos de fiesta y ocio, se adopten medidas de prevención colectiva:
-
No dejes bebidas desatendidas.
-
Mantente en grupo siempre que sea posible.
-
Si notas que alguien se comporta de forma extraña, pregunta y ofrece ayuda.
-
Denuncia cualquier comportamiento sospechoso en el local.
Muchos establecimientos están empezando a implementar protocolos de actuación frente a agresiones químicas, incluyendo formación al personal, cámaras de vigilancia y puntos seguros para mujeres.
Una amenaza que debe ser visibilizada
Estos casos no solo son una forma de violencia invisible, sino también una violación directa del derecho a disfrutar de un ocio seguro. Por eso, es fundamental que tanto las víctimas como quienes las rodean sepan cómo actuar con rapidez.
Si sientes un pinchazo, no dudes: pide ayuda, actúa rápido y denuncia. Tu salud y tu seguridad están por encima de todo.