Cada mes de diciembre, la Lotería de Navidad se convierte en un fenómeno social que trasciende las cifras del sorteo y se instala en las conversaciones de toda España. Millones de personas buscan el número perfecto que pueda cantar San Ildefonso. Esa combinación que, en un instante, transforma un décimo en 400.000 euros. Con la llegada del Sorteo Extraordinario navideño, los deseos, supersticiones y rituales resurgen con la intensidad de siempre.
Doña Manolita, el templo de la Lotería de Navidad
Pocas administraciones simbolizan tanto la Lotería de Navidad como Doña Manolita. Ubicada en la Calle del Carmen de Madrid, su fama se ha construido a base de premios repartidos y miles de historias personales. Aunque sus inicios fueron modestos, pronto su nombre se asoció a la suerte después de que Doña Manolita acudiera a la Virgen del Pilar para bendecir varios décimos. La administración asegura que, tras aquel gesto, llegaron los primeros premios de la Lotería navideña, consolidando un mito que sigue creciendo año tras año.

La popularidad de Doña Manolita se multiplicó hasta el punto de trasladarse, en 2011, a su local actual para dar respuesta a la enorme demanda del sorteo. Su trayectoria es difícil de igualar. En la Lotería de Navidad de 2019 repartió El Gordo, el segundo, el tercero, dos cuartos y tres quintos premios. Una auténtica cascada de millones que alimentó su leyenda. Pero, ¿es realmente cuestión de suerte o la respuesta es más racional?
¿Cuál es la realidad detrás de su “secreto”?
Por mucho que Doña Manolita sea sinónimo de éxito en la Lotería de Navidad, la matemática no deja lugar a dudas: comprar aquí no aumenta la probabilidad de que te toque. Loterías y Apuestas del Estado emite 100.000 números y solo uno será El Gordo. Eso significa que las opciones de ganar el máximo premio rondan el 0,001% en cualquier administración del país. No importa la calle, la ciudad o la tradición: el azar reparte igual para todos. Como diría mi abuela: “Nadie da duros a cuatro pesetas”.

El auténtico “secreto” de Doña Manolita está en la cantidad de décimos que vende. Según las estimaciones, supera los 60 millones de euros en ventas cada año, lo que la convierte en una de las administraciones más grandes del país en la Lotería de Navidad. Al vender mucho más que la mayoría, maneja más números, y al tener más números disponibles, es más probable que alguno resulte premiado. No porque tenga más suerte, sino porque juega con un volumen más alto de combinaciones.


